09/10/2020

Jorge Gay: “Los fugaces párpados”

Con este título, Jorge Gay nos presenta una nueva muestra de su obra, en las Salas Saura y Goya del Paraninfo de nuestra Universidad, que podrá visitarse entre octubre de 2020 y marzo de 2021. Un poemario ilustrado completa la propuesta artística.

Jorge Gay no precisa presentación ni que se enumere su obra pictórica, puesto que es un artista sobradamente reconocido y apreciado en el mundo cultural y  cuenta con un gran número de admiradores de su obra, que disfrutan de su arte y acogen con el mayor interés cada una de sus nuevas propuestas.

 

 

El título de la exposición que ahora presenta se refiere, como pintor, “al momento veloz en que se te revela el mundo”. Está integrada por unas 130 obras, representativas de su variada producción, presentadas en dos partes diferenciadas: una de ellas, dedicada a mostrar dibujos sobe cartón y pinturas de gran formato realizadas en los últimos años. Entre ellas varias  series dedicadas a temas como los oficios, los días, las estaciones, la tempestad y la calma, el pulso de los días. De una gran belleza, en todas ellas se plasma el estilo propio de Jorge Gay y su visión estética de la realidad  y del paisaje. En otra sala, se exponen diversas obras que testimonian cómo la inspiración de Jorge Gay se ha manifestado también en el mundo de la escenografía, los carteles, portadas, ilustraciones de publicaciones y pinturas murales; incluso se muestra la mesa de trabajo del artista. Junto a todo ello, una serie de dibujos de técnica mixta sobre papel, con el título de la exposición, junto a cuadros dedicados a Aguayo, Berdejo y Bagüés.

 

 

Jorge Gay nos ofrece al mismo tiempo un poemario del mismo título –“los fugaces párpados”-– ilustrado con numerosas imágenes de sus obras –aunque no es un catálogo de la exposición—. Agrupados los versos en tres secciones, recogen sentimientos, emociones y reflexiones sobre la pintura, los pintores y su propia vida por medio de la palabra, con la cadencia de los versos libres. Con gran sensibilidad poética, glosa la pintura (“Ese gesto remoto es pintura./Ese mirar antiguo es pintar”; “Cayó del cielo el color y se hizo vida./ Tembló la luz en los fugaces párpados”; “Pintar es ir hasta el final/ a verte el alma”); refleja vivencias de numerosos pintores que le han importado, de Aguayo a Fra Angélico, pasando por Goya (“Te encendías vivo/ y nos quemaste”); y finalmente recuerda momentos de su vida y rinde homenaje al amor (“Abrígate amor mío/ hoy hace frío./ No trae pétalos la aurora/ ni la mañana manos/ pero vente conmigo/ a ver la luz quebrada/ y el lado oscuro e íntimo de la lluvia./Abrígate. Vente conmigo”; “Aún te descubro/ y me sorprendes…”). En suma, un sugerente complemento de la contemplación de su pintura, para mejor comprenderla y disfrutarla.

Todo ello absolutamente recomendable.