¿De qué se ríen?
En la portada de “El Periódico de Aragón” del sábado 24 de septiembre una gran fotografía muestra a Pilar Alegría, Juan Alberto Belloch y Javier Lambán, en la reunión del comité de Zaragoza, que eligió sus cabezas de lista para las elecciones del 20-N, sin que hubiera sorpresas. Los tres se ríen a carcajadas.
Se les nota encantados de haberse conocido y de haber conseguido una vez más pactar las listas que les interesan, las que convienen al aparato.
Lambán, con su fácil verbo, declara que las listas aprobadas responden a la “virtuosa combinación” de la oportunidad política, la valoración del trabajo de los que han representado al partido en las instituciones y la opinión de los militantes. Pero, en el fondo y en la superficie, se trata de más de lo mismo, de la ausencia total de renovación política.
¿Hay razones para tanta alegría? Para los intereses particulares de los que salen en la foto, desde luego. Veamos:
El Sr. Lambán, an la actualidad, es a la vez: Alcalde de Ejea, diputado provincial, diputado de las Cortes de Aragón y secretario de organización del PSOE. En virtud de este último puesto, parece responsable de la marcha del partido: en las elecciones locales de 2011 el PSOE perdió 35.000 votos en la provincia de Zaragoza, perdió la Diputación Provincial y alcaldías como Calatayud, Tarazona, Daroca, Tauste, Illueca, Cuarte o La Almunia. No se le ha pasado por la cabeza poner su cargo a disposición del partido. Puede ser que se crea indispensable o que no quiera correr riesgos de quedarse en el futuro sin empleo.
El Sr. Belloch, como cabeza de lista del PSOE en 2011, perdió en Zaragoza casi treinta mil votos (29.328), más del diez por ciento menos de los obtenidos en 2007, pasando de trece a diez concejales. La misma noche electoral se planteó renunciar ante el fracaso, pero la dirección del partido le pidió que siguiera. Luego la crisis económica municipal, de la que él mismo es responsable, le impide cumplir su programa electoral y liderar grandes proyectos. Incluso el PSOE estatal lo desprecia al negarle aspirar a la presidencia de la FEMP, aunque sea el alcalde socialista de la ciudad de mayor población. Y cinco meses después de las elecciones locales, se le propone como candidato al Senado, honorable retirada –aunque incumpla su compromiso electoral– hacia una Institución que no sirve para nada y que le garantiza un empleo más estable y aristocrático que la gestión municipal en minoría. Y, de paso, alejado el Sr. Belloch, el Sr. Lambán aspira a colocar de alcalde al Sr. Pérez Anadón, que es de su cuerda. Operación redonda.
De Pilar Alegría poco se puede decir. Su alegría es natural pues ve consolidadas sus expectativas de empleo, en un futuro que se adivina oscuro para quienes lo tienen del PSOE. Se desconocen sus méritos, puesto que no se prodiga ante sus electores. No sabemos que piensa sobre nuestros problemas ni recordamos intervenciones de importancia en el Congreso ¿Llegaría a un uno por ciento el electorado zaragozano que supiera que nos representa ya ahora en Madrid? Pero dicen que hace buen trabajo en la Ejecutiva federal y que la apoya don Marcelino Iglesias. Alguna razón habrá.
No parece ser una opinión muy aventurada decir que el PSOE se va a llevar el 20-N otro batacazo. Seguro que el Sr. Lambán, responsable de su organización zaragozana, no se dará por aludido y dará explicaciones que lo justifiquen. Que no le extrañe que eso provoque también carcajadas (por no llorar).