06/04/2011

Entrevista con el Comisario del Centenario de Joaquín Costa, Cristóbal Gómez Benito.

Casa de Graus donde vivió y murió Joaquín Costa

“La idea de nombrar un Comisario para coordinar todo lo relativo al Centenario me pareció una prueba convincente de que desde el Gobierno de Aragón había una decidida apuesta por dar a este Centenario la relevancia que, en mi opinión, se merece”.

 

El Comisario de la Conmemoración del Centenario de la muerte de Joaquín Costa (1911-2011), Cristóbal Gómez Benito es desde 1991 Profesor Titular de Universidad en el Departamento de Sociología II (Estructura Social) de la UNED, donde he impartido diversas asignaturas, especialmente la de Sociología Rural. Es también Técnico Facultativo Superior del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (hoy MARM), en excedencia y estuvo cinco años como investigador en el CSIC. Como funcionario del MAPA, trabajó cinco años (1978-1983) en la Jefatura Provincial del IRYDA en Huesca, como Sociólogo Rural, con tareas de desarrollo rural en las comarcas de actuación de este organismo. Durante esa estancia en Huesca, tuvo oportunidad de conocer a fondo esa provincia, sus paisajes, sus gentes, sus problemas, especialmente los relacionados con la agricultura, y conocer  también buena parte de Aragón, tierra con la que tiene profundos vínculos afectivos y profesionales, además de muchos y buenos amigos.  Entre 1978 y 1990 fue Jefe del Área de Estudios de la Secretaría General Técnica del MAPA y dirigió durante trece años la revista Agricultura y Sociedad, así como varias colecciones de libros sobre temas rurales y agrarios. Sus líneas de investigación principales se sitúan en el ámbito de la sociología rural, la ecología humana, la sociología del medio ambiente, la sociología de la alimentación y la historia del pensamiento social agrario y de las políticas agrarias.

Es en el campo de sus trabajos de sociología rural y de historia del pensamiento social agrario donde se encontró con la obra de Joaquín Costa,  la cual empezó a estudiar en la etapa de Huesca. Desde 1991 viene colaborando con el Instituto de Estudios Alto Aragoneses en la investigación de la obra agraria de Costa, en colaboración con su amigo y maestro el profesor Alfonso Ortí, hoy el principal experto en el pensamiento y obra de Costa. Fruto de esta colaboración han sido varias publicaciones sobre la obra agraria costiana en el IEAA.

– EFC: ¿Qué pensaste al ser invitado a encargarte, como Comisario, de los actos oficiales del centenario?

– CGB:  Pues lo consideré un honor por la importancia y atractivo de la tarea y además por el hecho de no ser aragonés ni residir en Aragón, lo que entiendo que resalta aún más ese nombramiento. Por eso, de alguna forma, lo entendí como un reconocimiento a mis muchos años de trabajo sobre la obra y vida de Costa, pero sobre todo también lo entendí como un reconocimiento extensivo al profesor Ortí, al que debo mi interés sobre la figura de Costa y al que también debo mucho como referencia intelectual no sólo en su calidad de gran especialista en Costa, sino también como sociólogo e historiador. Trabajar con él durante estos veinte últimos años ha sido para mí una gran experiencia vital, intelectual y profesional, que espero que aún continúe en los años próximos. Y también entiendo este nombramiento como un reconocimiento a tu propia persona, Eloy, y mi compromiso con este evento es claramente un compromiso colectivo de los tres, aunque haya sido yo el que (por circunstancias más relacionadas con vuestro retraimiento que con mis propios méritos), figure en primera fila.

Pero al mismo tiempo que supone una satisfacción supone también un reto enorme, pues la figura de Costa es una figura compleja cuya memoria y vigencia, cuando se hace presente, siempre es conflictiva. Por otro lado, y por encima de las personas, la idea de nombrar un Comisario para coordinar todo lo relativo al Centenario me pareció una prueba convincente de que desde el Gobierno de Aragón había una decidida apuesta por dar a este Centenario la relevancia que, en mi opinión, se merece, y por ello acepté el reto.

– EFC: Al hilo de esto último que dices, ¿consideras que la figura y obra de Costa es conocida o despierta algún interés en la sociedad aragonesa y española, o, por el contrario, un siglo es demasiado tiempo para conservar un recuerdo o imagen claros de Costa?

Desde luego que un siglo es mucho tiempo, demasiado tiempo, para que la figura de Costa sea algo más que el mero nombre de una calle, de una plaza o de un centro escolar, aunque habría que distinguir de qué ámbitos hablamos.

En la sociedad aragonesa Costa es un mito. Costa forma parte del gran panteón de hombres ilustres de Aragón, de los grandes personajes que esta tierra ha dado para sí y para España o a la cultura universal, como son los casos de Goya o de Cajal. Pero por la significación social y política de la obra de Costa, su presencia en el imaginario aragonés en aún más amplia, pues se proyecta sobre muchos más aspectos conectados con las necesidades de la gente. Y, por ello, en Aragón, lógicamente, la figura de Costa tiene un perfil más definido que en la sociedad española. El problema en Aragón es que, más que un mito, podríamos decir que es más bien un tótem, con el aura sagrada correspondiente, y ya se sabe que a los tótem se les venera pero no se les estudia, no se les conoce, se les invoca, pero no se dialoga con ellos. Por eso, por lo que se refiere a la sociedad aragonesa, el centenario debería servir para acercar la figura de Costa a la gente, bajarla de su pedestal para hacer ver la importancia real de su legado intelectual, y hacerlo visible, concreto, a las jóvenes generaciones, y si queremos que Costa siga vivo tiene que estar vivo entre la juventud actual, que es el futuro. Y con esos objetivos están pensados la gran exposición que se inaugurará en Zaragoza el 20 de marzo y un documental para la TV, así como diversos programas para llevar la figura de Costa y su obra a los centros escolares de Aragón.

Por lo que se refiere a la sociedad española, Costa es prácticamente desconocido y además ni siquiera tiene presencia como mito. De ahí que el reto debería ser divulgar la biografía, el pensamiento y la obra de Costa fuera de Aragón. Para ello sería importante llevar la exposición de Zaragoza a Madrid, para lo que se necesitará patrocinio externo, así como difundir por TVE un documental sobre Costa. No es mucho para levantar una losa de cien años, pero creo que podría ser importante llevar a Costa a Madrid.

-¿Y la presencia de Costa en el mundo académico e intelectual de hoy día, entre la opinión llamada «culta»?

– CGB:  Esa presencia es cuanto menos problemática. Y ahí nos encontramos con una paradoja llamativa. Siendo Costa una de las personalidades de la España contemporánea que más estudios sobre su obra y pensamiento ha suscitado, es, sin embargo, uno de los autores menos presente en la historiografía  y en la literatura sociopolítica actuales. Se ha investigado mucho y bien sobre Costa en los últimos veinte-treinta años, pero hay pocas referencias importantes a su obra en la bibliografía de las ciencias sociales de nuestros días. Es verdad que Costa aparece  citado muchas veces en los libros de historia contemporánea de España (mucho menos en los estudios de ciencia política o de sociología) pero son citas como de pasada, como referencia obligada, como citas de segunda mano y no como citas que demuestren la significación de la obra de Costa para la comprensión de la historia contemporánea española o la importancia de su pensamiento. Algo más perfilado y presente es el Costa jurista, pero mucho menos, como digo, el Costa historiador, sociólogo o economista, el Costa intelectual, en suma, dando al término intelectual su máxima acepción. En suma, hoy Costa no es un autor “vivo”, salvo para los numerosos  especialistas de su figura, un autor relativamente olvidado, y hay que añadir injustamente  olvidado en razón de sus méritos. Y como el profesor Ortí y yo mismo venimos diciendo desde hace años, Costa sigue siendo si no un “gran desconocido”, sí un autor “mal conocido”, a la vez que quizás empieza a ser el “gran ignorado” en el conjunto de la bibliografía social española contemporánea, especialmente en el seno de las generaciones más jóvenes. Y por otro lado, su figura sigue siendo polémica, por su difícil definición y clasificación. Y en este sentido, habiendo sido en tiempos muy leído, es un autor, sobre todo, “mal leído”.

Y precisamente otro de los objetivos del Centenario es favorecer una nueva lectura de la obra de Costa pues esa nueva lectura permitiría un mayor reconocimiento intelectual, el que Costa se merece. Y ese es el objetivo del congreso de Madrid, sobre «Costa y la modernización de España»  que se celebrará en la Residencia de Estudiantes del 7 al 10 de marzo de 2011, en el que se pretende exponer las ideas de Costa sobre la modernización de España y sus obstáculos, en el contexto del pensamiento español contemporáneo.

-EFC: A esa mala lectura de Costa, que dices, ¿no crees que contribuyeron en gran medida las ediciones póstumas que hizo su hermano Tomás, un infortunio más que hay que añadir a los de su enfermedad, su pobreza,  su marginación académica, sus fracasos políticos?

-CGB:  Efectivamente. Aunque una parte significativa e importante de la obra de Costa fue editada en forma de libros por el propio autor, otra, también muy significativa e importante, compuesta por artículos y discursos, fue reeditada en forma de libros inventados por Tomás, que incluyó textos de los más dispares, sin orden cronológico ni notas bibliográficas las más de las veces, que permitieran una contextualización de su pensamiento. Título tan populares como «Maestro, Escuela y Patria», «La tierra y la cuestión social», «El arbolado y la patria», «Política hidráulica», «Política quirúrgica», y tanto otros, no son libros de Costa, sino libros compuestos por su hermano Tomás con poco y muy discutible criterio. Y esos libros son los que más han contribuido a esa mala lectura de Costa y que se haya popularizado una imagen de Costa como autor carente de sistema, contradictorio, ambiguo, subrayando las notas de arbitrista y autodidactismo que a veces hay en él pero que desde luego no lo definen.

Por eso conocer a Costa desde el propio Costa pasa necesariamente por una edición crítica de todos sus textos, sistemática y cronológicamente presentada. Una labor que ya inició el gran hispanista George Cheyne con su fundamental y monumental estudio bibliográfico y con su propia biografía de Costa (en vías de reedición para el próximo año), que se abordó con el proyecto de obras completas de la Editorial Guara, en los años ochenta, desgraciadamente interrumpido, que ha continuado de forma generosa pero en solitario e intermitente el Instituto de Estudios Altoaragoneses de la Diputación de Huesca y la Fundación Joaquín Costa hasta hoy. Y ese es otro de los objetivos del Centenario, impulsar las ediciones críticas de obras de Costa inéditas, o no publicadas desde los tiempos del propio Costa y por lo tanto de difícil acceso o de obras nuevas compuestas por conjuntos armónicos y sistemáticos de textos costianos dispersos por revistas y periódicos de su época. Y en este sentido, el año del centenario va a ver una eclosión de obras importantes editadas por diversas entidades de Aragón (el ya citado IEAA, la Institución Fernando El Católico de la Diputación de Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, Editorial Aladrada) y de fuera de Aragón, en forma de reediciones o de ediciones totalmente nuevas, la mayoría con sus propios medios, a la cabeza de las cuales hay que citar la edición del hasta ahora inédito Diario de juventud de Costa, en edición a cargo del profesor Juan Carlos Ara Torralba, de la Universidad de Zaragoza. Todo un acontecimiento cultural que debe ser en su momento debidamente publicitado.

Despacho de Joaquín Costa

Y como gran objetivo y a la vez gran legado de este año del centenario, se está trabajando para abordar, de una vez por todas y de forma ambiciosa, las obras completas de Costa. Un proyecto como mínimo a ocho-diez años vista y muy costoso, propuesto al Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, dependiente del Ministerio de la Presidencia, pero que debe sumar el esfuerzo conjunto de diversas instituciones. El Gobierno de Aragón está comprometido con el proyecto, pero se necesitan más apoyos, como podrían ser el Congreso de los Diputados,  el Senado y las Cortes de Aragón. Ese es el lugar más adecuado para editar de forma completa la inmensa obra de Costa, como ya se hizo con la obra completa de Manuel Azaña, entre otras.  Y en esas negociaciones se está. Tengo confianza en que salgan adelante. Sería además un ejemplo de que en este país se pueden abordar proyectos complejos y a medio o largo plazo, sumando apoyos y por encima de las contingencias políticas, aunque la tradición frecuentemente diga lo contrario.

 

– EFC: Parece que están surgiendo numerosas iniciativas desde otros ámbitos, más allá del oficial, para contribuir el año del Centenario. ¿Supone esto un reto de difícil coordinación o, por el contrario, es un aliciente más como expresión del entusiasmo popular, de maestros, agricultores, periodistas, historiadores, etc. ?

– CGB: Ambas cosas. Es muy positivo que desde la sociedad civil surjan propuestas, iniciativas, proyectos relacionados con el centenario y debería haber más. Se trata de iniciativas de todo tipo: ediciones, conferencias, exposiciones, proyectos pedagógicos, espectáculos, etc. Desde el Comité Ejecutivo del Centenario se está trabajando para incorporar muchas de esas iniciativas al programa oficial del centenario, autorizando a utilizar el logotipo oficial en sus programas. Y también desde numerosas organizaciones y entidades, privadas y públicas, se están presentando proyectos y mi trabajo consisten en recoger todas esas iniciativas, comentarlas con sus patrocinadores, cuando se me pide e intentar evitar que se dupliquen esfuerzos y recursos. Pero también actúo como animador, sugiriendo proyectos o ayudando a concretar otros. Por supuesto que coordinar todo eso es complicado, sobre todo porque, como siempre ocurre, se lucha contra el reloj, pero a la vez es un aliciente, porque se puede comprobar que la memoria de Costa está aún viva en muchos ámbitos. Hasta ahora se ha establecido contacto con unas treinta entidades, públicas y privadas y en el programa oficial definitivo la mayoría de ellas figurarán como entidades colaboradoras del centenario, pero a medida que se vaya conociendo el contenido del centenario, seguro que se presentarán nuevos proyectos.

El problema principal es el económico. Muchos de  estos proyectos, de estas iniciativas, se autofinancian pero otros demandan apoyo económico que lamentablemente no siempre se puede atender. El infortunio que persiguió a Costa en vida parece volver cien años después y su centenario ha tenido la fatalidad de coincidir con el momento más duro de la crisis económica y con fortísimas restricciones presupuestarias. Desde el Gobierno de Aragón hay el compromiso de afrontar los gastos de los eventos principales y algunos menores pero de especial significación, y esto ya es mucho, pues ello supone que esos recursos hay que quitarlos de otros fines. Por lo tanto, no se pueden atender todas las solicitudes de financiación. Y como los recortes afectan a todos, a Ayuntamientos, a sociedades y centros culturales, empresas, etc., pues bastantes proyectos no podrán salir adelante. Incluso las entidades financieras están siendo bastante restrictivas y otras simplemente no están dispuestas a colaborar. Pero tengo cierta confianza en que se puedan obtener todavía recursos adicionales para poder ampliar el programa del centenario. Y quiero reconocer desde aquí el esfuerzo de algunas entidades que han decidido financiar por ellas mismas  sus proyectos.

Y otro aspecto importante del centenario es darle visibilidad en otros ámbitos además de Aragón y Madrid. Pues si Costa fue un intelectual de relevancia nacional su conmemoración interesa en otras regiones y se está trabajando con organismos y entidades de otras Comunidades Autónomas para organizar actos sobre Costa, pero en ese caso, con la condición de que sean financiados con recursos procedentes de las mismas.

-EFC: ¿Cuáles son, en síntesis, los principales actos previstos por la Comisión del Centenario?

-CGB: Ya he mencionado algunos en mis comentarios anteriores. El programa oficial, que ha sido aprobado en sus principales eventos por el Comité Ejecutivo debe ser presentado para su aprobación formal a la Comisión Aragonesa del Centenario, como muy tarde antes del 15 del próximo enero y será en ese momento cuando se haga público en todos sus detalles. No obstante, desde primeros de diciembre va a estar disponible una página web oficial del centenario donde se estará disponible el programa del centenario y se irá dando cuenta de su desarrollo y calendario de actos. Pero también se quiere aprovechar esta página web para sea la plataforma virtual más completa y viva sobre Joaquín Costa, para que sirva a la difusión de su biografía, de sus obras, de su pensamiento. Será una de las contribuciones más importantes para la divulgación de pensamiento de Costa y aprovecho la ocasión para invitar a su visita.

Lógicamente, la conmemoración del Centenario se abrirá en Graus, en un acto que tendrá especial contenido y significación el próximo año, y se cerrará en la provincia de Huesca, con las Segundas Jornadas sobre el Legado de Costa, donde se pretende reunir a los principales estudiosos de la obra de Costa y definir la agenda de futuras investigaciones, y eso será a finales de noviembre del próximo año. En medio, hay que mencionar la conferencia inaugural del Centenario a cargo del profesor norteamericano, historiador y gran hispanista Gabriel Jackson, en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, y los otros actos ya mencionados. Como he dicho, el programa oficial se hará público tras su aprobación por la Comisión Aragonesa. La idea es que se vayan sucediendo diversos actos para mantener la atención sobre la figura de Costa a lo largo de todo el año.

-EFC: Tras la muerte de José Antonio Labordeta, que suscitó un extraordinario clamor popular de simpatía y respeto, una vez incinerados sus restos, la viuda e hijas decidieron ofrendar las docenas y docenas de coronas, ramos y flores de todo tipo ante la tumba de Costa, lo que la familia de éste agradeció emocionada. ¿Cómo interpretas ese gesto?.

-CGB: En primer lugar, como un hermoso recordatorio del gran hombre aragonés y español por otro aragonés y español entrañable y comprometido, también grande en su ámbito. Y me parece una feliz iniciativa, pues ha servido para enlazar dos realidades distantes entre sí cien años, pero con muchos vínculos entre ambas. Quiero ver en ese gesto la continuidad de la presencia de Costa, que su recuerdo sea un primer paso para su mejor conocimiento y valoración, además de encontrar, en el estilo, ciertas semejanzas entre Costa y Labordeta. Comprendo la emocionada satisfacción de la familia, pues es la prueba evidente de que Costa, de alguna manera, sigue vivo.

Cristóbal Gómez Benito

-EFC: Y para terminar, Cristóbal, ¿qué significa para ti esta conmemoración del centenario de Costa?.

 

Me gustaría que se aprovechase bien esta oportunidad del Centenario para resituar a Costa en la historia contemporánea de España, poniéndole en primera fila, con todos sus méritos, de los intelectuales españoles contemporáneos y para desmontar ciertos tópicos que, con más fortuna que rigor, le han acompañado hasta nuestros días, como el sambenito ese de «prefascista», una definición apresurada que no le hace justicia. A pesar de sus puntos ciegos y de sus contradicciones, Costa representa una de las voces más coherentes y clarividentes del reformismo español, un reformismo profundamente liberal y social, comprometido con la libertad, como él mismo ejemplificó con sus actos en numerosas ocasiones.

Como estudioso de la obra de Costa (y quiero incluir en estos juicios al profesor Ortí), creo que el gran pensador altoaragonés representa una de las reflexiones más originales y acertadas que se han hecho en este país sobre el conflictivo proceso histórico de constitución de España como una nación moderna; sobre los obstáculos al establecimiento de una democracia sustantiva y no doctrinaria; sobre los fundamentos de la democracia y la modernización. Desde ese punto de vista, hemos entendido a Costa como el «sociólogo español por excelencia”, utilizando el calificativo de sociólogo en su acepción más amplia, como sinónimo de pensador social. No sólo porque su obra se encuentra en el origen de no pocas disciplinas sociales, sino también y sobre todo por su modelo estructural y explicativo del desarrollo concreto de la formación social española. Y creo que en esta interpretación coincidimos básicamente con los principales estudiosos de la obra de Costa.

Y es esta otra interpretación la que se trata de reivindicar y discutir, y que va más allá de esa visión de Costa como máximo exponente del pesimismo español de la tradición noventayochista. Por lo tanto, me gustaría que el Centenario fue la gran oportunidad de reabrir un debate sobre el devenir de la historia de España del siglo XIX y XX y el papel de las ideas de Costa en ese debate. No debería ser una conmemoración en términos hagiográficos de la figura de Costa, sino una reflexión amplia sin prejuicios.

Y para terminar, quiero resaltar una dimensión del pensamiento de Costa especialmente  relevante en nuestros días. Joaquín Costa puede ser un ejemplo de esa España plural (y utilizo la expresión libre de patentes de cualquier tipo) que ayer no pudo ser pero que puede ser ahora. Un ejemplo de cómo puede pensarse España no desde el centralismo sino desde la diversidad y la autonomía, pues su proyecto fue el de un proyecto desde Aragón para la nación española. Y esa es una de las ideas fuerza que animan esta conmemoración de los cien años de la muerte de Joaquín Costa.

EFC: Creo que con toda esta apretada explicación pueden los lectores, aragoneses del exterior, seguramente también muchos de dentro, hacerse una buena idea de qué está a punto de comenzar en torno a nuestra gran figura, y en qué manos, seguras y muy dignas, se encuentra todo ello. Nada podía satisfacernos más.

Entrevista aparecida en el número 13 de la revista Casas de Aragón,  Revista de las Comunidades Aragonesas en el exterior.