Ordenación del territorio y urbanismo

En Andalán se publicaron multitud de artículos sobre estos temas, analizando cuestiones de política regional y local que iban siendo noticia u objeto de debate a lo largo del  tiempo. Resulta imposible un análisis pormenorizado de  esos textos, pero sí cabe recordar las aportaciones de varios autores, que fueron adelantados en plantear entonces en las páginas de Andalán temas que hoy son todavía de plena actualidad, como la necesidad de ordenar y organizar el territorio frente a proyectos incoherentes, y la aspiración a lograr ciudades sostenibles.

A José Antonio Báguena, a través de sus trabajos como consultor y en ECAS, le preocupó siempre la necesidad de vertebrar Aragón y organizar sus bases espaciales de referencia, antecedente de las comarcas. Y, como prioridad de la autonomía naciente, defendió que “Aragón necesita un Plan” (Andalan 168, de junio de 1978): Un marco de referencia a nivel regional, un esquema de ordenación del territorio aragonés, directrices de la política de desarrollo regional que dieran coherencia y sentido a las acciones a emprender en una estrategia global, en lugar de actuaciones aisladas e inconexas.

Carlos Royo Villanova escribió sobre “Aragón, espacio económico y división comarcal” y sobre la política de comarcalización y el desarrollo regional. En Andalán defendió la necesidad de una planificación económica regional y de fortalecer los “Ejes de desarrollo” (31-32, 1973) del territorio.

Mario Gaviria y Enrique Grilló, sociólogos militantes en temas de ordenación del territorio y medio ambiente, compartieron inquietudes y publicaciones, como la conocida “Zaragoza contra Aragón” (1974). En Andalán, Mario Gaviria escribió sobre muchos temas polémicos: “Agricultura, ni paletos ni ignorantes” (111, abril 1977), y contra las centrales nucleares y el trasvase. Para él, había de fomentarse la redistribución de la población sobre el territorio, limitar el crecimiento de Zaragoza ciudad y de los valles regados, para evitar que aumentara el espacio desertificado y la ausencia de servicios en el medio rural (“Repoblar Aragón”, 85, marzo 1976).

Por su parte, Enrique Grilló escribió en Andalán sobre cuestiones urbanísticas de Zaragoza (Plan general, Actur), sobre sus barrios y sobre la relación entre espacio y clases sociales. En su “Manifiesto del hombre de la calle” (Andalán 29, noviembre 1973), defiende que las ciudades hay que vivirlas y que se hace ciudad al andar.