andalán 50 años » II. Des-velando Andalán » 2.5. Intrahistoria

Nº 7-8, 15 Diciembre de 1972, p. 2.

Carta del profesor Carrasquer.

Hillegom (Holanda), 27 de noviembre, de 1972.

Muy Sr.  m í o:

(He recibido ya el número 5 de su periódico quincenal y me apresuro a agradecer estos cinco envíos y a decirles, en primer lugar, que me cuenten como un suscriptor más, y en segundo lugar qué pienso de su publicación (con derecho a publicarlo si le parece útil).

Creo que por su modesta (aunque cada vez menos) y un poco kitsch (quizás aposta) presentación, no puede haber detrás de ANDALÁN ninguna potencia financiera hipotecadora o turbiamente interesada en torcer voluntades intelectuales de pensamiento e información. Y eso ya es mucho en estos tiempos de trusts «paganos» de cerebros. Pero además he visto colaborar en ANDALÁN a escritores que sé incapaces de torcerse ni aun con el paso de su joven erudición como a mi admirado amigo José-Carlos Mainer. Garantía de honradez definitiva.

Supongo que el objeto de ANDALÁN no será el de propagar un regionalismo más por simple «chicopatriotismo», y creo poder declarar mi adhesión a su quincenario precisamente porque veo que la intención no es otra que la de poner simplemente las cosas en su sitio. O reponerlas.  Es muy triste eso de las famas. Y da mucho coraje.  Es te coraje puede haber sido el primer motor de la empresa ANDALÁN. Muy bien. ¿Y luego? Me parece que lo más importante es despertar el aragonés a la conciencia de su misión regional como ingrediente, ni más ni menos valioso, que las demás regiones en la composición llamada España. Creo que está clara la tendencia entre todos los que piensan en el futuro español de que sólo podrá garantizarse su vivir democrático y próspero a base de descentralizar o «desmadriliñizar» a España.  En ningún país se siente con tanto imperio como en el nuestro esa necesidad de asegurar  la unidad por la diversidad. Los aragoneses hemos tenido fama de centralistas, a pesar de haber tenido a gala legislamos por nuestras propias leyes y nuestras propias cortes. Hace siglos que el aragonés se ha desentendido de todo creyendo desentenderse sólo de Madrid. Hora es ya de que aprenda y enseñe lo que vale, y no para imponerse, que sólo se imponen los que no saben ni se conocen, sino para ponerse en el concierto.

Hay  mucho que hacer, ¿dónde no, en España? Pero la verdad es que Aragón es una de las regiones menos cuidadas. ¡Para que digan que tenemos tanto amor propio!  El verano pasado me enteré de que hay grupos de intelectuales interesados en revalorizar los tesoros arqueológicos de Aragón. Muy bien, pero para mi gusto tiene más importancia y urgencia la formación de una mentalidad nueva capaz de operar en el futuro más próximo posible y engranarse a la primera ocasión en una estructura federalista del país. Sí, también en formación política hay mucho que hacer, qué duda cabe. Y no hablo de formación partidista todavía.  Eso vendrá cuando pueda venir.  En todo caso, quiero hacerle llegar mi aplauso por la diversidad que ANDALÁN viene patentando en sus primeros cinco números. Espero que su clima vaya estabilizándose más y más y se aclaren al máximo sus posiciones, pero hago votos por que siempre sigan siendo diversas y unidas. Me congratulo, por ejemplo, que en el último número haya un abanico tan vario: polémica literaria, polémica política, polémica económico-sociológica, polémica ecológica, viajes (¡gracias entre paréntesis al autor de «Viaje por el Bajo Cinca»!) y hasta comentarios de libros tan recientes y poco «bienpensantes» como el que se hace sobre la «primera novela» de H. M. Enzesberger (el magnífico traductor de César Vallejo y otros grandes poetas nuestros al alemán): «El corto verano de la Anarquía. Vida y muerte de Buenaventura Durruti». Y a propósito, ¿para cuándo la vida y muerte de Francisco Ascaso, el más interesante líder del anarcosindicalismo español que, de no haber muerto frente a Atarazanas de Barcelona el primer día de resistencia popular al pronunciamiento militar, estoy seguro habría hecho cambiar la historia de nuestra guerra civil muy favorablemente?

En fin, muchas cosas cabría decir, pero con mis reiteradas felicitaciones acabo por hoy. Siempre a su disposición, suyo affmo.,

F. CARRASQUER