Nací en 1944 en el Paseo María Agustín 79 de Zaragoza, en la misma casa que nacieron mis padres.

De los 3 hasta los 5 años, colegio de monjitas en el Portillo: «El Asilo-cuna», era la zona degradada del barrio de «El Gancho». Aprendí a leer. Posteriormente me trasladaron a «los escolapios» donde pasé 11 años hasta el bachillerato superior. Tuve la suerte de encontrarme con el P. Saturnino Muruzábal que supo dirigir mi inquietud innata a la lectura (devoraba a Salgari), con recomendaciones directas: «Las inquietudes de Santi Andía» (Baroja estaba prohibido por la Iglesia y sus lectores excomulgados), y devoré la obra de Don Pío (costumbre que he mantenido: Cuando un autor me «flipaba», lo devoraba). Luego «La Celestina», otro libro prohibido y que me volvía a excomulgar, pero ya había cogido el vicio de la lectura y que he mantenido y alimentado TODA MI VIDA. Algo que nunca le agradeceré bastante al padre Muruzabal.

Casa Emilio se anunció en Andalán, por militancia primero, y, por eficacia después, desde el nº 2. Quiero contar la anécdota de mi primer encuentro con el profesor Eloy F. Clemente. Lo mandó Hormigón para que mi casa se anunciara…Eloy esbozó unos argumentos «toreros» sobre la eficacia de la publicidad…….Yo le contesté cuando termino aquella perorata que vi que Eloy no servía para comercial…: “Mira soy antifranquista y «Andalán» va a dar cobijo a periodistas antifranquistas. Cuenta conmigo”.

Posteriormente la vida de Casa Emilio y Andalán fue la de un amor apasionado. Yo destacaría los anuncios de Casa Emilio como elemento destacable y único en la prensa española, y, sobre todo, La publicidad más eficaz que ha hecho Casa Emilio. Cada peseta gastada en publicidad en Andalán me era devuelta multiplicada por diez.

De las cenas destacaré la última y que no la guisé yo, sino dos de los asiduos colaboradores de Andalán: Alberto Sánchez y el prof. Julio Linares. Acompaño fotografía del final de la velada con muchos rostros de los muchos colaboradores de Andalán.

Andalán en Casa Emilio

Por mi casa, con Andalán pasaron grandes intelectuales de los que yo citaría a unos pocos: Tuñón de Lara, Josep Fontana, Vázquez Montalbán, Manuel Sacristán, J.Luis L. Aranguren (¡!un lujo!!, nos visitó montones de veces. Cada vez que visitaba Zaragoza, recalaba en Casa Emilio). Creo que olvido a muchos, mi memoria tiene esas lagunas y hablamos de hace casi 50 años. Pero recuerdo que muchos de Andalán conocieron, además de a mis padres, a mi hermano Guillermo y a dos camareros de toda la vida, hasta su muerte: Pascual, y Josemari.