andalán 50 años » IV. Algunos nombres propios

PALLARUELO CAMPO, Severino
Puyarruego, 1954
Uno de los danzantes que bailaron en Aínsa durante la presentación de Andalán fue Severino Pallaruelo, para quien en temas de su especialidad, como en otros mucho, Andalán representa novedad en los tratamientos e incluso anticipación en los diagnósticos.
Licenciado en la especialidad de Geografía, ha sido profesor y catedrático de instituto durante tres décadas entre Sabiñánigo y Zaragoza. Este intelectual aragonés, sin duda entre los más creativos y personales con los que contamos, se manifiesta en múltiples registros: paisajista, etnógrafo, viajero, historiador-investigador, escritor… Varios son los premios que le brindan el reconocimiento debido (Instituto de Estudios Altoaragoneses, Ramón Pignatelli, Premio Nacional Marqués de Lozoya, Feria del Libro Aragonés de Monzón, Premio Truco, Salón del Libro Pirenaico Bagnères-de-Bigorre).
Es autor de múltiples ensayos y relatos, muchos de los cuales tienen como fondo el Pirineo aragonés que tan profundamente conoce: mitos y ritos (Viaje por los Pirineos misteriosos de Aragón); antiguos oficios (navateros, molineros, ferrones, trashumantes y pastores, maestros de agua); libros de viaje ( Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y la muy celebrada Guía turística de Aragón); y relatos como Tristes montes (Xordica, 2008), Ruedo de zuecos (2013) y, en aragonés, O trasgresor piadoso. En 1993 escribió, entre la investigación y la narrativa, una de las mejores novelas históricas publicadas en Aragón (Bardaxí: cinco siglos en la historia de una familia de la pequeña nobleza aragonesa).
Se define a sí mismo como “cándido y diletante, soñador, enamorado de la belleza y del amor” (Antón Castro, “Severino Pallaruelo”, Heraldo de Aragón, act. 13-12-2020). En su literatura se huye siempre de la impostura que detesta y podemos rastrear esa frontera lábil entre la observación transmisible de un curioso impenitente y la contemplación inefable que practica. Es posible que en esos cuadernos de autor que él mismo fabrica con buen papel y tapas de cuero, y que llena de dibujos y textos; o en esos vídeos más recientes poblados de músicas, voces e imágenes muchas veces surrealistas, podamos acercarnos con más certezas a este místico laico.