andalán 50 años » IV. Algunos nombres propios

SABIO ALCUTÉN, Alberto

Monzón, 1966.

Andalán nació cuando yo tenía seis años y a esa edad, como es sabido, se tienen cosas más importantes en las que pensar. He vivido toda mi vida adulta en democracia, en esa democracia que no surgió de modo natural cual crisálida de un gusano de seda cada primavera. La democracia no se regaló, se peleó en la calle y en los quioscos, como hizo la generación de Andalán, que luego han sido nuestros maestros.

Todavía hoy la versión de que la democracia se “otorgó”, como el Estatuto Real de 1834, se “concedió”, o en el mejor de los casos se pactó sin más en las alturas, actúa como traba para tener una cultura democrática profunda, un ilustrado sentido común democrático, si acertamos a decirlo con palabras de Habermas.

Medio siglo después de la creación de Andalán, me han salido muchas canas, soy catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza y director del Instituto de Estudios Altoaragoneses-CSIC. Participé en los actos del 25 aniversario y escribí el capítulo “La mirada del tardofranquismo. Un periódico nuevo en un Estado envejecido (1972-1978)” dentro del libro Andalán.1972-1987: Los espejos de la memoria.

En esas páginas abordé, desde los fogones de los antiguos gobiernos civiles, cómo era visto Andalán por la policía y por los servicios de información de la Guardia Civil, cómo fue demonizado y cómo acabó convertido para ellos en un tolerable fastidio. Soy autor también, junto a Nicolás Sartorius, del libro titulado El final de la dictadura. La conquista de la democracia en España (Madrid, Espasa, reed. 2018).