andalán 50 años » IV. Algunos nombres propios

SÁNCHEZ MILLÁN, Alberto

Zaragoza, 1943- 2009

Historiador, escritor, realizador de cine, operador de cine, fotógrafo. La mayor parte de sus actividades las realizó con su hermano Julio: a partir de la década de los 60 en el Cine Club Saracosta, sección del Club Cine Mundo, que presidió; fundador de los cine-clubs La Salle y Gandaya. Pero sin contactos, inexpertos, apenas supieron de la productora Moncayo Films (J. Muro, E. Alfaro, J.A. Duce, V. Monreal y el mejor, J. L. Pomarón). Y lo mismo con CINEKYPO, de Javier y Ernesto Tolosa. Con los años se moderó, tras lograr un trabajo fijo de botones en la Caja de Ahorros de Zaragoza.

Crítico de arte, de cine y gastronomía escribió estudios, biografías, crónicas, etc. y  en TVE en Aragón  dirigió el ciclo Aragoneses en el Cine. Jurado de certámenes y concursos de cine y fotografía. Realizador de documentales y cine independiente y reivindicativo. Comenzaron, con Julio, la revista Sombras.foto para la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza, de la que fue presidente y uno de los fundadores del Festival  Internacional de Cine de Huesca.

Alberto tuvo contactos con festivales, embajadas, delegaciones culturales y comerciales, la Filmoteca de París, la Nacional de España, Confederación Española de Cine Clubs, Federación Catalana y muchos Institutos extranjeros de cultura. Tuvo relación con Saura, Querejeta, Martín Patino, F.Lara, E.Piedra, P. Portabella, R. Gubern. O extranjeros como A. Tanner, T.Angelopoulos, T. Gutiérrez Alea. Y los aragoneses R. Tartaj, Julio Alejandro, Juan Luis y Alfonso Buñuel, A. Artero, E. Ducay, José A. Páramo, A. Castellón.

Publicó Cine Amateur e Independiente en Aragón, 1987 (en facsímil en la IFC, 2019). Y sobre Carlos Saura cuando le homenajeó el Festival de Huesca. Le recordaron Julio y sus amigos en el libro Oficio y memoria de un fotógrafo zaragozano, IFC 2017, declarada Mejor publicación por la Confederación Nacional de Fotografía.

Ambos o por separado han recibido la Medalla y Diploma Defensores de Zaragoza, la Medalla de la Agrupació Fotográfica de Catalunya, un Homenaje Nacional de la Confederación Nacional de Fotografía y el reconocimiento de la  Fédératión Internationale de l´Art Photographique FIAP  (Lucerna, Suiza)

Alberto venía a las reuniones de los lunes de Andalán con auténtica vocación de tertuliano, traía noticias y comentarios, contaba esos chistes que de tan malos nos hacían reír a todos. Escribió muchas críticas de películas en aquellas páginas que titulamos con los Pascual Rodrigo como de “las ocho artes liberales”, a sabiendas de que las clásicas eran siete. Estuvo hasta el final, escribiendo en los dos últimos números, que eran dobles. Escribió “Cervantes y Sender vistos por Alfredo Mañas y Alfredo Castellón” y “El extraño caso del Archivo de Manuel Rotellar”, destinado a abrir ronchas.

Cuando Andalán desapareció, acudió a aquellas divertidas cenas/tertulia en Casa Emilio, en las que siguió divirtiendo a todos con sus chistes, sus chascarrillos, pero también sus noticias, sus anuncios de trabajos, sus preguntas sobre éste o aquél cineasta, fotógrafo, o gente del mundo del espectáculo, de lo que tanto sabía, sin hacer nunca alarde. “Cinema Paradiso”, era su mundo, su fabuloso mundo interior. El de alguien que creía en el poder mágico del cine. Por eso era buscado y bien recibido siempre en los festivales de Huesca, La Almunia, Fuentes, donde quiera que fuese. Por eso, en pareja con Julio, resultaban utilísimos en toda empresa que precisase fotos, fuera un libro, una revista, un documental. Generosidad, profesionalidad, sencillez de sabio, son las palabras que mejor le definen. Admiración, gratitud, cariño en su recuerdo, deben ser la respuesta a ellas, a sus actitudes y hechos.