andalán 50 años » IV. Algunos nombres propios

VERA AYUSO, Juan José

Guadalajara, 1926-Zaragoza, 2017

Uno de los principales artistas contemporáneos de Aragón. Polifacético (pintura, escultura, collage, esculto-pintura, grabado…), lo vemos en su taller rodeado de pinceles, pinturas, lienzos, tablas y toda una serie de elementos que transforma, como verdadero pionero del reciclaje, en cuadros, esculturas y objetos. Mª. Belén Bueno, que estudió su faceta de grabador-pintor, nos recoge su opinión del año 1961 acerca del principal primado de su creación, la abstracción (“Juan José Vera: los grabados de un pintor”, Artigrama):

De todos es sabido que un cuadro, antes que una figura o paisaje, es una superficie coloreada en la cual los diversos tonos y gradaciones están ordenados y repartidos con arreglo a determinado sentido. Nuestra impresión varía ante las distintas combinaciones y una gama que no representa ningún objeto real, puede ser rica o escasa, elegante o pesada, caliente o fría, exaltada o apagada, triste o alegre. Por su grafismo, toque de pincel o por su textura podrían ser también jugosos o secos, fluidos o espesos, nerviosos o linfáticos, hablarnos del temperamento o estado de ánimo del pintor, tanto más cuando este actúa y se nos presenta son el disfraz de la cosa figurada

En 1942 se matricula en la Escuela de Arte de Zaragoza. Después, lo hará en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid. Ya en 1949 nos lo encontramos en la primera exposición de arte abstracto en España que se realizó en la Lonja zaragozana, y así se manifiesta como eslabón entre el Grupo Pórtico y la Escuela de Zaragoza. Efectivamente, amigo de los artistas del Grupo Pórtico, hacia 1958 inicia su relación artística con Ricardo Santamaría con quien formará, invitando a Sahún,  el Grupo Zaragoza.

Distintas exposiciones en Francia, Italia, Portugal, Iraq, Siria, Líbano y Cuba avalan su trayectoria que concluirá con la importante muestra que le organiza el año 2017 el Museo de Zaragoza, precedida por la retrospectiva en el Palacio de Sástago, ‘La abstracción como presencia’, en el 2001.

En el año 1986 se le concede el Premio Santa Isabel de Aragón, Reina de Portugal y, en el 2011, el Premio Aragón Goya. Más que entender su pintura, el artista reclamaba que fuera sentida y contemplada en silencio.