Sed de venganza
Javier Negrete vuelve a adentrarse en la divulgación del mundo clásico para narrar, con su maestría habitual, la mítica batalla de Platea (s. V. a.C,) donde los estados griegos- formado por las “polis” o ciudades estado más importantes: espartanos y atenienses- lucharon unidos contra el Imperio persa del rey Jerjes I, hijo del gran Darío, que aspiraba a dominar todo Oriente. La mayor y más cruel batalla de las conocidas como Guerras Médicas, que hizo cambiar para siempre el mundo antiguo tal y como lo conocemos.
Como es bien sabido, Esparta, a diferencia del resto de hoplitas, tenía el ejército mejor preparado. Maestros del arte de la guerra. Entre la épica y la leyenda, el modo de vida espartano, ha sido reproducido tanto en ensayos, novelas o películas. Por lo tanto, es fácil pensar que esta nueva novela del escritor madrileño El Espartano, sea una más, que se sume a la moda. Todo lo contario. Negrete es un especialista en el mundo antiguo, y así lo manifiesta tanto en sus novelas- de gran calidad, hasta el punto de convertirlo en un referente de este género literario- como en sus ensayos. No obstante el autor estudió Filología Clásica, y en la actualidad ejerce de profesor de griego en un instituto.
El argumento de la novela bebe de la literatura de Homero y Virgilio, Perseo, hijo del rey Demarato, por lo tanto uno de los herederos al trono,-Esparta tenía un sistema muy particular de gobierno, la diarquía, dos reyes, dos dinastías, por lo que un rey no podía hacer ninguna maniobra sin el consentimiento del otro-, por una serie de intrigas, cae en desgracia siendo desterrado de su patria Con honor, valentía y la esperanza de que con la ayuda de los dioses, pueda consumar su propia venganza, Perseo vivirá toda una epopeya de vivencias hasta conseguir reparar el mal causado pasando de ser «el último entre los espartanos al primero de los espartanos«.
Inevitablemente, hablar de Esparta, es hablar de la Batalla de la Termópilas. Negrete Nos describe los tres días de batalla de Leónidas contra el ejército de Jerjes, con una lúcida narrativa, pero muy cercana a lo que pudo ser la historia real. El lector que se acerque a esta parte de la historia, con la mente puesta en la novela gráfica de Frank Miller, o a la propia película, se llevará un chasco.
Los 300 espartanos del “anciano” Leónidas- tenía 60 años cuando murió en las Termopilas- no fueron los únicos guerreros que se enfrentaron al imperio persa. Además de los esclavos ilotas, los espartanos contaban entre sus filas con 2.120 arcadios, 400 corintios, 200 de Fliunte, 80 de Micenas, 700 tespios, 400 tebanos, 1.000 focenses y 1.000 locrios opuntios, lo que era conocido como la Liga Helénica –formada por Esparta, sus aliados del Peloponeso, Atenas y otros estados de la Grecia central–.
Una apasionante crónica novelada, fiel a los hechos que rodearon a la batalla, y a los hombres y mujeres que lucharon en ella.
Javier Negrete. El Espartano. Espasa 2017. 1006pgns