Unió de Rabassaires y Altres Cultivadors del Camp de Catalunya
La Unió de Rabassaires (UR) fue un sindicato agrario de campesinos no propietarios, que se fundó en 1922 por viticultores y con el apoyo decidido de los republicanos de izquierda en Cataluña. Su gran inspirador fue Francesc Layret. Lluís Companys fue, además, uno de los fundadores, y en sus comienzos dirigió La Terra, el órgano de expresión del sindicato.
En 1923, la UR promovió el primer Congreso de Trabajadores del Campo de Cataluña, que consiguió reunir en Barcelona a unos tres mil campesinos. En ese momento tendría unos veinte mil afiliados, lo que demostraría su vertiginoso crecimiento en un año.
Desde sus comienzos, la Unió inició una intensa campaña para que mejorasen los plazos y términos de los contratos de arrendamiento y aparcería, con el fin de que, en última instancia, el campesino consiguiera la propiedad efectiva de la tierra que cultivaba. Ese fue su principal objetivo siempre, lo que le enfrentaría tanto a los propietarios como a las soluciones colectivistas del anarquismo.
En tiempos de la Dictadura de Primo de Rivera, el sindicato optó por la moderación, lo que le permitió sobrevivir pero que provocó una clara desmovilización, ya que la afiliación bajó en unos seis mil afiliados. La llegada de la República generó un claro resurgir de la Unió. En 1933 contaba con doscientas cincuenta secciones y se había recuperado la afiliación, llegando a tener veinticinco mil miembros. El empuje de Unió también tuvo que ver con sus lazos con Esquerra Republicana.
Unió presionó en el Parlament para la aprobación en 1934 de la Ley de Contratos de Cultivos. Pero, el bloqueo institucional a esta reforma y la represión ejercida después de los hechos de octubre de ese año, hizo que el sindicato se radicalizase y se alejase de la propia Esquerra, acercándose a las fuerzas que con el tiempo terminaron por crear el PSUC.
En febrero de 1936 participó en el Front de Esquerres, el Frente Popular catalán. A partir de entonces, la UR alcanzará su máximo apogeo con seiscientas secciones locales y unos ochenta y cinco mil afiliados. En la guerra civil participó en el Comité de Milicias Antifascistas, y en septiembre de 1936 entró en el gobierno de la Generalitat. En ese momento se convirtió en el núcleo de la Federación de Sindicatos Agrícolas de Cataluña, pero se enfrentó claramente a las colectivizaciones agrarias promovidas por la CNT.
En el exilio la UR conservó una estructura organizativa en más de treinta departamentos franceses. Pero en 1948 entró en una crisis irreversible por disputas internas. Un sector, proclive a las tesis del PSUC, se escindió. En los años setenta aparecería la Unió de Pagesos.