17/02/2015

Así seguimos sanitariamente en Teruel

Después de una semana sin ti, e intentando seguir hacia delante como podemos, no nos queda otra que luchar por lo que nos inculcaste desde pequeñas. Luchar por la libertad y por nuestros derechos así que comenzaré por mi crítica y mi indignación ante lo sucedido.

Guadalaviar es un hermoso pueblo que pertenece a la sierra de Albarracín del que tanto mi padre como mi madre y nosotras nos sentíamos hijos sin serlo de nacimiento. Su distancia con Teruel es de 77 km, a unos 6 km del pueblo existe un centro de salud, en la población vecina de Villar del Cobo.

Cuando el trágico día 1 de febrero a las 16:30 h. mi padre comienza a encontrarse mal, llamamos al servicio de urgencias del Villar del Cobo. La médica, a la que agradecemos todo lo que hizo, se presenta en nuestra casa a las 16: 50 h., procediendo al ver el estado de mi padre a llamar a un servicio de emergencias para traslado que venía nada más y nada menos que desde Monreal del Campo. Dicho servicio es paralizado por el temporal, además de que venía de una población muy alejada de Guadalaviar aproximadamente  1 hora y 20’ de duración de trayecto. Al mismo tiempo sale de Teruel una Uvi móvil aproximadamente a las 16:55 h.

Mi padre empeora y el tiempo pasa y exactamente a las 17:15 h. sufre un paro cardiaco. Ante la impotencia llamo al 112 para que envíen un helicóptero el cual en breve se dispuso a salir desde Teruel a Guadalaviar.

El primer punto vergonzoso de todo esto es que la médica del Villar del Cobo no tenía en su servicio ni una enfermera, tenia 4 aspirinas, una dosis de adrenalina y algunas pastillas para estos casos de esas que se colocan debajo de la lengua. No tenia alcohol, ni siquiera algodón, hasta las jeringuillas se le acabaron. Y lo peor es que en la consulta del Villar del Cobo, no había nada más, ni jeringuillas, ni adrenalina… Nada… El centro de salud llevaba más de un mes esperando suministro.

El segundo punto vergonzoso es que la Comarca Sierra de Albarracín no dispone de ningún medio de uvi móvil para atender a los vecinos de la zona. Hay que esperar que vengan de Monreal, de Teruel, o a un helicóptero al que ordenan salir más tarde del aviso. Ni si quiera se activó en el hospital de Teruel un protocolo para caso de infarto, para estar preparados para recibir al paciente.

El tercer punto vergonzoso. Es que ante la impotencia tengo que llamar a mis propios vecinos para que ayuden a la médica y a mi prima a seguir con el masaje cardiaco que se le estaba dando a mi padre para mantenerlo con vida.

Después de una hora de tortura llegan la uvi y el helicóptero a las 17:55 h., casi las 18:00 h.
Mi padre ya está muy grave….  El servicio de la Uvi intenta salvarle la vida durante 40 minutos, el helicóptero se marcha a las 18:15 h. por no poder estabilizar al paciente para el traslado.
Mi padre fallece a las 18:40 h.

La rabia y la impotencia aumenta… Sé que el infarto de mi padre fue muy fuerte, pero aún me queda la duda de que, si todos los medios hubieran sido los que merecemos, los que supuestamente pagamos con nuestros impuestos, los que dan dignidad a las personas, quizá mi padre estaría vivo.

Hago esta crítica para luchar contra esta injusticia, porque los pueblos están abandonados, porque no hay medios y la población está muy envejecida, y porque el siguiente puede ser cualquiera.

Así que hago como querría mi padre, luchar contra esta injusticia que espero no se vuelva a repetir, al menos seguiré luchando por ello.

Por ti papá, Norberto Royo García. D.E.P