30/06/2015

También esto pasará

 

Milena Busquets

Editorial Anagrama. Barcelona, 2015

172 páginas

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Foto de Librerías de Zaragoza

También esto pasará se presentó en la librería Cálamo de Zaragoza el pasado mes de febrero. Milena Busquets llevaba sobre los hombros un chaquetón de paño azul marino. Estamos en junio y el clima ha cambiado; no así la fina capa de polvo que recubre la novela cuando finalmente lo cojo de la estantería. Hace ya meses que quedó sepultada bajo otros libros que recibo de las editoriales, o que se presentaron en otras librerías.

Es probable que el chaquetón de Milena se encuentre hoy en una funda de plástico, con una bola de naftalina en su interior. Sin embargo, Todo esto pasará sigue viva y a la intemperie. Así lo indica la web de Anagrama a través de un banner que informa del número de ejemplares vendidos, y que se alterna con la imagen de David Trueba, autor que también acudió a Zaragoza, a Los Portadores de Sueños, para presentar Blitz.

¿Qué es el éxito en literatura? Es imposible saberlo a priori, y sin embargo cuando se produce todo el mundo le encuentra una explicación razonable. Sucede como cuando un escritor se hace famoso. Antes de lograrlo sólo le hacen caso cuatro amigos; después resulta que todo el mundo era amigo suyo. Prefiero afrontar la lectura de los libros sin prejuicios, ignorando el éxito de También esto pasará, obviando que la madre de la autora fuera Esther Tusquets. Leerlo, en definitiva, como si se tratará de un libro más. Sólo de esto modo puede apreciarse su valor, al margen de las modas o la actualidad.

Me ha gustado el arranque de la novela, pletórico de sentimientos, narratividad y contención. Blanca –trasunto de la autora– acude al funeral de su madre. En el propio cementerio ya experimenta, junto al dolor de la pérdida, el deseo por un atractivo desconocido. Ese contraste tan freudiano entre las relaciones amorosas y el duelo –el sexo y la muerte– surcará todo el libro y se convertirá en lo mejor de él. La autora lo pone en boca del primer marido de Blanca, quien acude a Cadaqués al entierro de su suegra y le aconseja: “¿Estás triste? Folla. ¿Se ha muerto tu madre? Folla”. La novela se nutre a menudo de la provocación, no sólo en ese contraste entre sexo y muerte, sino también en la voluntad de la autora de elevar su propia voz, sacando a relucir aquello que la quema interiormente.

Otro aspecto a destacar es el entorno natural: Cadaqués. Los personajes comen y beben , se visten de un modo simple. La marihuana que fuman nace del campo de Guillem, el otro exmarido de Blanca. Las relaciones amorosas son espontáneas: sin móviles, sin whatsapps, sin Facebook. Una especie de esencialidad parece rodear todo y transmitirse a la prosa. Aunque quizá en este punto la novela cae en ciertos estereotipos. La autora exhibe su estilo, con contención, tal como escribía al principio. Una contención que nace, quizá, de las muchas correcciones hechas al texto. En este punto es donde se adivina que Milena Busquets ha sido editora. Corregir un texto literario equivale a meter naftalina en la funda donde conservamos un chaquetón azul marino: evitamos que el tiempo lo apolille.