14/10/2020

“Música, sólo música” (Conversaciones entre Murakami y Ozawa)

En octubre de 2020 ha aparecido este libro, “Música, sólo música” (Tusquets, 329 páginas) que contiene las conversaciones mantenidas en diferentes lugares entre Haruki Murakami y Seiji Ozawa sobre temas musicales, entre noviembre de 2010 y julio de 2011.

Haruki Murakami (1949) es un escritor japonés de reconocido prestigio, autor de más de una decena de novelas, que han conseguido una amplia difusión en todo el mundo, con gran éxito de lectores. “La muerte del comendador”, publicada en dos volúmenes en 2018/19, ha sido su última entrega.

Seiji Ozawa (1935), director de orquesta japonés, ha desarrollado una brillante carrera al frente de numerosas orquestas, tanto como titular como invitado. Tras estudiar con Hideo Saito (1902-1974), su admirado maestro, se formó como asistente de directores como Karajan y Berstein. Ha dirigido, entre otras muchas, las Orquestas Sinfónicas de Toronto, Boston y San Francisco y ha sido Director musical de la Ópera de Viena. Tras diagnosticársele un cáncer en 2010, tuvo que interrumpir o disminuir su actividad como director.

En las novelas de Murakami tiene siempre mucha importancia la música, clásica o de jazz, a la que hay constantes referencias. Por ello no es extraño que haya  compartido opiniones y vivencias con el maestro Ozawa, su compatriota. Quizás resulta sorprendente que esas conversaciones hayan esperado a publicarse diez años después de haber tenido lugar.

El lector interesado debe conocer que esta obra no es una novela ni una narración de Murakami sobre música. Es la transcripción de conversaciones o entrevistas –preguntas y respuestas–, con el maestro Ozawa. Incluso, en ocasiones, sus opiniones se refieren a la audición discográfica de obras concretas e intérpretes determinados, que no pueden valorarse enteramente sin escuchar la versión a la que hacen referencia.  Por ello este libro está llamado a atraer especialmente al lector aficionado a la música y con un cierto interés por conocer más del mundo de la composición y la interpretación musical.

Hechas estas advertencias, el melómano disfrutará de las curiosidades y opiniones sobre obras musicales, orquestas, directores y solistas, que van surgiendo de esas conversaciones: las personalidades tan distintas de Karajan y Bernstein; las rarezas y genialidad de Glenn Gould; detalles del concierto para piano nº 3, de Beethoven; las sinfonías de Mahler, tan poco conocidas hasta los años sesenta del pasado siglo; múltiples anécdotas sobre conciertos concretos. También se comenta el mundo de la ópera: la admirada Mimí de Mirella Freni; la difícil personalidad de Carlos Kleiber; el desafío de dirigir en La Scala de Milán, donde en 1980, con Tosca, Ozawa sufrió los abucheos de sus crueles aficionados.

Finalmente Murakami comenta su estancia en Rolle, pequeña ciudad suiza, donde asistió al curso de verano de la Academia dirigida por Ozawa y destinada a alumnos destacados con dedicación especial al perfeccionamiento de los cuartetos de cuerda. Sus impresiones sobre lo escuchado a lo largo de los ensayos y conciertos en la Academia da pie a una última conversación sobre la enseñanza de la música y las diferencias entre los músicos occidentales y orientales.