La guerra del soldado no es la del general
Enrique Gómez
C. S. Forester
Un militar del 14
Ed. Los Libros de Nuestro Tiempo
Barcelona, julio 1945
218 págs.
Esta reseña se refiere a un libro de C. S. Forester ,‘Un militar del 14’, editado en castellano el año 1945. Es traducción del inglés original, titulado ‘The General’. Enrique Gómez, presidente de ARMHA, se propone en la presente colaboración rescatarlo del olvido.
El original tenía por título «The General» que, me temo, podría malinterpretarse en la inmediata postguerra española en la que se editó, y de ahí que no se mantuviera y cambiase por el de Un militar del 14, respondiendo menos a la verdad del contenido. Tapa dura, cosido, con su huecograbado y sobrecubierta sobria y bien diseñada, 218 páginas con papel rugoso típico de una época de dificultades de suministros y tipografía aceptable.
Cecil Luis Troughton-Smith, que ese era el auténtico nombre del autor (normal que lo modificara), es conocido por la magnífica saga naval dedicada a Horacio Hornblower y editada por editorial Edhasa en España. Desde mi punto de vista, sobrepasa a la serie de Patrick O’Brian, quizás mucho más conocida. Siempre he considerado que con un capítulo de Forester, O’Brian hace un libro completo. Nacido justo a finales de siglo XIX, murió Forester en 1966. Varias de sus novelas, incluida alguna oceánica, fueron llevadas al cine y nos puede dar idea de su talento literario la muy afamada La reina de África, que no creo que le sea indiferente ni al espectador más lerdo.
Entrando en materia, la novela que nos ocupa, «The General», es, por supuesto, una novela de guerra… aparentemente. En realidad, es más bien una disección de sistema de clases británico en el que la guerra solo es el telón de fondo de una determinada época de la Historia: nada que pueda perturbar la monolítica institución del clasismo elitista de esa sociedad. Nuestro héroe pertenece a una clase, digamos, de caballeros nobles que con un cierto renombre pugnan por escalar la pirámide social a través del correcto ejercicio de sus funciones y obligaciones para con el Imperio.
El meollo, lo importante, lo más destacable de esta obra literaria es que no te muestra la guerra como el escenario apocalíptico lleno de miseria, muerte y piojos; un mundo de cobardes, idealistas, miserables, asesinos y héroes forzados a llegar a sus límites. No, aquí no tenemos que dilucidar si el héroe es aquel al que le da más miedo salir corriendo. Nuestro personaje principal, Sir Herbert Curzon , desde luego no teme a la muerte y su situación bélica pocas veces le pondrá cerca de ella (escasos son los generales que mueren en la batalla). A lo que más teme el general es a cometer un desliz frente al orden militar establecido. Es el general perfecto, no pone nada en cuestión, no tiene críticas a la forma de llevar la guerra; él mismo es un ordenancista que, por una serie de manejos y chiripas, llega al máximo nivel de su propia incompetencia.
Vemos así el conflicto bélico, no desde la trinchera, un lugar mucho más literario, sino desde el poder sin escrúpulos, sin culpabilidad. Nuestro hombre está donde el sacrosanto orden social lo ha puesto, sin cuestionarse nada, sin hacerse preguntas filosóficas incómodas. Sus hombres son para él invisibles; maneja los movimientos sobre el tablero con total indiferencia al sufrimiento humano. Todo es «como tiene que ser». Como diría Horacio Nelson en Trafalgar, “Inglaterra espera que cada uno cumpla con su deber”.

C. S. Forester -Cecil Louis Troughton Smith- (1899-1966). Escritor y guionista británico.
Y esto es lo interesante de este libro: nos acerca al pensamiento (mínimo) y a la obra terrible de un individuo que no se plantea el poder, que forma parte de él. Alguien que no se ve en peligro en el fondo de una trinchera; alguien que bebe champán y disfruta de una anodina y cómoda existencia, mientras ejerce de eslabón fundamental en los engranajes de una maquinaria que destruyó millones de vidas. Es un acercamiento diferente, antipático, sí, pero importante para entender la psicología del verdadero enemigo del soldado: su general.
Es un libro diferente, frente a los muchos que sobre la historia de ese periodo negro de comienzos del siglo europeo se han escrito, en el que se aprecia cómo los generales usaban tácticas napoleónicas con armamento propio de la Revolución Industrial. Aquí tenemos el punto de vista menos recurrente: el del caballero victoriano, el del poderoso. Forester escribe con una elegancia y pulcritud dignas de una época que ya no volverá, y con una ironía de fondo que hoy ya muchos no entenderían.