12/04/2021

Cine y derecho. Togas en la gran pantalla

Con este título acaba de aparecer un interesante libro de Rafael de Mendizábal Allende, magistrado emérito del Tribunal Constitucional. Una obra que se suma a la amplia colección de libros dedicados a comentar el tratamiento cinematográfico de las cuestiones vinculadas al mundo del Derecho.

El Derecho en las pantallas

El Derecho y su aplicación a las relaciones sociales han servido de argumento para un número muy elevado de películas. El Derecho, entendido no sólo como conjunto de normas jurídicas positivas, sino también en sus variadas conexiones con las  relaciones sociales, la política, la moral  y la aspiración a obtener justicia, y su interpretación en casos concretos en distintos procesos judiciales..

Especial éxito han tenido películas en las que la representación de un juicio ha servido de culminación a su desarrollo, para decidir la culpabilidad o la inocencia del acusado en relación con los delitos que se le imputaban. En muchos films ha destacado el interés y la habilidad de los interrogatorios de acusados y testigos y la calidad oratoria de los informes finales de fiscales y defensores.

 

Gregory Peck en «Matar a un ruiseñor»

 

Muchos espectadores recuerdan la sobresaliente actuación, en la función de abogados defensores, de actores como Gregory Peck (Matar un ruiseñor, El proceso Paradine), Charles Laughton (Testigo de cargo), Paul Newman (Veredicto final, La ciudad contra mí), o James Stewart (Anatomía de un asesinato), y de jueces, como Spencer Tracy (Vencedores o vencidos).

En los últimos años la  producción  de series para televisión ha prestado también mucha atención al funcionamiento de los despachos de abogados y a sus diversos estilos para enfrentarse con las cuestiones jurídicas. Algunas de ellas han alcanzado gran éxito y numerosa audiencia: Ally McBeal, Suits, Shark, The good wife, The good fight, Cómo defender a un asesino, Goliath, Better call Saul o Caronte.

 

La literatura sobre cine y derecho

Esa relación entre derecho y filmografía ha sido estudiada y comentada en  gran número de libros, poniendo de relieve los distintos aspectos del tratamiento de los casos y las múltiples e importantes  implicaciones que la justicia y el Derecho tienen en la vida de los ciudadanos cuando se ven afectados por un hecho delictivo o por una situación litigiosa.

La mayor parte de esos libros se han centrado en el comentario de algunas de las películas que han logrado mayor repercusión por el acierto de su guión y la calidad de su realización cinematográfica. En otros casos, se analiza el tratamiento cinematográfico de temas específicos dentro del género, como las diferencias raciales, la pena de muerte o la prostitución Hay colecciones, como la de la editorial Tirant Lo Blanch, que incluyen títulos sobre “El verdugo”, “Blade Runner, el derecho guardián de las diferencias”, “El color de la justicia”, “Cine y pena de muerte”, “Prostitución y derecho en el cine”. Y libros que efectúan una recopilación básica de los films más destacados, como el reciente “Derecho y cine en 100 películas” (Rivaya García, 2ª edición, 2021, 660 páginas).

 

James Stewart en «Anatomía de un asesinato»

 

Nuevos planteamientos van siendo también objeto de comentario en libros como “Derecho y justicia en Juego de tronos” (Alenza García, Aranzadi, 2020), o “Los superhéroes y el derecho” (Fernández Sarasola, Tirant lo Blanch, 2018)

 

El nuevo libro de Rafael de Mendizábal

“Cine y Derecho. Togas en la gran pantalla” (Editorial Almuzara, 2021, 387 páginas) es un libro que reúne múltiples atractivos para los interesados en el tema, abordado desde un profundo conocimiento del Derecho y una gran afición a ese género cinematográfico. El autor ha desarrollado una importante carrera profesional en la magistratura (Tribunal Supremo, Audiencia Nacional, Tribunal Constitucional, Tribunal Europeo de Derechos Humanos), lo que le ha permitido conocer en directo múltiples casos de aplicación del Derecho. Y ha mantenido a lo largo de su vida especial atención a las películas que tenían como argumento casos judiciales y cuestiones relativas a la interpretación y defensa de los derechos.

En el libro, en una primera parte, Rafael de Mendizábal efectúa un estudio introductorio de la evolución del cine sobre temas jurídicos. Destaca que el cine forense muestra la dimensión humana del Derecho caso por caso, como en la vida, sin abstracciones. Y que este cine es como una ventana abierta al mundo jurídico desde la perspectiva de la realidad social, poniendo el acento en el hombre.

 

 

A continuación dedica un estudio individualizado a veintidós películas que, según el criterio del autor, considera  representativas del género forense. Sus comentarios contemplan muy diversos aspectos de cada film: el contexto histórico y social de la época y del director, el argumento, los criterios estéticos del film, alguna secuencia concreta magistral, y el desarrollo del juicio que aparece en la película. Englobadas bajo títulos que indican el aspecto sobre el que profundiza especialmente su comentario, se analizan las siguientes películas:

-Justicia y Derecho: M, el Vampiro de Dusseldorf, El delator, Un hombre para la eternidad, El caso Winslow;

-Los derechos fundamentales: Pena de muerte, La amistad, La costilla de Adán;

-La Constitución: El hombre que vendió su alma, La conspiración, El hombre que mató a Liberty Balance, Juicio en Berlín;

-La jurisdicción ordinaria, el Juez: Anatomía de un asesinato;

-El jurado: Doce hombres sin piedad, Traición al jurado;

-La jurisdicción militar: El sargento negro;

-Los tribunales eclesiásticos: El crisol, Las brujas de Salem;

-La Justicia penal internacional: Nuremberg, ¿Vencedores o vencidos?;

-El Ministerio Público: La noche cae sobre Manhattan, JFK, Caso abierto;

-La abogacía: Pactar con el diablo, Matar un ruiseñor.

Son películas  producidas en un amplio espacio de tiempo, desde 1931 a 2010, con especial atención a títulos ya clásicos de las décadas de 1940, 1950 y 1960. Aunque los aficionados al tema puedan lamentar la ausencia de alguna digna de estudio, estarán de acuerdo en valorar todas las películas escogidas, cuyos argumentos y realización permiten plantear  las cuestiones jurídicas que el autor del libro ha pretendido comentar y subrayar. Cuestiones que siguen siendo de plena actualidad en el mundo y la sociedad en que vivimos.