Aventuras imposibles
Aventuras imposibles, escrito por José Gastón Sanz . Ed. Certeza. Zaragoza.
Ver es haber visto, nos decía Pessoa, y quizá por ello, José Gastón que ha visto y vivido tantos paisajes y aventuras, ve y escribe con originalidad propia lo que podría parecer “corriente”.
Intrépido se sube a las atalayas, se adentra en las cuevas … y escribe los cuatro cuentos que forman “Aventuras Imposibles”. Es rápido en las descripciones, ágil en los diálogos, inesperado en algunos finales. Con su lupa-lápiz descubre perros con cuerpo de sirena, y descifra el dialecto del futbolín. Sigue huellas sonoras, olfativas… y como detective surrealista descubre a Picabicis y otea el olor de un fogaril o de la 3º Guerra Mundial.
Con él aprendemos a sobrevivir en agrestes naturalezas, a sentir el terrible impacto de las guerras en el Medio Ambiente y a resolver los conflictos de forma pacífica, sin dejar que se nos vayan de las manos; y cuidado, que lo pequeño también tiene repercusiones de lo más casi inimaginables:! la colocación de una escultura puede hacer sufrir a una bicicleta!
José Gastón toma su brújula de explorador rebelde para escribir un libro sin fronteras; el Norte está en los sentimientos, no hay distancias entre lo real y lo imposible, los horizontes y matices los traza nuestra mirada.
Tras egoístas nubes tóxicas descubre forros de plata, actos cotidianos que brillan y muestran el valor del respeto. Son así también los poéticos dibujos de Geles Vives que con un toque de lápiz y goma regalan luz y enfocan sensaciones afectivas, sencillas y esperanzadas.
A los que hablamos de vez en cuando con el autor, cada cuento nos recuerda algo que hizo o que le pasó, pero en la presentación de su libro se lo rebatió a su estupendo amigo Antonio Abad; quizá es que, cuando él escribe, se arriesga y no se ata a una cuerda ordenada de vivencias; se lanza cual quebrantahuesos por horizontes llenos de recuerdos, sueños, frases que oye a sus hijos y sobrinos, risas que vuelan sueltas tras las tormentas … y de esta forma todo sugiere nuevos caminos.
El autor tiene una gran habilidad para dibujar planos y en esta ocasión ha creado mapas-cuentos que nos ayuden a convivir entre diferentes, a admirar lo pequeño, a despertar curiosidad … eso sí, sin imposiciones de ningún tipo. Cuando usted lo lea descubrirá que la lupa, la brújula, las palabras … nos evocarán algo distinto a cada uno, es señal de que la imaginación es acción y de que la diversidad y el respeto a nuestras diferencias es la gran Aventura Posible.
Estos cuentos son para toda la gran mayoría de seres vivos que se arriesgan diariamente a no ser domesticados … y/o a todos los que, confiados y seducidos por los sentimientos, hacen la sociedad mucho más divertida, imprevisible y habitable.