El Museo Rodin de París

Auguste Rodin está considerado el padre de la escultura moderna. El museo que guarda su obra y su memoria es una antigua mansión del siglo XVIII en el corazón de París. Entre sus numerosas obras destacan El Beso y La edad de bronce. También obras de Camille Claudel, Monet, Renoir o Van Gogh. Está rodeado de un florido jardín que se convierte en un magnífico museo al aire libre, donde emergen bellísimas esculturas.

Es temprano y una tenue bruma envuelve el cielo parisino. El boulevard Saint Germain todavía está solitario. Entro en el café Les deux Magots y bajo la atenta mirada de los magos inmóviles que presiden el café, aspiro el aroma de un té de Ceylan. Sin prisas, paseando, me dirijo al Museo Rodin situado en la calle Varenne. Fue inaugurado en 1919.   

Al penetrar en el vestíbulo me transporto a otra época. Admiro de cerca las maravillas del arte escultórico recorriendo las distintas estancias ricamente decoradas y conservadas como en la época del artista. Las obras están dispuestas cronológicamente.   

Rodin nació en París el 12 de noviembre de 1840. En 1875 viajó a Italia, donde estudió el movimiento y la acción muscular en las obras de Donatello y Miguel Ángel. Rodin investigó exhaustivamente la anatomía del cuerpo humano llegando a la transgresión de los cánones académicos que llenó a sus figuras de curvas, movimiento voluptuosidad y vida.     

Su reconocimiento llegó en 1877 con la exhibición en el Salón de su desnudo masculino La edad de bronce. Está expuesto en la planta baja del museo. Este trabajo levantó controversia dado su extremado realismo y provocó la acusación de que había hecho moldes de yeso a partir de modelos vivos.

Eva, El hombre de la nariz rota, La catedral en la que dos manos representan la creación. Rodin representó a Dios con una mano derecha, símbolo de poder, fuerza, coraje y triunfo, al príncipe de las tinieblas lo plasmó a través de una mano izquierda, que remite a lo ambiguo, engañoso, falso y débil.

El beso es una de sus obras más famosas. De talla rugosa y mediante contrastes de luz y sombra, crea los cuerpos entrelazados de los amantes que nos advierten de los diferentes sentimientos que provoca el amor.

La pareja siempre fue uno de los temas predilectos del artista. Para Rodin como para los pintores impresionistas la luz era muy importante. Los pintores impresionistas quieren transmitir sus impresiones al espectador, y Rodin intenta con su escultura trasladarnos sus sentimientos y pasiones.

Asciendo por una escalera con una bonita balaustrada de hierro forjado. En el primer piso se exhiben acuarelas, dibujos, terracotas, bronces y objetos de plata de la colección del artista. En la segunda planta hay una sala dedicada a Camille Claudel, gran escultora, discípula y amante de Rodin.

En el jardín se combinan el arte arquitectónico, el escultórico y la naturaleza. En estos cuidados jardines a la inglesa se encuentran varias de sus obras. Sobre un pequeño pedestal, El pensador, que es el retrato de Dante que formaba parte de Las puertas del infierno, la gran obra inacabada del escultor en la que trabajo durante 20 años. Los burgueses de Calais, un monumental grupo en bronce en el que se representan personajes históricos con gran penetración psicológica. La escultura de Balzac es una figura gigantesca. Lo vistió con una austera bata que se ponía por la noche mientras trabajaba, dejando que toda la atención descanse en la poderosa cabeza de rasgos profundamente marcados.

Rodin escribiría en su testamento: «El arte sólo comienza con la verdad interior. Que todas vuestras formas, todos vuestros colores, traduzcan sentimientos».

Murió en Meudon, cerca de París, un 17 de noviembre de 1917. Su tumba está celosamente custodiada por una de las copias de su gran obra: El Pensador.