El Museo Scriptorial de Avranches

Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca

Jorge Luis Borges

 

El Museo Scriptorial de Avranches es un museo dedicado al libro medieval próximo a la abadía de Mont saint Michel. Guarda  199 manuscritos iluminados  por los monjes de la abadía  del Mont Saint Michel. Contiene textos sagrados y profanos  del pensamiento de todos los tiempos. Obras de San Agustín, Aristóteles y Abelardo. Hay salas dedicadas a la elaboración de manuscritos, estudio de los pergaminos, y de las tintas  y pigmentos usados por  copistas e iluminadores.

 

 ABADÍA DE MONT SAINT MICHEL

Es temprano, vamos recorriendo la costa y sus acantilados. Observamos  un gran respeto arquitectónico y un urbanismo exquisito. En el cielo nubes deshilachadas rodando sobre nuestras cabezas. La aurora fulgura en el norte como un bello sueño, como si el mundo estuviera encantado. De pronto descubrimos el Mont Saint Michel, un monte imponente que corona la abadía gótica. Esta considerado Patrimonio de la Humanidad.

ABADIA-DEL-MONT-SAINT-MICHEL

Cuenta la leyenda  que en el siglo VIII, el arcángel San Miguel se  apareció en sueños al obispo Aubert de Avranches, ordenándole que erigiera un templo sobre el monte. Se levantó una abadía benedictina de estilo románico. En el siglo XIII, los monjes, deseosos de mayor confort y luminosidad, con las ayudas del rey de Francia, que acababa de conquistar Normandía, levantaron lo que se conoce como “La Maravilla” ,una abadía gótica encaramada sobre el peñón en tres alturas, cuya belleza y arquitectura son únicas por su genialidad y audacia. El carácter defensivo de todo el conjunto le permitió resistir los asedios británicos durante la guerra de los Cien Años en los siglos XIV y XV. Durante la Revolución Francesa, la abadía hizo las veces de cárcel. No fue rehabilitada hasta el siglo XIX, en que se convirtió nuevamente en lugar de peregrinación de los  románticos.

Subimos serpenteando la única calle que nos conduce a la Iglesia que se levanta majestuosa en lo más alto del monte  coronado con  una estatua de San Miguel.

La Abadía está dividida en varias partes. Al oeste se encuentra la abadía románica y al otro lado la Mervell, con  el claustro donde los benedictinos rezaban hace 7 siglos.

           

MUSEO SCRIPTORIAL  DE AVRANCHES

Antes de visitar el museo Scriptorial  tomamos un café en una  típica taberna. Mientras aspiro el aroma del café pienso en la azarosa y fabulosa historia del libro: el olor de tinta fresca de un libro recién nacido, hijo de la fantasía y viajero del tiempo, su tacto, el deslizar susurrante de sus hojas. El libro es un amante fiel, tierno o cruel según elijas, eterno o efímero según lo ames. Te hace partícipe de historias fantásticas, de vidas de papel, de placeres no vividos. Es fascinante su forma, su evolución, sus materiales: arcilla para la tablilla, papiro para el rollo y pergamino para el códice.

Biblioteca de Avranches

Biblioteca de Avranches

Fue en un pozo de Mesopotamia donde se encontró el primer libro en forma de pequeñas placas de marfil dispuestas en acordeón y cubiertas de cera. Era un tratado de astronomía escrito por el rey Sargon II. El libro  impreso más antiguo fue “Sutra del Diamante”  texto budista elaborado en China en el año 868 d/C. La Biblia de Maguncia fue el primer texto impreso en Occidente en 1454.

La entrada al Museo Scriptorial de Avranches es un viaje al mundo maravilloso del libro medieval. Hay salas dedicadas a la elaboración de manuscritos, reuniendo los útiles y los materiales usados por los copistas y los iluminadores. El estudio de los pergaminos, el empleo de las plumas de ave o de cuerno de buey, la diversidad de tintas, de pigmentos y la utilización de pan de ángel.

Me aproximo a  una vitrina y observo la “Crónica y Revelación de la Iglesia del Mont Saint Michel,” del siglo XI con  una enigmática inicial decorada con palmeras, un hocico animal, una rosa y abreviaciones en latín. También “de los Diálogos de San Gregorio el Grande”, del siglo XI con una gran letra P de “Postquam”   que invita a una interpretación mística. En el interior de la P, ramos y frutos de acanto simbolizan la inmortalidad del alma, la capacidad de regeneración del hombre, así como  el águila y el león, expresando  el enfrentamiento del espíritu y la carne.

PAGINA MANUSCRITA DE AVRANCHES

Libros iluminados  durante la época de la ilustración  con los retratos de los autores preferidos por los artistas. En las primeras páginas, “San Agustín, contra Faustus”: San Agustín apoyado sobre un tapiz volador con el libro sobre las rodillas y mirando al ángel que le presenta los libros sagrados,  fuente de su inspiración. El  artista se caracteriza por su discreción, sencillez,  pulcritud y claridad del trazo. La imagen medieval debe “hablar” a los iletrados y los artistas conocen perfectamente los códigos de las posiciones y gestos de los representados; “San Ambrosio escribiendo bajo inspiración divina” indicando con  el extremo de su pluma  su tratado “Des bienfaits de la mort”.

Manuscritos de derecho canónico y civil. “Religiosos ante un tribunal civil” del s. XIV. París. “Tratado sobre el matrimonio”y “Les Décrétales” del Papa Gregorio IX redactados  hacia 1230 constituyen una colección canónica de gran importancia en su tiempo. Se expone un bello ejemplar de gran formato ejecutado en Padua rodeado de sabias ilustraciones. Miniaturas con intención didáctica, ilustran el comienzo de cada uno de los cinco libros de texto y una profusión de figuritas grotescas y de fantasía rompen con toda libertad la monotonía de las páginas.

LIBRO MANUSCRITO DE AVRANCHES HMS

Libros sagrados: Una  Biblia monumental de dos volúmenes  de 1200 páginas transcritas por un solo escriba, profusamente decorada con 84 iniciales historiadas sobre un espeso fondo dorado. Colores vivos, el azul y el rojo extendidos sobre un fondo de oro, y el arte de la luz nos recuerda el esplendor de las vidrieras de las catedrales góticas.

Miro por última vez la silueta de Saint Michel, el monte picudo que apunta al cielo y se diluye en la creciente marea. La Abadía se refleja en el  gran espejo  del agua que prolonga sus torres y las esmalta como si fueran de espuma y humo.

Está lloviendo. Las calles tienen brillo de lluvia.