Un patio nacido para el amor

Patio_de_la_InfantaLa Zaragoza del Renacimiento estaba compuesta principalmente por comerciantes ricos, infanzones y juristas de renombre. Estos ciudadanos pudientes, construyeron, a lo largo del siglo, casas-palacio, que demostraban el poder y la posición social de sus dueños. De los más de doscientos palacios que se cree que existían, hoy tan solo quedan una veintena. El espejo en el que mirarse, de todos esos palacios fue sin duda el palacio de Gabriel Zaporta o también conocido como “Palacio del amor”, del que hoy tan solo nos queda su patio, conocido como “Patio de la Infanta”, por ser el lugar donde iría a vivir a comienzos del siglo XIX, la viuda del infante don Luis, María Teresa de Vallabriga

Gabriel Zaporta mandó construir, en 1549, la que se convertiría en una de las casas más hermosas de su tiempo, cuyo mensaje de amor y de pasión oculta, proclamaba al mundo la fortuna de su dueño. En las columnas del patio, puestos a la luz del mundo, aparecen representados dioses paganos hechos en alabastro, cuyos símbolos estaban relacionados con la astrología y los planetas. Magdalena Lasala, regresa a la novela histórica con La casa de los Dioses de alabastro. En la novela, la autora, no sólo pone nombre al autor de ese hermoso patio, hoy en día todavía se desconoce quién fue, sino que a su vez las dos protagonistas Brianda de Santángel, que viajará de Valencia a Zaragoza, para encargarse del cuidado de Leonor, la enfermiza hija de su tía, Sabina, casada con Zaporta y Perla de Zaragoza, criada morisca de los Zaporta, que junto con su primo Jabir, serán los últimos miembros de una familia de estudiosos de las estrellas y las artes de su lenguaje, cuyos relatos, siempre en primera persona, nos irán presentando tanto a los personajes secundarios, como los misterios que guardan las propias columnas del patio, que están relacionadas con un libro, realizado por el propio escultor, que contiene las predicciones no sólo de la propia familia Zaporta, sino del futuro de la Zaragoza de aquel tiempo.

La autora rinde homenaje a su ciudad natal, Zaragoza; Y es ella misma y el patio, los verdaderos protagonistas de esta novela. Desde Almanzor. El guerrero del Al-Ándalus, no habíamos encontrado otra novela, de la misma autora, con un ritmo casi poético, dónde, a modo de mosaico, las pasiones, odios, crímenes, traiciones y engaños, queden tan a la vista, en el marco de un amor pasional, que acabará en tragedia griega, teniendo como único cómplice al lector.

 

Lasala, Magdalena. La Casa de los Dioses de Alabastro. Editorial Martínez Roca 2013. 446 págs