La tormenta perfecta

Siete años de vacas gordas y otros tantos de vacas flacas. Más o menos, el sueño del faraón siempre ha sido una constante histórica, antes y después de las pirámides de Egipto. Con la particularidad de que en ocasiones las vacas gordas se presentaron opulentas, y otras veces, las flacas se tornaron en esqueléticas. Y parece que en estas últimas estamos. Lo que en símil cinematográfico sería La tormenta perfecta.

Prácticamente todos los gobiernos europeos se van socarrando con la crisis económica. El último el del Reino Unido. También la Sra. Merkel, que parecía incombustible ha perdido, en Renania. Actitudes defensivas de todos ellos y al final colleja en las elecciones. Como ejemplo citemos que el pasado día 13, la “cancillera” alemana anunciaba en Munich “medidas drásticas de ahorro que no excluirían área alguna porque Alemania ha vivido durante muchas décadas por encima de sus posibilidades”.

Y en España ¿qué? Pues casi ná. Una crisis financiera internacional sumada a otra “tipycal spanish ladrillo”. Primero Mister Zapatero ha taponado como ha podido la brecha a base de eurilllos prestados. Pero los números rojos crecen demasiado deprisa y los especuladores amenazan sin pausa nuestra deuda. Nos apremian para que reduzcamos el gasto, pero entonces disminuirá el consumo, y si las empresas venden menos no se creará empleo. O sea que una auténtica madeja. Y aunque haya quien piense lo contrario, no creo que con otro gobierno fuera diferente. Seguramente estaríamos igual pero con más guerra social.. Pienso que las fuerzas negativas de los mercados son tan poderosas que no permiten que nadie haga milagros en seco. Y ciertamente desde el PP no ayudan nada. Para ellos cuanto peor, mejor. Todo lo que hacen y dicen va dirigido a recuperar el poder. Nos comparan con Grecia, sabiendo que perjudican los intereses de España. Defienden el ajuste severo y luego dicen que Zapatero se ha pasado. Bueno, un sinfín de dislates. Justo ahora, lo que menos necesitamos son fariseísmos de la bondad o de la verdad.

 Nos dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora toca corregir. Con la crisis España se ha empobrecido. Es más pobre el Estado, las autonomías, los ayuntamientos, las empresas y los ciudadanos. Y desde luego, sería obsceno que algunos colectivos de españoles vieran los toros desde la barrera, como si fueran intocables. Y entre ellos cito al colectivo de funcionarios, que aunque no cobran grandes sueldos, sí tienen un plus de valor incalculable en estos tiempos, que es la del empleo fijo y seguro. También incluyo a los pensionistas porque si papá Estado tiene muchos menos recursos, todos los beneficiarios lo tendrán que sufrir en mayor o menor medida. Nos imponen, pues, más sobriedad. Puede ocurrir que haya quienes salgan beneficiados con ella por aquello de que “de grandes cenas están las sepulturas llenas”, pero lo malo es que “están más llenas por las escasas cenas”.

Aunque algunos colectivos apenas habían sufrido la crisis hasta ahora, con los recortes del Gobierno del 12 de Mayo, casi nadie se va a librar. Además, tal y como están las cosas, es fácil predecir que las altas cifras de paro van a coexistir con nosotros durante bastante tiempo, y por supuesto, no podemos abandonar a los parados aplicando la consigna de sálvese quien pueda. Estimo que deben ser ayudados, gobierne el Sr. Zapatero, el Señor Rajoy, o el Sr o la Sra X, comportando sacrificios para todos los demás ciudadanos. Por supuesto, más para los que más tienen o cobran.