50 años de arte en Aragón, en la Colección CAI
Según Javier Maderuelo, el paisaje en el arte como género autónomo, surgió en la Holanda del siglo XVII. El asunto ha llevado cierta polémica por parte de los historiadores del arte, pues paisajes pintados los había habido desde Roma, y en el arte medieval. En cambio para la escritora María Zambrano, el paisaje lo asocia con la arquitectura religiosa al escribir: “El principio de visibilidad se hace sentir antes de ser reconocido por la mente. El templo de todo en su recinto muestra a la vista algo, él mismo en su lugar –que los modernos llamamos arte- y una esencia o sustancia propia de la divinidad allí habitante, algo que al final ha llegado a ser visible, al mostrarse por una acción humana, obediente a las leyes de lo divino”. Por su parte, el historiador del arte Valeriano Bozal, añade que: “el paisaje implica un redescubrimiento de la realidad española al margen de las dificultades ideológicas y políticas que otros géneros podían suscitar”. Todas estas ideas o pensamientos a cerca del paisaje en el arte, nos llevan a reflexionar sobre la exposición “El paisaje en la colección CAI”, que estos días puede verse en la sede central de la entidad financiera, que celebra el medio siglo de actividad artística del Servicio Cultural de Caja Inmaculada, desde 1962 hasta nuestros días. Para esta ocasión el tema elegido ha sido, como es natural, el paisaje, integrado en su mayoría por pintura, pero no exento de escultura, cerámica y fotografía. Se han seleccionado 47 obras procedentes de la propia colección CAI, cuyos autores son artistas de dentro y fuera de Aragón ya consolidados y que han expuesto a lo largo de estos años, en alguna de las tres salas expositivas que la entidad posee: Luzán y Barbasán, en Zaragoza, y Huesca, en la propia capital oscense.
Entre los artistas seleccionados, destacaremos al catalán José Alfonso Cuní, el castellano Díaz Caneja y el asturiano Vaquero Palacios o a los aragoneses Virgilio Albiac, fallecido recientemente, y José Beulas, catalán de nacimiento pero aragonés de adopción. La muestra también nos redescubre a José Manuel Canejas, que un año antes de celebrar una antológica en la Biblioteca Nacional de Madrid, en 1984, había celebrado una interesante muestra en la sala Cai-Luzán. Los artistas que intervienen en esta colectiva, representan todas las corrientes del arte vigente del medio siglo transcurrido, así pues la influencia del Arte Pop, se ve inducida en la exposición con las obras de Vicente Villarrocha y Julia Dorado. Por otro lado las huellas de lo humano, desaparecen en un modelo de simplificación, en las obras de Martín Godoy o Marcelo Fuentes. Por otro lado, el tratamiento pictórico, más rico en matices y empastes se verá bien representado con artistas, en su mayoría aragoneses, como Ignacio Fortún. Mayayo, Eduardo Lozano o Pepe Cerdá. No existe una conciencia de los códigos lingüísticos que imperan en los medios clásicos. Así pues, podremos ver en la exposición, un fotógrafo como Rafael Navarro, que a través de la belleza del cuerpo femenino, recreará un paisaje, o la pareja formada por Almalé/Bondía, que a través de sus intervenciones directas sobre el paisaje plantean el paisaje como puesta en escena, produciendo cuidadas fotografías de espacios naturales.
A la clausura de la muestra, una amplia selección de las obras se incorporará al Programa de Artes Visuales en Itinerancia, que promueve la Dirección General de Cultura del Gobierno de Aragón para ser expuesta en diferentes poblaciones de la Comunidad Autónoma de Aragón.
El Paisaje en la Colección CAI
Sala Cai-Luzán
Hasta el 24 de febrero