2 de enero de 2014, núm. 1-14
La guerra que cambió el destino de Europa, Julián Casanova*
Casi todos los países que participaron calcularon que el conflicto que estalló en agosto de 1914 iba a ser breve. Duró más de cuatro años y dejó ocho millones de muertos, de los que un tercio fueron civiles.
Tras ella, ya nada fue igual. A los intelectuales y artistas les resultó casi imposible quedarse al margen de los grandes debates públicos. El comunismo y el fascismo se convirtieron en alternativas a la democracia liberal, vehículos para la política de masas, viveros de nuevos líderes que, subiendo de la nada, arrancando desde fuera del establishment y del viejo orden monárquico e imperial, propusieron rupturas radicales con el pasado.
http://elpais.com/elpais/2013/12/23/opinion/1387813667_675098.html
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Diez grandes reformas del Gobierno entradas en vigor el 1 de enero, Marta G. Coloma
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El día que acabó la crisis, Concha Caballero
Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios
Un buen día del año 2014 nos despertaremos y nos anunciarán que la crisis ha terminado.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/01/18/andalucia/1358541477_909155.html
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Entrevista a Gerardo Iglesias
Mientras fue secretario general del PCE, sus ideas causaron el mismo rechazo de los poderes del mundo capitalista que de los Gobiernos de la URSS anteriores a Gorbachov. Esta forma de entender el mundo de su tiempo le llevó a formar Izquierda Unida, pero no pudo darle la continuidad que le hubiera gustado al espíritu original del proyecto.
Habla del liderazgo de Satiago Carrillo, de la dificultad de superar la cultura stalinista, de los ‘renovadores’ y ‘carrillistas’; de su formación comunista y de su vuelta al trabajo en la mina; y cuenta la anécdota de unos empresarios búlgaros, a los que conocía, porque eran el buró político del partido comunista hasta poco antes.
Y advierte que el camino es una refundación de la izquierda. No valen parches. Nuestras sociedades han cambiado mucho, los partidos obreros nacidos al calor de la primera revolución industrial ya no sirven. La sociedades son completamente distintas, tanto los partidos como los sindicatos obreros, de clase, nacen por la gran concentración de trabajadores en fábricas. Eso ya no existe. Hay gente que trabaja con un ordenador en su casa y también hay masas de jóvenes en paro. Los partidos no tienen mecanismos, ni los sindicatos, para llegar a esa gente. Pero además, los partidos de izquierda en lugar de abrirse a los cambios que se producen en la sociedad, han ido convirtiéndose en aparatos cerrados desvinculados incluso de su propia militancia, o sin dar apenas papel alguno a la militancia más que como número. Es imprescindible la refundación de estos partidos.
http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/Gerardo_Iglesias.pdf
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PSC, Norbert Bilbeny
¿Adónde van los socialistas catalanes? ¿Qué piensa este partido?
El PSC es un partido central y decisivo en España. Hoy por hoy es insustituible. Pero no está a la altura de los retos actuales. No conecta.
Le cumple ahora al socialismo catalán no sólo defender la opción, según cree, “federalista”, sino explicar a fondo por qué al catalanismo no le conviene el independentismo. No lo está haciendo. Cumple que explique por qué a la socialdemocracia no le corresponde el neoliberalismo, del que el mismo presidente Zapatero fue un bien poco disimulado defensor. Y cumple explicar por qué a un partido que aspira volver a gobernar no le interesa bailar al son que tocan los poderosos.
http://www.caffereggio.net/2014/01/02/psc-de-norbert-bilbeny-en-la-vanguardia/
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El alma de los pobres, Fernando Esteve Mora
La solidaridad entre las clases bajas no es espontánea; exige trabajo educativo.
Josep Pla: “Una de las cosas más curiosas de este país es la enorme cantidad de pobres que tiene la misma alma que los ricos —que desprecian a los demás pobres como los desprecian los ricos—”.
El anhelo de distinción de los pobres entre sí, condenado inevitablemente al fracaso para la mayoría sobre todo en una situación de crisis económica, lleva a muchos de ellos, como modo de compensar psicológicamente ese fracaso, al desprecio de los de que están en igual o parecida situación.
Por ello, se comprenden las dificultades que hoy afrontan en las urnas quienes propugnan políticas económicas de corte igualitario o redistributivo. Y qué bien lo tienen los pocos ricos en su sempiterno enfrentamiento con los muchos pobres, al poder contar a su favor con que en los cuerpos de muchos de estos anidan reflejos de su propia alma, de alma de rico.
http://elpais.com/elpais/2013/12/24/opinion/1387893583_816714.html
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Chavales, ¿queréis crecer en un país desalmado?, Santiago Auserón
La pérdida anímica de la sociedad española tiene sobrados precedentes históricos: en el bandolerismo primitivo, en la corrupción de la nobleza aliada con la delincuencia, en el anhelo de fortuna desmedida, en el desprecio por los oficios manuales, en el ideal imposible de la limpieza de sangre, en la exaltación de la fe reducida a espectáculo. Pero está a punto de consumarse precisamente cuando los españoles parecíamos haber llegado por primera vez a un consenso para poner remedio a nuestros males atávicos. Un falseamiento paulatino de los artículos de la constitución relativos al estado social libre y de derecho, a la soberanía popular, a la separación de poderes, a la nación de naciones, está al cabo de lograr lo que no pudieron siglos de absolutismo, la cansina alternancia en el gobierno de los partidos burgueses y las dictaduras militares.
La mentira se ha convertido en sinónimo del quehacer político, justificada por las técnicas de imagen y por los índices de audiencia. Son incontables los casos en que los responsables públicos mienten sin recato en los medios de comunicación o en las audiencias judiciales y, cuando sus mentiras son puestas al descubiertο, prosiguen tranquilamente en sus cargos. Cada vez es más difícil que la verdad se abra paso en la política española.
Una temible arrogancia de larga tradición en España proclama que es natural la desigualdad entre los hombres, mientras hace todo lo posible por aumentarla artificial e ilegalmente. Privatiza el bien común, pero nacionaliza agujeros bancarios e infraestructuras deficitarias. Habla sin respeto de «izquierda indigente» y encarece la inteligencia de un sistema de mercado que funciona por automatismos más bien primarios. Su orgullo de casta se apoya en un razonamiento bastardo, que falsea la prueba concluyente. Su concepto de sociedad consiste en fortalecer a la minoría dirigente en edad productiva y en mantener a la mayoría cerca de un umbral de pobreza graduable a voluntad. Es un concepto de sociedad sin futuro.
http://www.jotdown.es/2013/12/chavales-quereis-crecer-en-un-pais-desalmado/
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22 fotografías sobrecogedoras sobre el trabajo infantil en el mundo que todos deberíamos ver
En la actualidad, cerca de 215 millones de niños trabajan en el mundo, muchos de ellos a tiempo completo. Estos niños y niñas no van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos no reciben alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de ser niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores formas de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos armados. En África subsahariana, aproximadamente 1 de cada 3 niños y niñas trabajan, lo que representa una cifra de 69 millones de menores de edad.
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Confesiones de un marxista errático en medio de una crisis europea repugnante, Yanis Varoufakis
Durante los últimos tres años he tenido la oportunidad de hablar ante las audiencias más diversas sobre el dilema europeo. Ante miles de manifestantes antiausteridad en la Plaza Sintagma de Atenas, ante personal del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, ante los diputados verdes de Nueva York, ante escolares en suburbios pobres griegos y norteamericanos, ante los diputados del Parlamento de Londres, con los activistas de Syriza en Tesalónica, ante fondos de riesgo en Manhattan y en la City de Londres: es tan larga la lista, como persistente es el abandono, por parte de los dirigentes europeos, del humanismo y la razón. A pesar de la extremada diversidad de la audiencia, mi mensaje ha sido consistente: la crisis actual de Europa no es meramente una amenaza para los trabajadores, los desposeídos, los banqueros, los grupos particulares, clases sociales o, incluso, naciones. No; las políticas dominantes hoy en Europa constituyen una amenaza para la civilización tal como la conocemos.
Si eso significa que somos nosotros, los marxistas erráticos, quienes tenemos que tratar de salvar al capitalismo europeo de sí mismo, que así sea. No por amor o aprecio ninguno al capitalismo, a la eurozona, a Bruselas o al Banco Central europeo, sino sólo porque queremos minimizar los innecesarios costes humanos de esta crisis; porque queremos defender el sinnúmero de proyectos de vida presentes que se verán aplastados sin la menor contrapartida para las futuras generaciones de europeos.
Las confesiones radicales, como la que he intentado dejar por escrito aquí, son acaso el único antídoto programático contra los deslices ideológicos que amenazan con convertirnos en subalternos de la máquina. Si tenemos que construir alianzas con el demonio (por ejemplo, con el FMI, o con los neoliberales que, no obstante serlo, coinciden en el diagnóstico de lo que yo llamo “bancarrotocracia”, etc.), debemos evitar volvernos como los “socialistas”, que no consiguieron cambiar el mundo pero consiguieron cambiarse a sí propios mejorando… su circunstancia privada. La cosa está en evitar el maximalismo revolucionario que, en el fondo, ayuda a los liberales a superar cualquier oposición a su necedad autodestructiva, sin perder de vista nunca la intrínseca fealdad del capitalismo al intentar salvarlo de sí mismo por razones estratégicas. Las confesiones radicales pueden ayudar a conseguir ese difícil equilibrio. ¿Qué es, después de todo, el humanismo marxista sino lidia constante con aquello en lo que nos convertimos?
http://www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/yvarou.pdf
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El Papa Francisco y la economía política de la exclusión, Leonardo Boff
El Papa no es eurocéntrico, ni romanocéntrico ni mucho menos vaticanocéntrico. Es un pastor “venido del fin del mundo”, de la periferia de la vieja cristiandad europea, decadente y agónica (sólo el 24% de los católicos son europeos). El Papa Francisco no ha conocido el capitalismo central y triunfante de Europa sino el capitalismo periférico, subalterno, agregado y socio menor del gran capitalismo mundial.
Hay una afinidad perceptible con el economista húngaro-norteamericano Karl Polanyi, que fue el primero en denunciar la “Gran Transformación” (título del libro de 1944) al hacer de la economía de mercado una sociedad de mercado. En esta todo pasa a ser una mercancía, las cosas más sagradas y las más vitales. Todo es objeto de lucro. Tal sociedad se rige estrictamente por la competición, por la prevalencia del individualismo y por la ausencia de cualquier límite. Por eso no respeta nada y crea un caldo de violencia, intrínseca a la forma como ella se construye y funciona, duramente criticada por el Papa Francisco.
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El contexto político del crecimiento de las desigualdades, Vicenç Navarro
Se nos dice que los mercados son los que, siguiendo su propia lógica, crean estas desigualdades y se concluye siempre que es necesario que los Estados intervengan para invertir este crecimiento de las desigualdades. Se considera que las políticas públicas se dividen entre aquellas que quieren priorizar los mercados (que definen como las políticas de derechas) y las que desean que el Estado intervenga para corregir a los mercados (supuestamente las políticas de izquierdas).
Esta dicotomía, sin embargo, es profundamente errónea, pues el Estado siempre ha jugado un papel clave en el crecimiento de estas desigualdades. El tema no es menos o más Estado, sino a favor de quién intervienen los Estados. El crecimiento de las desigualdades es debido a causas políticas, no económicas,
El Estado ha sido el eje donde se ha cocinado el gran crecimiento de las desigualdades. Y esta es la causa de que el Estado haya perdido legitimidad, pues se le ha visto, con razón, como el instrumento del capital contra la mayoría de la ciudadanía. Las derechas ha sido tan estatalistas como las izquierdas. El hecho no es, pues, Estado o no Estado, sino al servicio de quién está este Estado.
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Competitividad, flexibilidad y salarios mínimos altos, Juan Laborda
Aquellas naciones que tienen los salarios mínimos legales o por convenio más altos -Australia, Austria, Dinamarca, Japón, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda y Suiza- son las que configuran el grupo de países de menor riesgo de protestas sociales para el año que empieza.
Pero no solo eso. Son además las más competitivas, transparentes y menos corruptas del mundo. En todas ellas el binomio flexibilidad-seguridad para los trabajadores va íntimamente unido. Ello requiere multitud de interacciones económicas y sociales vitales para que el modelo funcione.
El ejemplo de Dinamarca
http://vozpopuli.com/blogs/3886-juan-laborda-competitividad-flexibilidad-y-salarios-minimos-altos
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Manifiesto. En defensa de los derechos, de la razón y de la equivalencia humana
El Consejo Científico de ATTAC España denuncia la amenaza contra nuestra democracia orquestada por el Gobierno del Partido Popular que, en un abuso continuo de poder, es responsable del desmantelamiento del Estado de Derecho, de la ofensiva patriarcal contra los derechos humanos de las mujeres, de la represión policial, del terror económico que destroza la vida de familias enteras y se ceba en la infancia y sectores más vulnerables, y de la sustitución de la confianza ciudadana por el miedo y las amenazas constantes a derechos fundamentales. Un riesgo de estas características reclama una respuesta a la altura. El Consejo Científico de ATTAC está convencido de que nuestra democracia está en peligro. Es tiempo de recuperar el ánimo ciudadano que, en otro contexto histórico, logró traer un nuevo régimen de libertades.
Este manifiesto denuncia que muchos supuestos con los que se pretenden justificar las reformas legislativas impuestas por el gobierno central son productos ideológicos que no tienen sostén teórico ni refrendo democrático.
España es hoy uno de los países europeos con mayor desigualdad en la distribución de la renta, producto tanto de una desequilibrada distribución primaria de los ingresos como de la ausencia de mecanismos redistributivos adecuados.
Rechazamos seguir alimentando el triunfo de un modelo económico que sacrifica a las personas y rompe las bases de la convivencia social. Una lógica económica que condena a la precariedad a las personas con menos recursos y sume en la desesperación a una parte creciente de nuestra sociedad. La sanidad, y la enseñanza se están convirtiendo en mercancías que solo estarán al alcance de quien pueda pagarlas en el mercado. Las bases del contrato social, que se tienen que sustanciar en una esperanza de vida compartida, se está quebrando, creándose una brecha que nos regresa a situaciones de la dictadura e, incluso, del siglo XIX.
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La Europa de unos pocos, Daniel Innerarity*
La integración europea sospechó por principio de la soberanía popular
Europa resulta algo lejano, técnico y burocrático. Europa parece en manos de la fuerza de los mercados y la maquinación de las élites, que escapan del control democrático. La UE es procedimentalmente democrática, pero en términos sustantivos estaría más cerca del despotismo ilustrado que de una genuina democracia.
La contraposición entre electorados nacionalizados y políticas burocráticamente decisivas es letal para la Unión Europea. Es inconcebible una política democrática en el siglo XXI sin el respaldo explícito de sus poblaciones, aunque tampoco pueden tomarse las decisiones estratégicas sin una visión que implique liderazgo institucional y efectividad de las políticas públicas.
http://elpais.com/elpais/2013/12/18/opinion/1387389977_274511.html