Núm. 72-97 (octubre de 2014)
Sobre el deporte femenino en España, Fernando París Roche*
El País dedicó esta semana dos páginas a la transición del deporte femenino en España. Los artículos, ciertamente optimistas, vinculados a los incontestables éxitos de nuestras deportistas, incorporan algunas reflexiones y datos sobre esa transición, sin duda positivos. Pero hay que incluir otros que reflejan de manera más nítida la realidad del deporte femenino en nuestro país que no es precisamente tan halagüeña.
Todavía falta mucho para que la igualdad en el acceso a la práctica deportiva entre hombres y mujeres sea real.
http://elpais.com/elpais/2014/10/10/opinion/1412963723_985326.html
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Moral de plástico, Pedro Navarro
En mi doble condición de afiliado al PSOE y al sindicato Comisiones Obreras ando estos días terriblemente afectado por las noticias que vamos conociendo sobre el uso de las denominadas ‘tarjetas black’ o ‘tarjetas opacas’ por parte de miembros de alguno de los consejos de la antigua CajaMadrid o posteriormente Bankia. Personas que fueron propuestas por los partidos políticos con representación en la Asamblea de Madrid (PP, PSOE e Izquierda Unida) o por los sindicatos más representativos en la entidad (CC OO y la Unión General de Trabajadores), además de los propios directivos de la caja.
De lo que hablamos no es otra cosa que de corrupción. Y especialmente en la acepción que señala que “en las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”. Corrupción como práctica más extendida de lo que pensamos, y ante la que en ocasiones miramos hacia otro lado. Porque corrupción es hacer uso indebido de medios y de recursos que están destinados a otros fines, y cada cual puede mirarse a sí mismo en lo cotidiano si es honrado o no, especialmente en el ámbito de los servicios públicos.
Educado en ambientes eclesiales, no cabía en mi imaginación que personas que se declaraban creyentes o aquellas que habían elegido la vida religiosa o el sacerdocio pudieran vulnerar los principios más elementales de la fe cristiana. Pero cuando trabajé en la oficina de prensa de un Obispado y conocí sus interioridades me llevé más de una sorpresa. Ejerciendo el periodismo, no cabía en mi imaginación que hubiera profesionales que mintieran, se dejaran sobornar por el poder o no lucharan contra viento y marea en defensa de la libertad de expresión y de una prensa independiente y al servicio de los ciudadanos. Y cuando llegué al mundo de la política, pude comprobar de primera mano que hay personas que son capaces de ‘matar’ por un puesto en una lista electoral o un cargo institucional y gente que sólo ha perseguido su enriquecimiento personal, beneficiando a los poderosos.
Constato que cada día hay que alimentar la ética de principios para no caer en esa moral de plástico que llega a través de cantos de sirena cuando menos te lo esperas. Que las organizaciones, por el mero hecho de tener una historia o un apellido concretos, no llevan aparejada la limpieza absoluta de las personas que forman parte de ellas. Que el ser humano está tentado continuamente a sucumbir a los principios del capitalismo depredador, y lo que es más grave, a justificarlos en nombre de unos supuestos derechos adquiridos por haber tomado en algún momento determinadas decisiones. Que hay que estar siempre en alerta, para caer en la cuenta de los errores que podemos cometer.
Y sobre todo, descubrir que por encima de las sombras que llaman nuestra atención hay muchas luces de gente, de muy buena gente, que trata de vivir cada día con principios de honradez, buen hacer, sentido común y pensando en los demás. Que no lo pregonan y que raras veces son noticia, pero ejemplos de competencia profesional, personal, laboral, social y política los tenemos repartidos por todos nuestros mundos.
http://www.pedrojnavarro.es/alcabodelacalle/2014/10/una-moral-de-plastico/
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Pedro Sánchez se postula como ‘Don Limpio’, Gonzalo López Alba
El PSOE aprueba un Código Ético para desterrar la corrupción de sus filas
Los militantes frenan la autosatisfacción de la nueva Ejecutiva y ponen el dedo en la llaga de todos los males del partido. Los afiliados que hablaron el sábado, entre los que sí fue perceptible un ánimo renovado de participación, denunciaron sin tapujos ni medias palabras que las casas del pueblo se utilizan como meras “oficinas electorales”, que “el silencio” es el principal mérito para ascender en la jerarquía o entrar en las listas electorales, que en vez de hacer “la apertura a la sociedad” se estaba construyendo un partido “inhabitable”, que “no estamos viviendo la situación con la perspectiva que tiene la ciudadanía”,
El exministro Jordi Sevilla aboga por ‘trazar una raya entre los corruptos y el resto, igual que hicimos entre los terroristas y el resto’
La “transparencia” se ha convertido en una palabra de moda, pero el problema de fondo sigue siendo de cultura –individual, institucional y colectiva– y, por tanto, de pedagogía. Un problema cuya superación requiere de “ciudadanos críticos, no ciudadanos cínicos”. Y al final, el peligro de crear muchas expectativas es que, cuando más grandes son estas, más grande puede ser la desilusión y el hartazgo ciudadano.
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El origen de las ‘tarjetas black’: lo que va del ‘tamayazo’ al frutero gourmet de Barcoj, Nacho Cardero
El asunto de las tarjetas apenas muestra un detalle, la punta del iceberg. Hay más. Debería haber más. Como ese sinnúmero de operaciones dudosas, la mayoría inmobiliarias, de las que el FROB ha solicitado un análisis ‘forensic’ a Bankia para dilucidar lo que se escondía tras ellas.
Caja Madrid no es la enfermedad, sino el síntoma, de un país infestado por algo peor que el ébola. Con el escándalo de las tarjetas black se ha destapado una España inmoral, un modelo de Estado corrupto en origen, donde la política no se muestra como un fin sino como un atajo, donde se mercadea con los principios como si fueran rolex robados del Rastro, donde se compran voluntades: tú me apoyas, yo te doy tanto. Bueno, bonito, barato.
Rafael Simancas rememora con cierta melancolía aquellos meses previos a las elecciones de mayo de 2003 a la Comunidad de Madrid, cuando se le ocurrió adelantar que una de sus primeras medidas como presidente sería dar un golpe de mano en Caja Madrid para quitar a Blesa su cortijo. Simancas nunca llegó a conquistar la Puerta del Sol. No por una cuestión de aritmética, pues los diputados del PSOE sumados a los de IU daban más que los del PP, sino por amenazar con finiquitar un modelo del que todos, pero absolutamente todos, populares, socialistas, sindicalistas y arribistas, se beneficiaban y les permitía esquilmar los hoy escasos recursos de la caja de ahorros. Con las cosas del comer, le advirtieron, no se jugaba.
Así se gestó el tamayazo, que impidió que Simancas tomara control y dejó el camino expedito para un nuevo mandato de Esperanza Aguirre. Herido en su orgullo, el entonces candidato socialista se decantó por sacar al PSOE de la Comisión Ejecutiva de Caja Madrid, órgano que manejaba las decisiones de inversión de la entidad financiera y donde residía su músculo financiero. No quería saber nada de la Comisión mientras ocupara allí puesto Ricardo Romero de Tejada, secretario general del PP en Madrid, al que señalaba como artífice del tamayazo. “No quiero sentarme con delincuentes”, rezongó.
Mientras Simancas lloraba por las esquinas, Blesa y Romero de Tejada se fumaban un puro pies en alto, y decidieron dar entrada a José Antonio Moral Santín y repartirse la caja. Lo de “repartirse la caja” hay que entenderlo en su literalidad. Blesa blindaba al consejero de IU, en verdad un mercenario ideológico, paradigma de la inmundicia que se ocultaba bajo las alfombras de las cajas, con un salario anual que, entre consejos, dietas y tarjetas, superaba los 400.000 euros.
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Guía práctica de ‘lobby’ ciudadano, Manuel Souto Salom
Cuesta asimilar las escalofriantes cifras de la corrupción en España durante los últimos años: 1700 causas abiertas en diferentes órganos judiciales y más de 500 imputados, tan solo veinte de los cuales cumplen condena en prisión. Más difíciles de digerir todavía, como clavos ardiendo, son los casi 7000 millones de eurosdefraudados a las arcas públicas desde el año 2000, si solamente sumamos las cantidades defraudadas en el caso Malaya (2400 millones), el caso de los ERE (1200 millones), el caso Edu (2000 millones), el caso Gürtel (120 millones) y otros fraudes como el del caso Palma Arena. Un número que podría ser mucho mayor si tuviésemos en cuenta, por ejemplo, los 3000 millones de euros derivados del posible blanqueo de dinero de Oleguer Pujol. Según un estudio realizado por la Universidad de Las Palmas en 2013 que tiene en cuenta una dimensión mucho mayor que la que reflejan las estadísticas oficiales, el coste social de la corrupción en este país se estima en 40 000 millones de euros anuales.
Si analizamos los principales motivos de la corrupción, destacan la avaricia de los dirigentes políticos, la falta de principios éticos para desempeñar los cargos públicos y la opacidad en la gestión de los recursos estatales. Como ciudadanos comprometidos, podemos intervenir en las dos primeras causas tratando de fomentar la sensibilidad ante la corrupción, concienciando sobre los daños que ocasiona y educando en la honradez. Respecto al tercer motivo, podemos promover una mayor transparencia en las gestiones estatales para garantizar un control más estricto de las instituciones públicas.
Últimamente han salido a la luz nuevas herramientas que proponen mecanismos de control sobre el gasto público para fomentar la transparencia y el empoderamiento ciudadano. Por ejemplo, la Fundación Ciudadana Civio está desarrollando diversas plataformas que facilitan a los ciudadanos información sobre la gestión pública y sobre la rendición de cuentas de las instituciones. En Quién Manda se configura un mapa de poder en España con el objetivo de revelar esos vínculos, regular los lobbies y demandar que se publiquen las agendas de trabajo completas de los cargos públicos. El proyecto ¿Dónde van mis impuestos?, también impulsado por Civio, muestra claramente cómo se distribuye nuestro presupuesto, de dónde vienen nuestros ingresos y a qué se destinan. Con el mismo objetivo de fomentar la transparencia y la participación ciudadana, la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda ha creado los Observatorios Ciudadanos Municipales (OCM), formados por personas de un mismo municipio que tienen como finalidad explicar de manera sencilla cómo se gestionan los presupuestos aprobados por los Ayuntamientos y cuáles son los derechos que, como ciudadanos, podemos exigir. La página web Sueldos Públicos es el primer medio digital que da a conocer de forma libre y contrastada los salarios de los cargos públicos a fin de informar sobre la gestión de nuestros políticos. En la misma línea, la iniciativa Qué hacen los diputados informa sobre la trayectoria profesional y política de los 350 diputados del Congreso, así como sobre sus declaraciones de bienes, comparecencias y votaciones en pleno.
http://www.huffingtonpost.es/manuel-souto/guia-practica-de-lobby_b_5945932.html
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La carga del pasado, José Álvarez Junco
¿Cómo pudimos creer que, en un abrir y cerrar de ojos, habíamos superado un pasado tan duro, que toda nuestra herencia cultural había desaparecido por arte de magia?
No era lógico pensar que unos funcionarios, jueces, militares o policías que habían aprendido a desempeñar sus tareas en un régimen de sumisión, halago al jefe y cultivo de clientelas, iban a convertirse en impecables servidores de la ley y el bien público sin necesidad de ningún tipo de reciclaje. Ni que unos ciudadanos que habían obedecido durante siglos por puro miedo al castigo, una vez suavizado este y sin aprendizaje alguno iban a interiorizar y cumplir las normas de convivencia. Ni que los propios políticos que condujeron la Transición iban a dejar de aprovechar el entorno y los reflejos heredados para recaer en el clientelismo y el autoritarismo (…) Ni que una ciudadanía acostumbrada a escabullirse de la hacienda pública, y a admirar a los defraudadores, iba a pagar honradamente sus impuestos. Ni que quienes habían crecido al amparo de caciques no iban a votar, ahora que podían votar, a alcaldes corruptos pero que traían dinero al pueblo.
La Transición demostró que el cambio era posible y que los dirigentes actuaron de manera sensata. Pero no hay milagros: muchos problemas heredados quedaron en pie. Desligarse de ellos exige un gran esfuerzo
La Transición, con todas sus virtudes, se hizo sin cumplir un requisito que hubiera preocupado a un Giner de los Ríos: la preparación pedagógica indispensable para cualquier avance político. Es verdad que en el mundo clandestino del antifranquismo se había ido creando una cierta cultura democrática, pero estaba cargada de rasgos jacobinos o inquisitoriales; no se interiorizaron los valores de libertad, de respeto al otro, de convivencia con el disidente. Faltó ese saber ser libres que no se establece por decreto, como se establecen las convocatorias electorales, sino que se aprende con tiempo, esfuerzo y duros golpes al dictador que todos llevamos dentro.
Una democracia que no se asienta sobre una ciudadanía educada y consciente de sus derechos es necesariamente de mala calidad. Porque el ciudadano sin formación política tiende a cometer errores de bulto. Uno de los primeros es caer en el populismo, que consiste en aceptar la ingenua idea de que el pueblo es bueno y que todo iría bien si se hiciera lo que él quiere o intuye; los culpables de nuestros males son los dirigentes, “los políticos”. Lo cual elimina la responsabilidad de la ciudadanía, pese a ser ella quien ha generado y ha elegido a estos. Y conduce a un segundo error: poner desmesuradas esperanzas en un líder o un partido, sentarse a esperar redentores, políticos fuertes y honestos que, sin esfuerzo por nuestra parte, nos resolverán los problemas. Lo cual provoca enseguida el desencanto. El elector defraudado gira entonces al otro extremo y empieza a denigrar al que ayer veneraba.
Una dosis de pesimismo es lo que menos necesitamos ahora. En la España actual hay datos positivos, como el que nadie cuestione la legitimidad de la democracia; o que no haya una extrema derecha populista, al contrario que en nuestra siempre envidiada Francia; o el carácter pacífico del proceso catalán —por ambas partes; y pese a las pasiones que levanta—; o la insólita transformación de nuestras fuerzas armadas. Construyamos sobre esos datos.
http://elpais.com/elpais/2014/10/06/opinion/1412622504_618927.html
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Economistas impostores, Juan Torres López
Uno de los hechos más relevantes que la crisis ha permitido poner de manifiesto es las complicidad de muchos economistas con los grandes poderes financieros. Es verdad que eso era algo que se había dado siempre, pero en estos últimos años se ha hecho tan explícito que cada vez más gente se da cuenta de que tras muchos sesudos análisis de sofisticados economistas no hay más que superchería para que los grandes capitales ganen dinero.
En los últimos días se está comprobando además que los economistas que actúan al servicio de los grandes poderes no lo hacen precisamente por amor al arte. Entre quienes se han descubierto utilizando a mansalva las tarjetas de Caja Madrid se encuentran algunos economistas cuya presencia en un listado de esas características es reveladora. Me refiero principalmente a Rodrigo Rato, Alberto Recarte y Juan José Iranzo.
Al primero de ellos no hay que presentarlo. Es el responsable directo de los cambios que dieron lugar a la burbuja inmobiliaria en España, bien liberalizando el suelo, bien estableciendo el régimen fiscal favorable al endeudamiento que incentivó que se generase la bola de deuda privada que nos aplasta, protegiendo siempre a los grandes bancos y empresas como las que ahora le dan millonario cobijo en sus consejos de administración.
Los dos siguientes son dos conocidos telepredicadores de la libertad de mercado. El liberalismo del primero y su férrea y permanente condena de despilfarro público no fueron óbice para recurrir a la financiación opaca del PP para sacar adelante sus plataformas mediáticas. Iranzo es otro ejemplo de impostura en grado sumo, un experto en la combinación del fundamentalismo liberal con la compra con el dinero de los contribuyentes de lencería, joyas y otros regalos, por cierto adquiridos casi siempre en horas más bien intempestivas. Además de ser decano del Colegio de Economistas de Madrid o miembro de la Real Academia de Doctores (¡se han lucido ambas instituciones) es consejero de diversas empresas y suele estar siempre presente allí donde se imparte doctrina liberal.
No creo que sea casualidad que entre los alegres usuarios de las tarjetas de marras se encuentren doctrinarios de este pelaje, o gestores como Estanislao Rodríguez-Ponga, ex Secretario de Estado de hacienda con Aznar, otro que siempre ha pregonado la imperiosa necesidad de recortar gastos de bienestar y privatizar para evitar el despilfarro que supone, como dicen todos los liberales de este tipo, el sector público.
http://blogs.publico.es/juantorres/2014/10/11/economistas-impostores/
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Crisis general en España
79.1. Aires de motín en el palacio de cristal, Enric Juliana
En Madrid se está viviendo una semana dramática. Tensa. Muy cargada. La gente está indignada. Con toda seguridad este el sentimiento hoy más extendido en toda España, pero en Madrid cobra una tonalidad especial.
Estamos ante la Tangentópolis española, o como lo queramos decir, puesto que lo que ocurre en España aún no tiene nombre. La errática gestión de la infección por ébola en el hospital Carlos III de Madrid martillea una situación severamente deteriorada. Todas las previsiones políticas del mes de julio y agosto por parte del Gobierno, se están alterando. El cuadro social en vez de mejorar, empeora. El malhumor popular en vez de diluirse, crece.
Me vino en mente una poderosa imagen que suele utilizar el filósofo alemán Peter Sloterdjk para referirse la confortabilidad de Occidente y a la tensión entre esa confortabilidad con el resto del mundo: el Palacio de Cristal.
Los dos misioneros españoles fallecidos por ébola fueron trasladados de Liberia y Sierra Leona al interior del Palacio de Cristal, donde, teóricamente, había mayores posibilidades de salvarles la vida. Y el Gobierno de España convirtió los dos traslados en una operación de Estado para intentar mejorar su prestigio en el interior del Palacio de Cristal.
Motines recientes: las protestas contra la guerra de Iraq, que en realidad eran protestas contra el estilo de gobierno de José María Aznar; las protestas tras el hundimiento del ‘Prestige’, más de lo mismo; la movilización de los teléfonos móviles en las aciagas jornadas que siguieron a los atentados del 11 de marzo del 2004 y el posterior vuelco electoral; la acampada del 11 de mayo del 2010…
La atmósfera previa al motín ha regresado esta semana. Pese a la estulticia de algunos de los dirigentes de la Comunidad de Madrid y la manifiesta incapacidad de la ministra de Sanidad para la comunicación pública, el ala oeste de la Moncloa ha captado la vibración del aire. Puede haber motín. Los actuales inquilinos de palacio vivieron la crisis del ‘Prestige’ y fueron víctimas políticas del ‘motín electoral’ del 14 de marzo del 2004. El Gobierno está asustado.
79.2. Una nación humillada, José Antonio Zarzalejos
La conciencia moral de España está siendo humillada y, por lo mismo, su autoestima, destruida. No hay un acontecimiento concreto que deslinde el deterioro general del saqueo de la Nación y del Estado. Se trata más bien de una yuxtaposición abochornante y éticamente repulsiva de hechos y situaciones que demuestran que lejos de producirse “la abdicación del individuo en beneficio de la comunidad”, son aquellos los que subordinan al conjunto para mantener y acrecentar sus propios intereses y medros. Seguramente estamos viviendo un proceso similar al que ocurre cuando la bajamar descubre los residuos que han devorado las aguas y los expone como despojos a la vista obscena de todos. O sea, esto viene de lejos.
Viene de lejos el secesionismo catalán que amenaza con la insurrección y también de muy lejos la incomparecencia del Gobierno de España
Viene de lejos la repugnante hipocresía de gentes de izquierda -¿Qué decir ante la fortuna de Fernández Villa, icono del sindicalismo más duro como el asturiano?- y de derechas -¿Qué decir de los Blesa, Rato, Recarte, Iranzo y tantos otros que abrevaban de la misma cuenta que sus adversarios ideológicos?-
Y viene de lejos la ajenidad de grandes empresarios y de los intelectualesante esta humillación colectiva a una Nación en la que es compatible más de un 25% de desempleo con más del 20% de economía sumergida.
Viene de lejos, en fin, esa despótica, prepotente e insoportable actitud de mantenerse en el cargo o en la sinecura a despecho de conductas indignas que tanto irritan como sobrecogen cuando se sabe en qué y cómo se gastó el dinero, sin control fiscal, de entidades que han sido rescatadas a costa del contribuyente.
En este panorama moralmente desolador se ha incrustado el contagio del ébola de una auxiliar de enfermería y la consiguiente crisis sanitaria y política. Aunque este episodio gravísimo tenga que ver con errores y fallos incompetentes -sean de quienes sean-, ha demostrado otro fleco deldespotismo y la irresponsabilidad con los que se conduce nuestro país.
http://blogs.elconfidencial.com/espana/notebook/2014-10-11/una-nacion-humillada_236106/
79.3. Fernández Villa y el pañuelín coloraduco al pescuezo, Jesús Cacho
El paralelismo entre Villa y Pujol es evidente, como el mazazo que en Cataluña y Asturias ha supuesto ver a ambos arrastrados por el fango de la avaricia
Flota en el aire una vocación de crispar el ambiente, un deseo de incendiarlo todo, porque nadie va a pedir cuentas, ninguna barbaridad va a pasar factura.
Con el otro fantasma, el de Cataluña y su 9-N a la vuelta de la esquina, España acaba de vivir una de las semanas más bajas de tono de su reciente historia, semana para la histeria, semana de ruido y furia, de miedo, de miseria colectiva. Ébolas al margen, es importante, con todo, tener presente que el turbión del momento es consecuencia de los males incubados por la sociedad española durante los años del boom, males que ahora afloran en torbellino, porque prestaríamos un pobre servicio al país si olvidáramos esta circunstancia y nos dejáramos llevar por ese fatalismo, ese sentimiento trágico de quien todo lo ve negro y no encuentra salida. Aquí no vamos a entrar en ese juego macabro. No vamos a contribuir al nihilista sentimiento del todo está perdido. España tiene remedio y los millones de españoles honrados que ansían un país mejor tienen derecho a exigirlo con todas sus fuerzas. La Transición definitivamente ha muerto y es preciso abrir un nuevo periodo histórico. Está por ver quién oficiará de partera de ese futuro incierto. Pero si, avejentadas y envilecidas, las elites actuales renuncian a la tarea, otras fuerzas lo harán con fórmulas mucho más radicales y tal vez más dolorosas. “Y es de la desesperación y sólo de ella de donde nace la esperanza heroica, la esperanza absurda, la esperanza loca” (Unamuno). El futuro no puede esperar.
http://vozpopuli.com/blogs/4949-jesus-cacho-fernandez-villa-y-el-panuelin-coloraduco-al-pescuezo
79.4. Aquellos salvapatrias que saquearon España, Carlos Sánchez
Hoy el problema de España es que ha desaparecido el prestigio de la política. La autoridad en el sentido clásico del término. En palabras de Jovellanos, España sigue siendo una nación sin cabeza
No es un problema económico. Ni siquiera legal, como quieren hacer creer los ventajistas. Es, sobre todo, moral. O ético. Y cuando Aristóteles inventó el concepto de corrupción tomándolo de la biología –los seres vivos tienden a corromperse– lo que hacía era advertir que el poder arrastra necesariamente a la putrefacción de los sistemas políticos si no hay autoridad. Pero esta, ni está ni se la espera.
79.5. Hemos tocado fondo. (I) El final del bipartidismo y la crisis total, Carlos Carnicero
La mayor parte de los españoles de nuestro tiempo ha vivido en una época de crecimiento continuo. En lo económico y también en lo social. La Transición fue un éxito. Pero ahora casi todo aquello que configuró una España relativamente moderna y próspera, es historia. Hemos entrado en la época de la incertidumbre y no hay nada sólido en el horizonte español. Crisis profunda sistémica, económica, institucional y social. Enfrente hay un inmenso vacío.
Probablemente estamos en un cambio de época con todo lo que puede significar esta situación. Y realizar otro inventario, este de medidas regeneradoras, es urgente
http://ccarnicero.com/2014/10/05/hemos-tocado-fondo-i-el-final-del-bipartidismo-la-crisis-total/
79.6. Romper la sociedad, Josep Ramoneda
Los medios nos ofrecen a diario un carrusel del cinismo de las élites dirigentes
La derecha convierte las desgracias de los ciudadanos en merecido castigo por sus culpas
Escuchar las voces de estos actores poseídos por la codicia pidiendo austeridad, sacrificios y reducción de los salarios es un alegato sobre la fatua condición de las élites.
De momento hay todavía espacio para la indignación y la protesta. O la reacción ciudadana se traduce políticamente, o la deriva autoritaria es imparable. La cultura del desdén y de la impunidad, propia de la aristocracia, es incompatible con la democracia. La sociedad se está rompiendo por arriba.
http://elpais.com/elpais/2014/10/09/opinion/1412866483_637903.html
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La plebe, Ramón Cotarelo
Podemos ha puesto de moda el término casta que, por su concisión y contundencia se ha adueñado de las redes y está omnipresente en los discursos públicos críticos. No es concepto nuevo, ni preciso. No es solo que tenga un uso antiquísimo como sistema de clasificación social en la India, sino que ahora mismo su difusión comienza a partir del libro de Sergio Rizzi y Gian Antonio Stella, La Casta, così i politici Italiani sono diventati Intoccabili (Milán: Rizzoli, 2007) y de su réplica española a cargo de Daniel Montero, La casta. El increíble chollo de ser político en España (Madrid: la esfera de los libros, 2009). Hay que hacerles justicia.
El término es, además, confuso, al menos en español, idioma en el que casta tiene asimismo una connotación positiva, cuando se dice, por ejemplo, que «de casta le viene al galgo» o anida en el adjetivo sustantivado castizo, que lleva un timbre de orgullo, sobre todo en Madrid, lo que lo convierte en ambivalente en el resto del país.
Pero, sobre todo, es impreciso ya que no trae aparejados los parámetros que permiten aplicarlo en unos casos sí y en otros no.
Plebe es un concepto también muy antiguo pero que, a diferencia del de casta, es mucho claro y rotundo. ¿Quiénes son plebe? Todos los que no tienen privilegios, no pillan sobresueldos, ni comisiones, ni tienen tarjetas negras, ni cobran dietas a porrillo por no hacer nada, ni tienen pensiones y salarios astronómicos, ni la mano perpetuamente metida en los dineros públicos mientras predican en contra de lo público a favor de lo privado y lo privatizado. Todos los que viven honradamente de su trabajo o languidecen en el paro o ven reducirse su pensión o sus ayudas. La gran masa de la ciudadanía a la que se puede robar, estafar, engañar, defraudar, esquilmar, censurar, apalear, multar. Todos esos que, si tienen la mala suerte de ser víctimas de alguna calamidad generalmente a causa de la incompetencia de las autoridades, pasan a ser culpables de su propia desgracia y de la de los demás.
Somos plebe, chusma, se nos puede mentir con absoluto desparpajo, decir cualquier disparate, contarnos cualquier estupidez, despachar con desprecio, pues la gente ya tal. Y a callar, que si se nos ocurre decir algo, la policía nos acorrala, nos identifica y nos cae una multa, así como un par de porrazos por olvidarnos de que somos plebe, chusma sin derechos.
http://cotarelo.blogspot.com.es/2014/10/la-plebe.html
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Cuando la justicia no es igual (de rápida y eficiente) para todos, Elisa de la Nuez
Conviene llamar la atención sobre un aspecto muy relevante de esta falta de trato igualitario, que consiste en la celeridad con la que algunos afortunados consiguen una justicia ágil y rápida y aquellos otros, que somos el resto, cuyos procedimientos judiciales se eternizan.
No está de mal recordar que esta situación en la que la justicia es ágil para unos y lenta para otros tiene unos cuantos beneficiarios y muchos perdedores. Los perdedores somos los de siempre, la mayoría de los ciudadanos. Los beneficiados son todos aquellos a los que una justicia más eficiente, más transparente y más objetiva no interesa nada. Por tanto, la situación es poco probable que cambie mientras que la opinión pública no lo exijay no olvidemos que en una democracia de tan baja calidad como la nuestra la justicia es la última trinchera del Estado de Derecho.
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Ébola
82.1. Ébola, una radiografía política, Gregorio Morán en La Vanguardia
No es cuestión de dimitir o no, sino de autocrítica política y desaparecer de la vida pública: ¿en qué manos estamos?
Bastaría la desapacible historia de Teresa, su marido y el perro para convertir la llegada del ébola a España en un brutal retrato de época. Lo que estamos viviendo y contemplando son una serie de secuencias que confluyen en una pregunta: ¿en qué manos estamos? No se trata tan sólo de haber superado el nivel de incompetencia que suelen practicar los poderes públicos, lo que ya sería mucho, sino la desvergüenza con la que se muestra, se ejerce y hasta se exhibe, con impunidad absoluta.
82.2. Planeta Ébola, Manuel Castells en La Vanguardia
En nuestros países debemos asegurarnos de que la burocracia o la política no se entrometan en cuestiones de vida o muerte
El factor realmente -determinante de la epidemia es la incapacidad del equipamiento sanitario local, la falta de hospitales y de cuerpo médico y de enfermería con el entrenamiento suficiente. A pesar del heroísmo de dicho personal y de los cooperantes extranjeros, en particular de Médicos sin Fronteras, no dan abasto y muchos sucumben en la empresa. Porque la epidemia no es imparable cuando se ataja en la fuente.
En lugar de intentar la imposible tarea de aislarnos de África y dejarlos que se mueran, porque los virus no respetan fronteras. Inglaterra, Alemania, Francia, Estados Unidos, entre otros, están enviando cientos de militares voluntarios con personal sanitario, equipamiento y hospitales de campaña. Es un signo de nuestra necesaria solidaridad global, un caso en que los militares muestran su utilidad social y su sentido del deber.
Y entre tanto, en nuestros países es necesario conservar la calma, sí, pero disponiendo de información, entrenamiento y equipos adecuados y asegurando que la burocracia o la política no se entrometan en cuestiones de vida y muerte.
http://www.caffereggio.net/2014/10/11/planeta-ebola-de-manuel-castells-en-la-vanguardia/
82.3. Epidemia en la aldea global, Luís Bassets
En el déficit de gobernanza de la globalidad hay que contabilizar también la ineptitud y el cinismo de los políticos locales, incapaces de responsabilizarse de nada que pueda afectarles en las elecciones.
Debemos eliminar el virus, pero antes tenemos que eliminar las excusas
http://elpais.com/elpais/2014/10/10/opinion/1412947552_092194.html
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Fallan las oportunidades, Antón Costas
¿Cuál es el problema actual con la desigualdad? Que ahora coincide con una etapa en la que la percepción de oportunidades de mejora se ha volatilizado. En particular, para jóvenes y gente de mediana edad que ha perdido su empleo.
Un indicador extraordinariamente importante de esta pérdida de oportunidades es el bajísimo grado de emancipación de la juventud española. Casi el 65% de jóvenes de entre 19 y 33 años viven con sus padres. No hay ningún otro país de nuestro entorno que presente esta anomalía social. Sin duda, tiene efectos perversos: sobre la fortaleza de la cultura moral de los jóvenes, sobre la calidad del crecimiento y sobre la democracia.
Pero llegados a este punto, surge una pregunta: ¿por qué la democracia no es capaz de poner límites, reducir la desigualdad y mejorar las oportunidades? En principio, la democracia es el sistema político con mayor capacidad para corregir estas carencias. Es el único en el que cada persona tiene un voto. Es decir, en el que existe igualdad política. Por lo tanto, aquellos que sufren la falta de oportunidades tienen en sus manos un poderoso instrumento para cambiar las cosas. ¿Por qué no lo aprovechan? Lo que es peor, ¿por qué votan a gobiernos que hacen políticas contrarias a sus intereses?
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Gobernados por ideas equivocadas, Antón Costas
Hay algo intrigante para mí en el comportamiento de la política económica europea. ¿Por qué sus responsables no ven que las políticas llevadas a cabo desde mediados de 2010 abocan a la recesión recurrente, al estancamiento y el desempleo masivo? ¿Qué es lo que les ciega? ¿Son los intereses creados o las ideas equivocadas?
¿De dónde viene esta hybris? Fundamentalmente del pensamiento económico dominante en los círculos de poder en Alemania y de la UE.
La austeridad se ha usado como un principio bueno en sí mismo, al margen de la economía
La política europea está gobernada por personas mayores prisioneras de ideas equivocadas.El motivo es que en el campo de la filosofía económica y política no hay muchos políticos, funcionarios ni agitadores que cuando pasan de los 30 años estén dispuestos a dejarse influir por las nuevas ideas.
http://economia.elpais.com/economia/2014/10/10/actualidad/1412936304_685477.html
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La voracidad de los carroñeros, Xavier Antich en La Vanguardia
Esta desigualdad, ahora ya insostenible, es fruto de una codicia insaciable y de una corrupción omnipresente y sistémica, la máscara económica y social de un egoísmo letal, voraz y carroñero. Denunciarlo y enfrentarse a él no es ingenuidad ni buenismo ni superioridad moral ni radicalismo, sino, a estas alturas, una necesidad: es oponerse a la deriva letal del sistema económico contemporáneo. Es cumplir aquello que Emmanuel Lévinas, el filósofo más importante del siglo XX a juicio de Bauman, consideraba el ejercicio propio de la razón: “Prever y ganar por todos los medios la guerra”. Porque esto, ahora no hay duda, es una guerra. La guerra.
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Brugué y Blanchard, Josep Borrell
Brugué es de los pocos que se ha atrevido a llamar las cosas por su nombre y pedir que se acabe con esta escenificación con la que Mas intenta encontrar una vía de salida al final de su escapada. Pero en Catalunya se ha hecho creer a la gente que era jurídicamente posible ,de manera sencilla y a través incluso de decisiones unilaterales, acceder a la independencia y que todo el mundo, desde Madrid a Bruselas y a la ONU, no tendría más remedio que aceptarlo, y si no peor para ellos. La reforma de la Constitución se rechaza por ser demasiado difícil, como si la independencia declarada unilateralmente fuera mucho más fácil.
Y tenemos al FMI adoptando posiciones keynesianas y clamar por un schock inversor en infraestructuras para combatir la crisis. Hace tiempo que lo dice, y lo dice cada vez más fuerte. Pero en Europa hemos seguido gesticulando, como Mas con su referéndum, haciendo creer que la austeridad nos traería la confianza de los inversores y con ella la economía arrancaría otra vez. Pero no ha sido así. Lo que nos dice Blanchard es que la amenaza deflacionista es ya lo suficientemente clara como para que haya que buscar soluciones cambiando el marco fiscal. Y las estructuras mentales que nos han llevado por el camino equivocado.
http://www.republica.com/cronicas-de-europa/
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Very serious people contra Podemos, Ignacio Sánchez Cuenca
Marco D’Eramo publicó un análisis extenso y en profundidad de la acusación indiscriminada de “populista en New Left Review (aquí en inglés). Harían bien en leerlo quienes emplean la palabra con tanta alegría, pues muestra que el término es un recurso manido y perezoso ante cualquier propuesta que amenace el statu quo. Su uso es un buen termómetro del temor de nuestra clase dirigente. Cuanto más recurren al término los políticos, periodistas y analistas, es porque más miedo tienen de perder el control de la situación. La renta básica universal, la restructuración de la deuda, la salida del euro, la crítica al Banco Central Europeo…todo es ”populismo”. Da igual que la idea de la renta básica universal tenga una historia de varias décadas y haya sido debatida intensamente por filósofos y economistas. O que la restructuración de la deuda la defiendan Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff o Daron Acemoglu y James Robinson, por citar solamente a economistas ortodoxos y consagrados. Si Podemos adopta estas propuestas, inmediatamente se transforman en “populistas”.
Quienes andan todo el día con la palabra “populista” en la boca son quienes han propiciado que surja un partido como Podemos. Los very serious people apoyaron el recorte de las pensiones, la desregulación del mercado de trabajo y el rescate del sistema financiero, pero no reclamaron medidas enérgicas en la lucha contra el fraude fiscal, ni contra los desahucios, ni exigieron políticas de urgencia con las que combatir la pobreza y las situaciones de exclusión y marginalidad. Y ahora se extrañan y se escandalizan de que surja un partido como Podemos, cuando fueron ellos quienes más hicieron para provocar su aparición.
Resulta bastante cómico el terror al populismo que se ha instalado en las élites del país. Como si el problema más grave que tuviese la democracia española fuera la amenaza populista y no, justamente, su reverso, la impotencia democrática, la incapacidad de los gobiernos para hacer políticas económicas que nos saquen del agujero y que reviertan las condiciones de injusticia que ha generado la crisis.
La verdadera causa de nuestras dificultades radica en el vaciamiento de la democracia a nivel europeo en beneficio de la tecnocracia económica. Lo que impulsa el crecimiento de Podemos es precisamente dicho vaciamiento. Si quieren combatir a esta nueva fuerza política, lo mejor que pueden hacer es olvidarse de las acusaciones de “populismo” y empezar a corregir las lacerantes injusticias en el reparto de los sacrificios de la crisis.
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Ataquemos, y después veremos, Soledad Gallego-Díaz
Zizek advierte contra quienes creen que las cosas son muy simples, porque están seguros de que han encontrado a quien echar la culpa. Advierte también contra quienes proclaman que solo tenemos libertades puramente formales que no valen nada, sin apreciar que esas libertades formales importan mucho, porque son las que permiten, incluso, apreciar sus límites. Son dos advertencias útiles.
La creciente amenaza nacionalista se sustenta, precisamente, en la simplicidad. Los movimientos nacionalistas que progresan aterradoramente en toda Europa, no solo en el Este, sino también en Francia o Gran Bretaña (el UKIP acaba de obtener su primer escaño en Westminster, en unas elecciones parciales), tienen un simple y muy seductor programa que identifica, sin lugar a dudas, al “culpable” de sus problemas.
Simple y peligrosa es, también, la recusación de la democracia formal, como si ese desprecio no fuera una llamada al abismo. Hacer un diagnóstico veraz de la pésima situación y del deterioro de las instituciones democráticas en España, por ejemplo, es un elemento imprescindible de cualquier actuación política, pero los diagnósticos no pueden sustituir a las soluciones. Necesitamos hablar, dialogar, pero es un error formidable pretender sustituir al Parlamento por las tertulias, como denunció hace años José María Ridao.
El dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, cree precisamente en ese escamoteo. En un reciente, y por demás muy interesante, discurso en Bolivia, Iglesias aseguró que la militancia política en España no se realiza a través de los partidos, sino de los medios de comunicación y que “los programas de debate político se han convertido en los verdaderos parlamentos”. Las tertulias son, desde ese punto de vista, los verdaderos escenarios de confrontación política.
Iglesias explicó que el Parlamento Europeo, del que es miembro, “no sirve para nada”, y que lo único que le interesa es grabar parte de sus intervenciones en vídeo y ponerlas al alcance de las redes sociales. Si eso es así, ¿cómo defenderá su participación en las elecciones generales? ¿Su presencia en el Congreso de los Diputados buscará el mismo objetivo?
Mejor, la propuesta de Zizek, ataquemos y peleemos, pero dialoguemos, hablemos, al mismo tiempo. Y el lugar para hablar no es un estudio de televisión, salvo que los platós y la cultura del espectáculo sean ya la sede de esa soberanía a la que Iglesias tanto apela.
http://elpais.com/elpais/2014/10/10/opinion/1412948135_324747.html
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Hacia un sindicalismo urbano (Harvey en Madrid), Pablo Castaño
En esta época en la que el empleo no es suficiente para garantizar el bienestar de las personas se hace más necesario que nunca unir la lucha sindical a las movilizaciones por el derecho a la vivienda o por unos servicios públicos de calidad.
http://www.eldiario.es/zonacritica/sindicalismo-urbano-Harvey-Madrid_6_311178906.html
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Podemos permitirnos la desigualdad?, Fernando Luengo Escalonilla / Ignacio Álvarez Peralta
Queremos proponer a los lectores una reflexión sobre una de las cuestiones medulares de la propuesta de Podemos: la lucha contra la desigualdad.
Hay que redefinir el debate económico y abordar el reto de la fractura social
http://elpais.com/elpais/2014/10/03/opinion/1412353438_377028.html
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Oligarquía vs democracia (Parte II de II), Michael Hudson
Una de las tres características definitorias de un estado-nación es su capacidad para crear dinero. Una segunda característica es el poder de recaudar impuestos. Ambos poderes están siendo transferidos fuera del alcance de los representantes electos del sector financiero como resultado de esta inmovilización del gobierno.
La tercera característica de un estado-nación es el poder de declarar la guerra. Lo que está ocurriendo hoy es el equivalente de la guerra (¡pero contra el poder del gobierno!). Está por encima de cualquier forma de guerra financiera (y los objetivos de esta apropiación financiera son los mismos que los de las conquistas militares): primero, las riquezas de la tierra y el subsuelo sobre las que recaudar rentas como tributo; segundo, infraestructura pública para extraer rentas en forma de cuotas de acceso; y tercero, cualquier otra empresa o activo en el dominio público.
En esta nueva guerra financiera los gobiernos están siendo llevados a actuar como agentes del orden que actúan en nombre de los conquistadores financieros en contra de sus propios ciudadanos.
Dejar la política de impuestos en manos de los banqueros acaba siendo lo opuesto a la temática general de la economía de mercado libre de los últimos siglos. El objetivo clásico era minimizar la inversión de deuda, cobrar impuestos de las rentas por los recursos naturales y mantener los precios de monopolio en línea con los costes actuales de producción (“valor”). Los banqueros han prestado cada vez más en contra de los mismos ingresos que los economistas del mercado libre creían que debía ser la base impositiva natural.
En los países más endeudados, los votantes europeos están despertando al golpe de estado oligárquico en el que los impuestos y la planificación presupuestaria de los gobiernos y el control están siendo transferidos a las manos de ejecutivos designados por el cartel de los banqueros internacionales. Este resultado es el contrario de lo que han perseguido las economías de libre mercado de los últimos siglos.
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Han elegido la ignorancia, Patrick Lemaire
Científicos de siete países europeos firman esta carta abierta sobre las políticas destructivas de la I+D que se están llevando a cabo en la Unión Europea. Este análisis crítico, publicado simultáneamente en Nature y en varios periódicos de toda Europa, puede ser suscrito en Openletter.euroscience.org.
Los líderes de la UE desprecian que la investigación dinamiza la economía y aumenta el bienestar social.
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/han-elegido-ignorancia_976734.html
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La política europea de renovables y su influencia en España y el Reino Unido’, Israel Solorio
La política europea de promoción a la energía renovable es frecuentemente referida como un pilar de la política energética europea. Sin embargo, esta importancia no se ve cuando se analiza la ejecución de la política energética de los Estados miembros de la UE.
Aunque se aprecia un cierto crecimiento en la producción y consumo de energía renovable en Europa, los resultados en la política pública en el nivel nacional quedan lejos de lo esperado. Y muestran un sistemático incumplimiento de los objetivos nacionales en esta materia.
En el actual contexto de crisis económica, el desarrollo de energía renovables se está enfrentando con la necesidad de los países europeos de transitar hacia un sistema energético bajo en carbono al menor coste posible.
Este documento de la Fundación Alternativas sobre la política europea de energías renovables analiza cómo éstas han afectado a España en los últimos 15 años y plantea el alcance y los límites de la política europea de renovables, en particular, en los sectores de electricidad renovable y biocombustibles.
La clave principal es que el desarrollo de energía renovable no puede desligarse de sus objetivos medioambiental y social para convertirse en un objetivo en sí mismo.
La gobernanza propuesta por la Comisión Europea, al eliminar los objetivos nacionales de energía renovable y establecer solo un objetivo indicativo global de 27% para la UE en su conjunto, no sólo es un retroceso para la política europea de renovables, sino un retroceso para la UE en su intento por afianzarse como líder global contra el cambio climático.
Es necesario fijar lo unos objetivos obligatorios a largo plazo que garanticen la seguridad en la inversión y la propia credibilidad de la política europea. Pero también definir si el fin de esta política es revertir la actual estructura energética o simplemente reforzar a las renovables como un elemento adicional en la canasta energética.
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¿Hay que pagar el déficit de tarifa?, Marta Victoria, José Luis Velasco y Raquel del Río
¿Qué es el déficit de tarifa y cómo se origina?
Déficit de tarifa y beneficios millonarios
no podemos seguir esperando a que los principales beneficiados por un sistema eléctrico intencionadamente opaco se presten a arrojar luz sobre él. La escasa información pública disponible nos demuestra que las eléctricas españolas obtienen anualmente beneficios milmillonarios. Eso por sí solo ya hace inaceptable que una supuesta deuda contraída con ellas tenga secuestrado un sector estratégico del país (o que se les permita cortar un servicio básico como la electricidad a miles de familias empobrecidas).
Pero es que además vemos que, si hubiesen obtenido unos beneficios similares a los de sus homólogas europeas, la deuda acumulada en concepto de déficit de tarifa sería notablemente inferior.
Concluimos por tanto que existe una duda más que razonable sobre la legitimidad de la práctica totalidad del déficit de tarifa contraído durante el período 2008-2012, así como en el periodo anterior, que comienza en 2002, y durante el cual el sistema eléctrico funcionó según los mismos criterios.
En consecuencia, la postura de la ciudadanía y del Gobierno que debe representarla ha de ser tajante: en primer lugar, es necesario realizar una auditoría sobre el déficit de tarifa para determinar qué parte es legítima y debemos pagar y cuál no; en segundo lugar, la reforma del sector eléctrico que impida el aumento del déficit de tarifa no puede retrasarse más.
http://blogs.publico.es/dominiopublico/11295/hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa/
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Pasos intransferibles, Ángel Gabilondo
Hay algo que esperamos que los demás hagan por nosotros. Tal vez mucho, incluso a veces demasiado. Podría ocurrir también que nos costara reconocer lo que hacen o hicieron, pero en todo caso, enredados en invocar lo que a ellos les corresponde, quizás olvidemos los pasos que nadie da en nuestro lugar. Y no es cuestión de que lo hagan. Asumir lo que nos atañe, saber que nadie, por muy próximo o entregado que sea, vivirá nuestra vida es comprender la intemperie a la que estamos convocados. De lo contrario, todo acabaría adoptando formas más o menos sofisticadas, más o menos justificadas, de excusa.
Enseñar a andar es procurar alguna forma de nuevo horizonte. Es asimismo propiciar la capacidad de irse, de alejarse. Y, en su caso, de venir, y de volver.
Cada momento es de alguna forma nuestra hora para algo que reclama determinación. Y exige dar el paso.
Los tiempos complejos son singularmente exigentes al respecto. Y no faltanexpertos en paralizar, hasta en aconsejar la máxima quietud. Se dice que en espera de tiempos mejores, si bien estos tienden a no llegar por sí solos. De ahí que no convenga dejar en otras manos nuestros singulares pasos. Menos aún en las de quienes solo convocan a corretear, a un trajinar constante e infecundo, a un recorrido sin propiamente ir.
http://blogs.elpais.com/el-salto-del-angel/2014/10/pasos-intransferibles.html
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Releyendo a Montaigne, Carles Casajuana en La Vanguardia
Quizá nos convendría seguir el ejemplo de Montaigne para entender las razones de los que no piensan como nosotros
Cada adicto tiene su Montaigne. El mío es el que dice que el azar tiene un papel siempre mayor de lo que creemos en los hechos humanos y que los males son siempre peores imaginados, cuando los tememos, que en la realidad si nos ocurren. El que nos recuerda que el placer consiste en buscar, no en encontrar. El que prefiere ser viejo menos tiempo que serlo antes de tiempo y nos aconseja retener con los dientes si es necesario la costumbre de los placeres de la vida, sin dejar que los años nos los vayan arrebatando uno tras otro. El que dice que los libros son la mejor provisión para el viaje de la vida y nos describe su estudio, con una galería de cien pasos de largo para poder caminar, porque la cabeza no le funciona si los pies no le dan cuerda. El que considera un infeliz a quien, en su casa, no tiene un lugar para estar solo, para rendirse pleitesía, para esconderse. El que se ríe de los políticos y de los poderosos diciendo que son como monos que trepan a un árbol, de rama en rama, y no paran de subir hasta que llegan a la rama más alta y, cuando llegan, enseñan el culo. El que asegura que no conoce mejor escuela vital que exponerse a otras maneras de vivir y probar la infinita variedad de la naturaleza humana. El que piensa que la clave de un buen matrimonio reside más en la amistad que en el amor. El que observa que cada uno considera barbarie lo que no es hábito suyo e insiste en que el mundo es un vaivén perpetuo en el que todo se mueve sin descanso. El que cree que la maldad chupa la mayor parte de su propia ponzoña y se envenena con ella.
http://www.caffereggio.net/2014/10/11/releyendo-montaigne-de-carles-casajuana-en-la-vanguardia/
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Cataluña
97.1. ¡Reformar qué!, Juan José Laborda
La democracia, tanto en Cataluña, como en toda España, saldrá de este episodio deteriorada en su calidad; en términos de resultados electorales, a medio plazo, saldrá ganando el partido del Gobierno, y en Cataluña, el partido nacionalista que mejor sepa capitalizar la profunda decepción que surgirá después del 9-N, y también aprovechar el consiguiente divorcio entre la opinión mayoritaria catalana, y su equivalente en la mayoría de las regiones españolas.
Después de las próximas elecciones generales de 2015, se producirá una discusión política que conducirá a reformas legales, que afectarán al Estado de las Autonomías, y, lógicamente, a la misma Constitución de 1978. Tras tantos años perdidos, las reformas, desde luego las de nuestra Constitución, deberán convencer a los ciudadanos de Cataluña, y en general a los ciudadanos de toda España.
En 1995, manifesté muchas veces que la reforma constitucional que yo estaba fraguando tenía la vocación, y además la posibilidad, de lograr un acuerdo más amplio que el de 1978. Hoy algo así es imposible. El consenso partidario se ha reducido desde 1995. Sin embargo, las ideas que hace veinte años tenía sobre las reformas del Estado de las Autonomías y del Senado siguen siendo, en mi opinión, válidas hoy; incluso las únicas para sustentar un consenso social en España.
Consisten en volver a los equilibrios originarios de nuestra Constitución. Eso significa, primero, el reconocimiento de la igualdad estricta de los ciudadanos, cuyos derechos son los mismos en cualquier territorio de España. Segundo, que las Comunidades Autónomas no pueden ser todas ellas semejantes. Esa asimetría, que se expresa, y que debería expresarse aún con mayor nitidez, es parte fundamental del pacto constituyente de 1977-1978.
Es la hora de las rectificaciones y del consenso. El Estado de las Autonomías, y el propio Estado a secas, no puede seguir descansando en la voluntad de los partidos políticos; no podemos fiar nuestro futuro sólo a sus conveniencias electorales. Es necesario que las instituciones funcionen con el automatismo de las leyes. En resumen, todos los ciudadanos votarían una reforma constitucional en la que las Comunidades Autónomas estarían contempladas en la propia Constitución, con sus bases comunes y con sus singularidades garantizadas, y todas participarían en las tareas del Estado a través de un nuevo Senado, capaz de resolver los problemas autonómicos votando en esa Cámara de representación territorial, y no como sucede ahora, por ejemplo, con los problemas de Cataluña, que sólo se solucionarán cuando los máximos representantes políticos tengan a bien reunirse para ello, y si no, será inevitable que los ciudadanos marchen hacia el conflicto, porque ninguna institución es competente para solucionar los problemas estatales y autonómicos.
http://www.elimparcial.es/noticia.asp?ref=143093
97.2.2 Democracia no es sólo votar, Roger Senserrich
Afirmar que en una democracia lo único que realmente importa es votar y todo lo que no sea consultar al pueblo lo que quiere es completamente inaceptable, es un argumento directo y en apariencia lógico, pero peligrosamente simplista. La democracia es también un procedimiento.
La democracia, en su versión más visceral, es la tiranía del número: la voluntad de la mayoría es quien decide qué es ley, y la minoría debe callar y aguantarse. Esto, obviamente, tiene varios peligros potenciales. Primero, y más evidente, una mayoría de la población puede decidir que una de sus minorías debe ser maltratada de un modo u otro.
Para evitar que esto suceda las constituciones modernas acostumbran a dejar un número substancial de temas fuera del alcance de la simple regla de la mayoría. Cosas como el derecho a voto, igualdad ante la ley, libertad de asociación y demás derechos fundamentales están protegidos bajos reglas de mayoría reforzada para evitar que una mayoría enfurecida penalice a los perdedores de unas elecciones hasta el punto de hacer imposible su participación política. Estas salvaguardas son claves para asegurarse que la democracia es un sistema viable a largo plazo, evitando que las minorías vean sus derechos vulnerados.
Otro punto a tener en cuenta es la posibilidad que existan minorías permanentes. Dentro de una democracia puede haber un grupo social que tiene preferencias políticas que nunca tendrán suficiente apoyo como para ganar elecciones, hasta el punto de ver como sus ideas nunca serán viables.
En Cataluña, en un orden de cosas distinto, estamos viendo un debate similar. Tenemos una minoría catalana que cree que la mayoría española está constantemente restringiendo y atacando sus derechos, y que se ve incapaz de ganar una mayoría suficiente como para revertir esta tendencia (1). La reacción de esa minoría es apelar a los resultados de la democracia dentro de su territorio, alegando que dentro de Cataluña hay una mayoría de ciudadanos que quieren dejar de seguir perdiendo.
El debate catalán no es sobre el derecho a decidir, ni sobre si el pueblo catalán es un sujeto soberano o no. El debate es sobre bajo qué circunstancias una minoría de perdedores perpetuos puede pedir a la mayoría que renuncie a aceptar lo que esta ha decidido de forma colectiva que es un derecho indiscutible fuera del debate político. En este caso, el debate versa sobre el derecho a vivir en territorio español sin que nadie te mueva la frontera y te deje fuera. Algo válido, ya que una secesión haría que un montón de gente fueran extranjeros en su propia casa.
Dirimir qué derechos deben primar en este debate no es sencillo, y no es algo que pueda decidirse sólo a través de votaciones democráticas. El desacuerdo fundamental no es qué queremos hacer, sino qué derechos creemos que son demasiado importantes como para poder votarse
La insistencia de los nacionalistas catalanes estos días de votar como sea, cuando sea y sin prestar la más mínima atención a las legítimas objeciones de quienes se oponen a la secesión parece democrática, pero ignora el hecho que una democracia sin derechos no es viable. La decisión de Rajoy de mantener inalterable el ordenamiento constitucional quizás suene como una defensa del estado de derecho, pero ignora también la legítima percepción de una minoría que cree que sus derechos no están siendo protegidos. Probablemente no veremos una negociación, reforma y referéndum a corto plazo, o al menos hasta que no cambie uno o ambos gobiernos. Seguiremos con este debate estéril, estúpido e irresoluble durante meses, sin que nadie pueda convencer a nadie.
http://politikon.es/2014/10/10/democracia-es-solo-votar/
97.3. Cataluña: la secesión, Antonio Elorza
Al enfrentarse a una democracia constitucional de la cual recibe sus poderes, la Generalitat pone en marcha una sedición. Ahora bien, el recurso a la fuerza no es el método adecuado para resolver un conflicto político
El odio, y no los argumentos, suscitan las emociones colectivas; de hecho, esta sería la peor herencia del conflicto actual, por encima de los resultados políticos.
La salida sería la reforma de la Constitución, con las variantes federales, e incluso una autodeterminación regulada, pero esto es rechazado por Mas y por Rajoy.
http://elpais.com/elpais/2014/09/29/opinion/1411979766_939212.html
97.4.Un partido para el presidente, Lluís Bassets
La paradoja de la partida que se está jugando debajo de la mesa, con expresa ocultación ante los votantes y los ciudadanos, es que el presidente de los sucesivos fracasos quiere convertirse en el líder del partido de todos los éxitos gracias a la fórmula del partido presidencial en el que se unan CDC y Esquerra, pero también todo lo que ambos puedan pillar dentro y fuera de las otras fuerzas soberanistas.
La verdad es sencilla y conocida por todos, pero ahora está embargada. No habrá consulta el 9 de noviembre. Lo saben los convocantes, lo saben los que se sienten convocados y lo saben los que no se sienten convocados en absoluto. Lo sabe el presidente y su gobierno y lo saben los partidos del pacto por el derecho a decidir; pero nadie se atreve a decirlo, porque al primero que hable le caerá encima todo el peso de la descalificación patriótica. El embargo es del Gobierno, claro está, pero lo es también de los partidos de la consulta. El primero que hable se sale de la foto.
http://blogs.elpais.com/lluis_bassets/2014/10/un-partido-para-el-presidente.html