A pocos kilómetros de Cracovia, en el sur de Polonia, se encuentra Oswiecin. Inicialmente su nombre dice poco al viajero, que comprueba enseguida que se trata del lugar donde estuvo emplazado el campo de exterminio de Auschwitz. Y, aunque esa sola palabra evoque en nuestros recuerdos la muerte y la crueldad, resulta obligado visitarlo para completar el conocimiento de lo que allí ocurrió.