Venecia es siempre un lugar digno de visitar. Es delicioso recorrer sus calles y sus plazas, visitar iglesias, palacios y museos, cruzar canales y explorar zonas alejadas del tumulto de los visitantes. Pero, además, durante unos días de invierno Venecia vive la alegría de la fiesta del carnaval y la fantasía de los disfraces.