Núm. 39-50 (noviembre de 2014)
El frío y el saqueo, Fernando Rivarés*
Las principales empresas energéticas, Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa, agrupadas en el lobby Unesa, controlan todas las fases del sistema eléctrico y regulan de hecho los precios sobre la energía que vuelven a subir un 11% y se colocarán en un 60% más respecto a 2007, se consuma o no, aunque los salarios (que quedan) han bajado un 9% de media según el INE y han aparecido millones de sueldos por debajo de los 800 euros mensuales. Y ni les podemos votar ni «desvotar» aunque sean quienes toman las decisiones. Sólo Endesa reparte este año entre sus accionistas 14.605 millones de euros, récord en la historia de la Bolsa española. Mientras, Caritas y otras oenegés han dedicado a ayudar a los pobres energéticos más del doble de dinero de la propia DGA y su dañina obsesión por el déficit que han generado algunos y pagamos todos y que ha dejado a 8500 hogares aragoneses en la pobreza energética y dificultado la supervivencia de cientos de pymes.
¿Si los ríos, el agua, el sol, el viento, el carbón que queda, son recursos públicos, por qué no es pública la energía que generan?
http://www.elperiodicodearagon.com/noticias/opinion/frio-saqueo_983094.html
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Este es el verdadero reto de Rajoy, S. McCoy
Ni 9-N ni Podemos: uno de cada tres menores en España es pobre, objetivamente hablando. El porcentaje absoluto es demoledor, por encima del 36%.
Esta foto nos retrata como país y cambiarla debería ser prioridad de cualquier Ejecutivo.
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La solidaridad de los pobres, el cinismo de los ricos, Jordi Calvo Rufanges
El desesperado mensaje de la reciente rueda de prensa de Médicos Sin Fronteras sobre la crisis del ébola ha puesto sobre la mesa una evidencia del razonamiento expuesto. La alarma mundial generada por la expansión del ébola ha generado una encomiable reacción de la ciudadanía, al tiempo que ha constatado la hipocresía de los gobiernos de los países ricos.
En España solo los socios de esta ONG han dedicado más dinero que el Gobierno Español, quien ha dedicado tan solo 500.000 euros hasta la fecha.
Hay ricos que también han hecho donaciones. Quizá el caso más destacado sea el de Bill Gates, quien ha dedicado 35 millones de euros. Parece mucho, pero no es tanto si tenemos en cuenta que es el 0,04% de su riqueza. Mientras Estados Unidos ha prometido que enviará soldados a la zona, Cuba tiene sobre el terreno 265 médicos y enfermeros, a los que se sumarán 200 más en las próximas fechas. El PIB de Cuba es considerablemente menor que la fortuna de Bill Gates.
Los acontecimientos de los últimos meses vuelven a constatar la enorme diferencia entre las calculadamente cínicas e hipócritas decisiones políticas y los sentimientos y prioridades de las personas normales y corrientes.
http://blogs.publico.es/altermundista/1417/la-solidaridad-de-los-pobres-el-cinismo-de-los-ricos/
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Y ahora la Colita, Wert, Ruth Toledano
Al mejor estilo rajoniano, el ministro Wert lleva varios días escondiendo la patita. Los artistas rechazan sus premios nacionales: un día fue Jordi Savall, el de Música; al otro, Colita, el de Fotografía. Y él, como ministro de Cultura, sigue sin dar la cara ante lo que los mejores de la cultura le están diciendo de su gestión.
Como el ministro escondido y peor valorado no tenía bastante con haberse cargado la Enseñanza a través de su LOMCE y de los recortes educativos, ahora ha tenido la brillantísima idea de que los profesores puedan impartir materias en las que no son especialistas. Lo llaman «la última de Wert» y se trata del borrador del Real Decreto-Ley de Especialidades.
Ahora bien, con enorme coherencia, el ministro Wert ha hecho varias otras cositas recientemente. A saber:
Inaugurar el proyecto «Estrategia de competencias de la OCDE», cuyo nombre completo es » Estrategia de competencias de la OCDE: construyendo una estrategia de competencias eficaz para España”. / Apadrinar, mano a mano con la también valoradísima Ana Botella, unaexposición de portadas del diario El Mundo. / Salvaguardar la jota, la transhumancia, la improvisación, las fiestas de San Juan y la producción artesanal del esparto. / Emitir un comunicado por la muerte del matador de toros José María Manzanares, en el que asegura que «siempre será recordado con admiración, gratitud y cariño». / Apostar por que la Escuela de Policía se integre en la Universidad.
O sea, Colita, que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, existir, lo que se dice existir, sí existe, mujer. Todo lo anterior es su foto.
En fin, queda claro que lo que los artistas y creadores premiables le están diciendo a Wert es que no hay Cultura que valga si antes no hay Educación, lo más importante en una sociedad digna y que quiera a sus hijos. Y que él no dispone de la categoría moral necesaria para tener en sus manos semejante responsabilidad.
http://www.eldiario.es/zonacritica/ahora-Colita-Wert_6_322727731.html
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Corrupción
43.1. ‘Las corrupciones’, de Juan Luis Cebrián, Jesús Maraña
Hay cosas que si no se escriben en caliente, seguramente jamás las escribiríamos, o al menos no lo haríamos de la misma forma. Lo que sigue está escrito en caliente, después de leer la página publicada este sábado en el diario El País bajo la firma de su presidente y director-fundador, Juan Luis Cebrián. Lleva por título ‘Las corrupciones’ (que podría estar inspirado en el estupendo libro de Jesús Torbado, aunque no se cite).
Vayamos por partes, como haría Jack El Destripador pero sin la menor acritud.
43.2. La corrupción y el mérito, Antonio Muñoz Molina
Una cultura civil muy degradada ha fomentado en España el ejercicio del poder sin responsablidad.
El descrédito y el deterioro de la función pública favorecen el ejercicio de la arbitrariedad política y las decisiones corruptas. Construir una administración profesional, austera y eficiente es difícil, pero no imposible
http://elpais.com/elpais/2014/11/05/opinion/1415191412_644375.html
43.3. La doble moral o el doble lenguaje de la clase política, Elisa de la Nuez
Manifestaciones como la de la Secretaria General del PP, Dolores de Cospedal, en el sentido de que en su partido ya han hecho todo lo humanamente posible para combatir la corrupción, simplemente suenan simplemente a tomadura de pelo. Sobre todo cuando son “compatibles” con la concesión del tercer grado a Jaume Matas, la espera indefinida (en su casa) del indulto de Carlos Fabra, el apoyo del partido al alcalde de Brunete o la foto de la reimputada alcaldesa de Alicante con el rey, por poner varios ejemplos recientes. Lo mismo puede decirse de la rueda de prensa de Esperanza Aguirre mostrando su sorpresa y su escándalo por la prisión (sin fianza) de su ex mano derecha, o izquierda, Francisco Granados y de varios de sus compañeros de fechorías, todos ellos del PP de Madrid que ella, todavía, preside. No contenta con eso no tiene problemas en presentarse ante la opinión pública como “martillo de corruptos”
Este tipo de manifestaciones pone de relieve un doble lenguaje que recubre a su vez una doble moral a la que nuestra clase política está muy acostumbrada sobre todo en lo que se refiere a sus propias organizaciones. Desde un punto de vista “partidista” no parece existir ninguna incoherencia entre proclamar el respeto a las resoluciones judiciales y torpedear todo lo posible la labor de los jueces de instrucción que investigan la financiación ilegal o las tramas de corrupción que afectan a los partidos o entre proclamar la indignación ante la corrupción y los corruptos y mantener y apoyar a dirigentes políticos a los que se ha pillado “in fraganti”
Y es que en el fondo de este doble lenguaje o esta doble moral subyace una idea muy peligrosa para la democracia: robar o mentir por el partido es “mejor” que robar o mentir en beneficio propio o particular y por tanto, en el fondo, no está tan mal. Pero es aún peor robar para el partido que para uno mismo. La actividad de financiación ilegal de los partidos vía comisiones o maletines en último término corrompe el sistema (ahí están las tramas mafiosas de corrupción ligadas a la contratación pública, las subvenciones o a las recalificaciones urbanísticas) destruye la confianza de la ciudadanía en las instituciones y en último término pone en peligro la propia democracia.
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¡Somos el 85%!, Joaquín Estefanía
Pertenecen a la clase media en formación y mentalidad, y a la baja en condiciones vitales
Las clases medias confiaban en que si ejecutaban lo que se les había asignado, un porvenir próspero les aguardaba y sus hijos vivirían mejor. Ahora son pasto del desencanto y de la indignación, y han llegado a la conclusión de que aquel mundo tejido de vidas estables y de trayectorias sostenidas se desvanece.
http://elpais.com/elpais/2014/11/07/opinion/1415365738_343836.html
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Tiempo de príncipes y bastardos: el futuro no está escrito, Pedro Chaves
La corrupción, por eso, no es un fenómeno periférico al viejo modelo, ni es la respuesta a la misma, una cuestión técnica, procedimental o puramente institucional. Alrededor de la corrupción, de su lectura y del posicionamiento de los actores frente a la misma, en España, se está articulando el nuevo tiempo. La respuesta a la corrupción es la demanda de una redignificación de la política y del espacio público; es una nueva perspectiva respecto al papel de las instituciones y de sus obligaciones; es la exigencia de una nueva relación entre representantes y representados y de un estatus claramente diferente para estos. Alrededor del análisis de la corrupción y de sus alternativas se ha articulado un clivaje (una ruptura social representada políticamente) que es el dominante en los nuevos tiempos, el que subordina los demás clivajes (izquierda, derecha o identidad estatal, identidad nacional) en la percepción de la sociedad y en su posicionamiento político.
El nuevo príncipe será, más que nunca, un frankestein político, una suma de componentes que deben, necesariamente, integrarse para que el cuerpo pueda caminar, comer, hablar. Y entre sus partes constituyentes, el corazón del nuevo príncipe debe estar firmemente enraizado en las prácticas sociales que han señalado el horizonte de lo que sería deseable para una sociedad mejor: democracia de alta intensidad; integración a través de la deliberación; respeto a la pluralidad y una conexión estable y sostenible con lo social crítico. En este viaje hacia lo nuevo, hay actores que no forman parte de lo viejo, que han sido imprescindibles en la construcción de la nueva situación, su concurso es tan importante como necesario.
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Sobre el populismo y Podemos
46.1. Luchando contra el populismo, por fin. El Gran Wyoming
De nuevo dos bloques: los constitucionalistas democráticos a un lado, y los populistas, así etiquetados por los primeros, en el otro. Es el nuevo bipartidismo.
Por primera vez los dos principales partidos, antes antagónicos e irreconciliables en sus apariciones públicas, llevan a cabo declaraciones intercambiables ante el mismo fenómeno, y frente a la acusación de formar una casta que con discursos diferentes desarrollan las mismas políticas económicas, han reaccionado unificando también sus discursos. El enemigo, o el rival, como a ellos les gusta decir, del PSOE ya no es el PP ni viceversa.
Ahora llega la era de luchar contra el populismo de Podemos, y esa consigna de tacharlo de “movimiento semiautoritario y desestabilizador que acabará con todo” se acepta por los otros dos partidos con vocación de gobierno sin pestañear, así como la tormenta descalificadora que emprenden contra ese mal que florece en las crisis. A mí esta lucha contra el populismo me resulta tan legítima como el liderazgo que pretenden asumir Esperanza Aguirre y Rajoy contra la corrupción.
46.2. Virtudes y peligros del populismo, José Álvarez Junco
Todos los populismos prosperan en un contexto institucional muy deteriorado, en el que los partidos tradicionales y los cauces legales de participación política, por corrupción o por falta de representatividad, están desprestigiados hasta niveles escandalosos.
Lo primero indiscutible es que los movimientos o personajes políticos a quienes se llama “populistas” basan su discurso en la dicotomía Pueblo / Anti-pueblo. El primero, no hace falta aclararlo, representa el súmmum de las virtudes; el pueblo es desinteresado, honrado, inocente y está dotado de un instinto político infalible; mucho mejor nos iría si le dejáramos actuar, o al menos le escucháramos. Su antítesis, en cambio, el anti-pueblo, es la causa de todos los males; y puede tomar cuerpo, según los populismos, en entes internos o externos: la oligarquía, la plutocracia, los extranjeros, el clero, los judíos, la monarquía…; en el discurso dominante hoy, en España, sería la “casta política” o “el régimen del 78”, a quienes se oponen “los ciudadanos” o “la gente (decente)”.
Un segundo rasgo común a los populismos es la ausencia de programas concretos. Lo reconoció como nadie José Antonio Primo de Rivera, aspirante a populista, cuando dijo aquello de que sus ideas eran demasiado ambiciosas como para intentar apresarlas en un programa. Fue típico también declarar que no eran de derechas ni de izquierdas. De los proyectos de los dirigentes populistas sabemos que están inspirados por los deseos más grandiosos (“salvar al país”, establecer una “democracia real”), pero no cómo piensan hacerlo; no conocemos sus planes en el terreno institucional, en el económico ni en el internacional. Quiero cambiar todo, decía el Lerroux juvenil. Estoy en contra de todo lo que está mal, declaró una vez el inefable Ruiz Mateos.
Tercer rasgo: en su discurso dominan los llamamientos emocionales dominan sobre los planteamientos racionales. Apelan a la acción, la juventud, la moralidad, la audacia, la honradez. Uno de sus mantras preferidos es que hacen falta “menos palabras y más acción”; es decir, hay que superar la ineficaz verborrea que domina la política actual. El objetivo de estas invocaciones es claro: no se trata de hacer pensar a sus oyentes sino de movilizarlos.
Cuarto: a juzgar por sus proclamas, nadie puede llamarles anti-demócratas; al revés, el gobierno del pueblo es justamente lo que anhelan. Pero democracia es un concepto que admite al menos dos significados: como conjunto institucional, unas reglas de juego, que garantizan la participación de las distintas fuerzas y opciones políticas en términos de igualdad; y como “gobierno para el pueblo”, sistema político cuyo objetivo es establecer la igualdad social, favorecer a los más débiles. Desde esta segunda perspectiva, muchas dictaduras pueden declararse “democráticas”
La existencia de un líder dotado de cualidades redentoristas, es otra peculiaridad de muchos de estos fenómenos. El movimiento está dirigido por un Jefe, un Caudillo, un Cirujano de Hierro, que aúna honradez, fuerza, desinterés y, sobre todo, identificación con el pueblo, con el que tiene una conexión especial, una especie de línea directa, sin necesidad de urnas.
Invocar la voluntad del pueblo para saltarse el respeto a la ley es uno de sus recursos habituales. Movilizan así a los apáticos, pero su afán por eliminar las cortapisas democráticas abre un peligroso camino a la tiranía
http://elpais.com/elpais/2014/11/04/opinion/1415132749_364183.html
46.3. Podemos: el acuerdo ambiguo, Jorge Galindo
A día de hoy, la pregunta de cuál es el proyecto de Podemos para España no tiene sino una respuesta vaga pero, al mismo tiempo, tremendamente definida: otra cosa. Esa cosa será lo que defina ‘la gente’.
Esta es la equivalencia de demandas: recoger el “no nos representan”, perfilarlo, moldearlo. Darle un nombre: “casta”. Convertirlo en un diagnóstico con el que una mayoría pueda estar de acuerdo. Y cualquier acción, voluntaria o no, que los opositores hagan será fácilmente leída dentro de este diagnóstico, como dato que lo refuerza, ejemplo que viene a confirmarlo. Es tan sencillo que pasma, sí.
Pero no acaba aquí. Podemos también ha identificado una serie de aspectos algo más concretos donde estima que las demandas de la mayoría de la sociedad son o pueden ser bastante similares. Áreas donde se puede clamar lo que se pide sin necesidad, de momento, de explicar qué se propone. Por ejemplo, los servicios públicos, sobre todo sanidad y educación. Desde Podemos se insiste de manera constante en su defensa a capa y espada. “Defensa”: equivalencia de demandas. Todos, o casi, queremos sanidad y educación financiadas con dinero público.
Cómo financiarlas, de qué manera ofrecerlas (modelo universal, contributivo, asistencial, con privatización, sin ella…), eso queda apartado.
Tomemos el mayor problema de España: la altísima tasa de desempleo, buena parte de la cual se ha convertido en estructural. Aquí ni siquiera enunciar de manera machacona que “hay que acabar con el paro” supone una ruta segura. Por un lado, no está nada claro que esto sea una prioridad para aquellos que ya tienen un buen trabajo fijo. Por otro, llevamos tanto tiempo enfrentándonos a él que la pregunta “y cómo lo hacemos” es indisociable de la demanda. Las posibles respuestas son tan complejas como connotadas políticamente. Así las cosas, los portavoces de Podemos se lamentarán infinitamente del sangrante desempleo, pero por el momento no se atreverán siquiera a tantear el terreno de las alternativas.
Que “todo tiene que cambiar” es una preferencia que, en tanto que demanda genérica, es un paraguas donde caben muchos. Que hemos de huir de la corrupción, del patriotismo rancio, defender los servicios básicos…
Así, todos los que piden a Podemos que especifique su programa, mejor si esperan tranquilamente sentados a que pasen, al menos, las siguientes elecciones. Lo que les importa ahora es el grito unificado que demanda un cambio. Lo de después es una posibilidad no escrita. Como tal, debería producir a sus votantes potenciales al menos tanta esperanza como temor emanado del vértigo.
http://politikon.es/2014/11/11/podemos-demandas-equivalentes-preferencias-ambiguas/
46.4. Pablo Iglesias y la apoteosis del régimen, Javier Benegas
Jamás hemos exigido a los gobernantes que hicieran lo correcto sino aquello que nos favorecía. Les pedíamos que especularan en nuestro beneficio aún a costa de generar burbujas políticas que tarde o temprano estallarían.
Que a las puertas de palacio se encaramen las hordas de Podemos, con Pablo Iglesias en el papel de Jesucristo Superstar, dispuesto a expulsar a los mercaderes del templo, no es lo más preocupante.
Lo que sí debería preocuparnos y mucho es que los españoles no seamos capaces de llegar a convenciones estrictamente democráticas y libres de prejuicios ideológicos. Porque gracias a esta terrible incapacidad las reglas del juego seguirán siendo arbitrarias y tramposas, de tal suerte que quienes mañana “asalten el cielo” podrán meter la mano en nuestro bolsillo como hacen los demás. Incluso es muy posible que la ausencia de líneas rojas les anime a inmiscuirse en el ámbito privado de las personas, a decirles lo que deben hacer, decir y pensar. Y a lo mejor no asistimos al final del régimen sino a su apoteosis. Eso sí, será nuestra elección… una vez más.
http://vozpopuli.com/blogs/5089-javier-benegas-pablo-iglesias-y-la-apoteosis-del-regimen
46.5. Del cinismo a la desafección, José Manuel Lasierra*
De los partidos y los políticos en general se habla mucho; de los corruptores menos y la ciudadanía sale mayormente libre de responsabilidad. Sin embargo, si se quieren resolver estos graves fallos del sistema democrático debe realizarse un análisis racional de las causas de algunos problemas que le afectan y de los protagonistas de esos hechos.
Detrás del apoyo a esas opciones populistas está el no querer pensar las cosas y no comprometerse en la acción colectiva más allá de acciones puntuales.
No soy de la idea, en segundo lugar, de cambiar muchas leyes y endurecer procedimientos. Hay que cambiar aspectos del marco legislativo, pero más importante que cambiar leyes sería dotar de medios a la Justicia para que sea rápida y no permita agujeros legales que permitan evadir responsabilidad a través de procedimientos largos.
Endurecer sin más las leyes se utiliza para evadir nuestra responsabilidad en vez de adoptar una vigilancia activa de los comportamientos de nuestros representantes y de buscar la sanción política. Culpabilizar a los políticos de nuestros problemas, quedarnos con los mensajes fáciles y baratos que queremos oír, como un horóscopo, o pedir sanciones duras, de ninguna manera exime nuestra responsabilidad ciudadana de participar en la polis. Si no lo entendemos como obligación moral y ética, nos arriesgamos a que las situaciones se vayan repitiendo.
46.6. ¿Hacia dónde camina Podemos?, Francesco Manetto
El partido que triunfa en los sondeos aún no ha definido su programa y perfila su estructura
http://elpais.com/politica/2014/11/08/actualidad/1415466636_079794.html
46.7. Algunos análisis de Podemos son calcados a los del Papa
José Antonio Vázquez, fundador del Círculo Espiritualidad Progresista de Podemos, abandona el monasterio en el que ha vivido durante 17 años y se presenta como candidato a la directiva de la formación.
Si no se cambian los cimientos éticos, siempre seguirá habiendo problemas de corrupción.
http://www.publico.es/politica/555226/algunos-analisis-de-podemos-son-calcados-a-los-del-papa
46.8. Herramientas para creer, Soledad Gallego-Díaz
Es incontestable que Podemos es una fuerza que está ya instalada en la vida española y que tendrá una representación política relevante. Pero lo más interesante del sondeo del CIS es que no sólo refleja el malestar de los ciudadanos, sino también su búsqueda de algo nuevo, de un nuevo agente de cambio que recomponga su destrozada visión del país.
Podemos no puede pretender que los ciudadanos acudan a las urnas solo con fe.
Más responsabilidad todavía tiene Podemos en desplegar a la vista de la ciudadanía sus propuestas, sus herramientas y sus capacidades, es decir, los hombres y mujeres que se proponen para llevar adelante esa transformación. Pretender esperar hasta que los votantes estén en la cola del colegio electoral para dar esas explicaciones, o pretender que se acuda a las urnas armados solo con el despliegue de una imagen y de una formidable habilidad mediática, significaría que Podemos ha desaprovechado su mejor oportunidad. No serán los ciudadanos quienes hayan huido del cambio, sino Podemos quien haya huido de los ciudadanos
http://elpais.com/elpais/2014/11/07/opinion/1415371337_436321.html
46.9. Los caramelos de Podemos, Ángel Ubide
Se puede hacer oposición diciendo a todo que no, pero no se puede gobernar.
Pablo Iglesias promete una política económica más fácil, pero para distribuir hay que crecer y no hay atajos para el crecimiento
Esperemos que este susto le dé a la clase política española el valor necesario para hacer autocrítica seria y acometer una reconversión profunda con las medidas necesarias, por drásticas que sean, de la política, para ofrecer, en las próximas elecciones, propuestas coherentes, transparentes, honestas, creíbles y, sobre todo, realistas.
http://economia.elpais.com/economia/2014/11/06/actualidad/1415300845_263311.html
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Podemos y el PSOE
47.1. Entre Escila y Caribdis, José Andrés Torres Mora
En el barómetro del CIS, en una escala que va del 1 al 10, en la que el 1 es la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha, los españoles se sitúan, como media, en un 4,41. Al PSOE lo sitúan en un 4,61; en tanto que a Podemos lo sitúan en un 2,43, es decir, a la izquierda de IU, a la que sitúan en un 2,67. Por cierto, al PP lo ubican en un 8,24.
Pese a los deseos de los líderes de Podemos, es el PSOE el que ocupa la centralidad política.
Conste que la centralidad no es lo mismo que el centro. La centralidad tiene que ver con la capacidad de ordenar el juego político, de articular las diversas fracturas que producen las dinámicas de nuestra sociedad. Fracturas que en España son esencialmente, aunque no son las únicas, la que enfrenta a la derecha con la izquierda y la que enfrenta al nacionalismo central con los nacionalismos periféricos. La centralidad se expresa en la capacidad de establecer acuerdos, o más modestamente, en la capacidad que tiene una fuerza política de dialogar con más sectores que ninguna otra fuerza política.
Sinceramente me cuesta bastante trabajo creer que Podemos, desde la excéntrica posición ideológica que ocupa, pueda ejercer la centralidad en la vida política española.
Cuando el líder de Podemos dice que si no gana las elecciones probablemente se vaya de la política, no hace sino reconocer que no están preparados para gobernar la complejidad de un país atravesado por tan profundas fracturas como el nuestro. Es decir que, más allá de su irrealizable programa “Que Se Vayan Todos”, no tienen un proyecto político real para la España real, es decir, con todos los jugadores presentes en el campo.
Durante los próximos meses veremos lanzarse dos campañas simultáneas contra los socialistas. Desde la derecha se les situará en el “Frente Popular” y desde la izquierda en “la Gran Coalición”. Es decir, que de la pregunta sobre con quién va a gobernar el PSOE emerja la evidencia de que el PSOE es la opción más realista para gobernar un país tan fracturado como la España de hoy, o del año que viene.
http://jatorresmora.wordpress.com/2014/11/09/entre-escila-y-caribdis/
47.2. Programa para gobernar ya, Joaquín Estefanía
Hay grandes similitudes entre las propuestas del PSOE en 1982 y las actuales de Podemos
Este programa que tanto espanto generó en su momento en ciertos sectores sociales se titulaba Por el cambio, fue presentado por el PSOE en octubre de 1982 y está en su página web (www.psoe.es). Felipe González ganó por mayoría absoluta y los socialistas entraron a gobernar en España por primera vez en la historia en solitario. En esa tanda lo hicieron por un periodo de 14,5 años. Resulta pedagógico compararlo con el documento final del Programa Colaborativo de Podemos. Para no volvernos locos.
http://economia.elpais.com/economia/2014/11/09/actualidad/1415549494_741247.html
47.3. ¿Es Podemos como el PSOE de los 80?, Ignacio Jurado
¿En qué se parecen y en qué se diferencian sus electores?
No es descabellado trazar una similitud, aunque con obvios matices, entre el PSOE de los 80 y Podemos. Este paralelismo es una buena radiografía de lo que está ocurriendo. En primer lugar, tanto en los 80 como en la actualidad un sector muy importante de votantes jóvenes no se identifica con los viejos partidos y busca opciones nuevas. En segundo lugar, el apoyo de entonces al PSOE o el de ahora a Podemos viene en gran medida espoleado por votantes de estudios altos y una condición económica no necesariamente desfavorecida, lo cual refleja que los desencantados por la crisis no son solo los votantes que económicamente están peor.
http://www.eldiario.es/piedrasdepapel/Podemos-PSOE_6_322727750.html
47.4. La alternativa socialdemócrata es Podemos, Antón Baamonde
Podemos ha llegado como el instrumento vengador de la ira social acumulada y ha recompuesto los marcos de inteligibilidad apoyándose en la enorme fractura social causada por las políticas en vigor.
Una puesta a punto de lo que fue el punto de vista socialista, que parecía haber pasado a mejor vida. Memoria histórica, una vez más. Memoria del socialismo democrático. Y, no se engañen, de la conciencia social cristiana, de un sentido del bien común que todavía juega un papel en la sociedad española.
http://www.eldiario.es/zonacritica/alternativa-socialdemocrata-Podemos_6_322377770.html
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Una denuncia contra magistrados del Tribunal Supremo, Carlos Jiménez Villarejo
Estos días se ha sabido de un encuentro, parece que en una comida, del exministro Ángel Acebes, ahora imputado en la causa de Gürtel, y Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo (TS).
Estos encuentros hacen recordar que el 7 de mayo de 2012 un grupo de juristas, ante la conclusión de los procesos contra el juez Garzón, en el ejercicio del derecho constitucional de petición, presentó un escrito ante el entonces presidente del Consejo General de Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, en el que exponía una serie de conductas privadas de magistrados del Supremo que habían participado en los procesos contra Garzón y reclamaba que se adoptaran las medidas adecuadas. Hasta ahora, el CGPJ no ha respondido a dicha reclamación, incumpliendo abiertamente las obligaciones que le impone la L.O. 4/2001, que regula aquel derecho. Un ejemplo más de cómo las Instituciones públicas menosprecian los derechos civiles de los ciudadanos.
Estos son los hechos.
Desde aquella fecha, 2012, habría que pensar que dichas actividades han continuado. Lo que suscita una honda preocupación por la vigencia de la independencia judicial en el seno de tan alto Tribunal.
http://www.eldiario.es/zonacritica/denuncia-magistrados-Tribunal-Supremo_6_322027809.html
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La mezquita de Córdoba y la reamortización de Mendizabal, Juan José Téllez
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Cataluña
50.1. España también es Cataluña, Josep Piqué / Jordi Sevilla
Estamos a tiempo de dibujar el escenario de un futuro sin falsas ensoñaciones
Como se hizo en la Transición, es la hora de alcanzar grandes acuerdos desde la lealtad
Reformular los objetivos conlleva superar el actual bilateralismo mudo
http://elpais.com/elpais/2014/11/10/opinion/1415626736_440581.html
50.2. Lecturas de un voto protesta, Roger Senserrich
La convocatoria ayer en Cataluña, sin embargo, sí merece el calificativo de voto protesta, en el sentido más literal del término
Por mucho que la consulta sea una protesta simbólica, eso no quiere decir que las cifras no tengan interés.
A efectos prácticos la jornada de ayer no cambia gran cosa, ni en un sentido ni en otro. Los independentistas tenían un núcleo de 1,8 millones de votantes que se apuntan absolutamente a todo; están motivados y movilizados.
Ninguna democracia con un mínimo de cordura debería permitirse que básicamente la mitad de la población en una de sus regiones esté crónicamente descontenta y ansiosa de largarse. Dado que estamos hablando de un conflicto sobre derechos fundamentales (la misma nacionalidad y ciudadanía de los votantes), este no es un problema que puede solucionarse sólo con votos.
Lo más triste de todo esto, sin embargo, es que ni estamos ante un problema irresoluble, ni deberíamos haber acabado metidos en esta situación absurda. Un modelo federal bien diseñado, rupturista y ambicioso es una solución más que aceptable; alguien en Madrid debería haber llegado a la conclusión que esa era la conclusión lógica del modelo autonómico hace años, no la constante chapuza que es nuestro sistema de financiación. Los catalanes no andaban pidiendo cosas extrañas; uno podía hacerles felices y a la vez mejorar el modelo de estado para todos con un poco de altura de miras.
http://politikon.es/2014/11/10/lecturas-de-un-voto-protesta/
50.3. 9-N: ganar la democracia, Gerardo Pisarello, portavoz de Guanyem Barcelona
La jornada de participación y protesta de este domingo condicionará de manera decisiva el futuro de la democracia en Catalunya y en el resto del Estado.
No se trata de escoger entre el inmovilismo del PP o la independencia. Lo que está en juego es, ante todo, la democracia. Su nuevo cercenamiento o la posibilidad de profundizarla y de abrir procesos constituyentes que contribuyan a decidirlo todo, tanto en el aspecto institucional como en el económico.
Los últimos años han revelado la existencia de un Régimen injusto, venal e insostenible que comienza a tambalearse. Las movilizaciones del domingo pueden ayudar, de manera modesta pero decisiva, a acelerar su caída. Sólo por eso, las personas demócratas de Catalunya y del resto del Estado deberían darle su apoyo. Rememorando, de paso, los viejos versos que acompañaron a la resistencia antifranquista y que no en vano vuelven a resonar en estos días: “Si estirem tots, segur que tomba, tomba, tomba, i ens podem alliberar…”. Que así sea.
http://blogs.publico.es/no-hay-derecho/2014/11/08/9-n-ganar-la-democracia/
50.4. Siete claves para entender el 9-N, Josep Carles Rius
Catalunya acaba de celebrar, de nuevo, una extraordinaria movilización cívica en defensa del derecho a decidir su futuro. El 9-N no tendrá efectos legales, pero sí tendrá efectos políticos. Estas son siete claves.
La participación / El simbolismo / la desobediencia /Los sentimientos / El civismo / El día después del 9-N /¿El diálogo?
http://www.eldiario.es/catalunya/opinions/claves-entender_6_322727747.html
50.5. Una tragedia catalana
Renan, en realidad, lo que quería subrayar es que una nación no es una dinastía -ahí está el caso de EEUU-. Ni siquiera una raza, una lengua o una religión. Tampoco una comunidad de intereses o una determinada geografía. Una nación, decía, “es un alma, un principio espiritual”. O lo que es lo mismo, una nación es una gran solidaridad constituida por el sentimiento de los sacrificios comunes. Y en coherencia con esta idea defendía que una nación es un plebiscito cotidiano con un objetivo compartido: “continuar la vida en común”.
Parece evidente -a estas alturas es irrelevante entrar a fondo en las causas últimas de este desencuentro- que ese plebiscito cotidiano, que va mucho más allá que votar cada cuatro años, se ha quebrado. Hoy, guste o no, una parte importante de los catalanes desiste de vivir en común con el resto del Estado, y ese es, en realidad, el centro del problema. Todo lo demás es accesorio. Todos y cada uno de los jugadores de esta partida, Artur Mas, Mariano Rajoy o el propio Rodríguez Zapatero –y, por supuesto, Oriol Junqueras o la ANC– son una mera anécdota histórica que pasarán con el tiempo. Lo relevante es que hoy una parte significativa del pueblo catalán ya no quiere seguir siendo parte de España. Así de duro.
Rajoy tiene al menos tres opciones.
La tercera opción es construir una nueva racionalidad en Cataluña a partir de una puesta al día de la Constitución. O lo que es igual: el reconocimiento de la realidad catalana –como la del resto de entes territoriales tras tres décadas de sistema autonómico– dentro de la Carta Magna. No hay nada peor que tratar de forma igualitaria problemas desiguales, como se pretendió con el célebre ‘café para todos’.
En el fondo en la esencia del guirigay actual se encuentra simplemente el reconocimiento de la singularidad de Cataluña, que no supone necesariamente un trato de favor. El problema de la disposición adicional que garantiza constitucionalmente los derechos históricos de los territorios forales no es la existencia de ese precepto, sino el cálculo del Cupo, que es lo que distorsiona el reparto de la solidaridad interregional. El Cupo se estima con criterios políticos y no únicamente técnicos, lo cual altera las reglas del juego y explica el lógico cabreo de muchos ciudadanos con el régimen foral.
Esto no significa, en ningún caso, que haya que cambiar la Constitución para satisfacer a los nacionalistas catalanes. Al contrario. Se trata de aprovechar la necesaria puesta al día de la Carta Magna para resolver las ineficiencias y hasta las incoherencias que necesariamente ha producido el sistema autonómico. Volver a dotarnos de un sistema constitucional capaz de durar otros 30 y 40 años aprendiendo de los errores pasados. Básicamente uno: la inacción del Estado en cuestiones fundamentales que moldean ese espíritu de nación que reclamaba Renan.
http://blogs.elconfidencial.com/espana/mientras-tanto/2014-11-09/una-tragedia-catalana_441088/
50.6.¿Cataluñas? ¡Cataluña!, Xavier Vidal-Folch
Hay mucho por hacer. No podemos perder más tiempo: pónganse manos a la obra
http://elpais.com/elpais/2014/11/07/opinion/1415392781_392555.html
50.7. Soberanismo: fulgor y estancamiento, Xavier Vidal-Folch
Por más méritos que conlleve, congregar solo a un 36% es un resultado que se descalifica
En ausencia de alternativas sólidas, claras y bien lideradas —como la de Gordon Brown en Escocia–, la gran capacidad movilizadora del movimiento soberanista se multiplica, lo llena todo. Especialmente si de alguna manera se concentra en el próximo Parlament, puede alcanzar una mayoría, esta vez (a diferencia de 2012) ya decididamente secesionista. Explícitamente refrendada.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/11/10/catalunya/1415633771_482669.html
50.8. El divorcio entre Cataluña y España, Luís Orriols
Crece la sensación de que el actual Estado de las autonomías está agotado
http://politica.elpais.com/politica/2014/11/08/actualidad/1415475355_264512.html
50.9. Las 10 consecuencias económicas de una Cataluña independiente
Cataluña podría perder el 20% del PIB, según Credit Suisse
Cataluña tendría el tamaño de Bélgica, la población de Suiza y el PIB de Noruega
1 Salida del euro y ausencia del BCE
2 Sin supervisión bancaria europea
3 Sin fondos estructurales y fuera del BEI
4 Impacto en los mercados y en la prima de riesgo
5 Dudas sobre la financiación, el déficit y la deuda
6 La caída del comercio y de los aranceles
7 Menos atractivo para la inversión extranjera
8 El riesgo de las deslocalizaciones
9 ¿El fin de la gallina de los huevos de oro del turismo?
10 El coste de crear un nuevo país y del reingreso en la UE
http://cincodias.com/cincodias/2014/11/09/economia/1415540350_207077.html
50.10. El camino al 9N, Agenda Pública
Hoy, día 9 de noviembre, analizamos los debates que creemos que han existido hasta día de hoy y a los que Agenda Pública ha querido aportar el conocimiento de los mejores expertos y científicos sociales.
El 3 de octubre de 2012, tercer día de vida de Agenda Pública, publicamos un artículo de Ignacio Sánchez Cuenca en que el autor se preguntaba si ¿Se puede apoyar un referéndum de secesión si ser indepenentista? a lo que él mismo respondía que sí y defendía el referéndum previo a la reforma constitucional como instrumento oportuno para conocer la opinión del pueblo de Catalunya respecto a su encaje en España.
El pasado mes de diciembre, y ante la inminente presentación oficial de la consulta, Xavier Bernardí explicaba cinco vías legales para consultar a los ciudadanos de Cataluña sobre su futuro político. Según Bernadí, los impedimentos a dicha consulta no se encontraban tanto en el texto de la Constitución, sino en el plano de la interpretación de dicho texto por el TC.
Inmediatamente después de la aprobación de la Ley de consultas catalana, Eduardo Vírgala avisó que, en caso de que se recurriera la inconstitucionalidad de dicha ley, y se impugnara la convocatoria de la consulta, el TC no tendría más remedio que decretar la suspensión automática porque la ley le obliga a ello. A la vez admitía que con ello no se aportaba nada para solucionar el problema y que el ordenamiento debía permitir una salida que posibilitara el pronunciamiento claro de los catalanes. La misma conclusión, y un análisis parecido, al que publicaba días después Andrés Boix.
En aquellas mismas fechas Mercè Barceló apuntaba que a la luz de la doctrina del Tribunal Constitucional cabía mantener la plena constitucionalidad de la ley de consultas catalana. Según ella, una de las claves reside en la diferencia entre referéndum y consulta popular no referendaria. Desde Agenda Pública publicamos una tabla para poner un poco de luz y ayudar a diferenciar entre los dos conceptos.
En cualquier caso, finalmente llegó la suspensión del TC, como explicó Argelia Queralt en un artículo en el que se presentaba paso a paso todo el proceso de impugnación y suspensión de la Ley y la convocatoria de la consulta y como esta potestad de forzar la suspensión es una potestad de la que únicamente goza el gobierno del estado y no, en cambio, los gobiernos autonómicos. Unos días después Miguel Ángel Presno Linera completaba el análisis recordando que, pese a lo que pudiera parecer, la suspensión no presupone la inconstitucionalidad de los actos impugnados.
La reacción a este escenario por parte de la Generalitat, convocando el nuevo 9-N, volvió a activar el mismo mecanismo de impugnación por parte del gobierno y la posterior suspensión del TC. Andrés Boix analizó las claves para entender esta suspensión. En este artículo destacaba por lo novedoso del enfoque las dudas que generaba al autor el hecho de que el nuevo 9N pudiera ser impugnado ante la jurisdicción constitucional, siendo, en cambio, la vía adecuada la jurisdicción ordinaria.
Pau Marí-Klose nos planteó en ‘Volem votar, ¡y Visca la paradoja de Condorcet!’, la necesidad de estudiar en qué medida los procedimientos de consulta permiten identificar y ofrecer un cauce de expresión a preferencias mayoritarias sólidas. En concreto, el autor afirmaba que la agregación de decisiones individuales que se realiza en un referéndum no garantiza necesariamente la adopción de una decisión colectiva capaz de derrotar a otras opciones posibles. En una línea similar, Ana Sofía Cardenal nos mostraba, a través de un experimento, la posibilidad de que el resultado del referéndum en Catalunya no cierre de una vez por todas la negociación sobre este tema.
Según Manuel Arias Maldonado, la solución a la situación actual entre Catalunya y España la encontramos en la legitimidad democrática basada en el respeto a un conjunto de principios, normas y procedimientos que garantizan las condiciones en que se desarrolla el proceso político. En otras palabras, no estamos ante un “choque de legitimidades”, precisamente porque no existen dos legitimidades. Y es que el conflicto no puede solucionarse fuera de una legitimidad que garantiza la neutralidad institucional y el respeto a las voces de las minorías.
En otro artículo, Argelia Queralt apuntaba que los impedimentos jurídicos a la consulta no podían esconder que en Catalunya existe una amplia parte de la ciudadanía que se ha creído o que ha creído que esta se iba a producir. Por su parte, Jorge Cagiao avisaba que plantear la Constitución como un límite infranqueable para ciertos proyectos políticos es un error. Se trata de una descripción equivocada de la realidad jurídica. En este sentido, el mismo Cagiao defendía en ‘Lo que no aprendimos de Canadá’, que el ejemplo canadiense podría haber sido de gran utilidad para los magistrados del TC.
En una entrevista, el profesor de la Universidad de Montreal Jean Leclair, señalaba que «los ciudadanos tenemos derecho legítimo a formar parte de más de una comunidad política y a no renunciar a ninguna de nuestras identidades», y añadía “la comunidad internacional no legitima referéndums sólo porque la gente diga que tiene derecho a decidir. Catalunya debe entender que no es simplemente decir me voy.”
En ‘Cómo los partidos han ayudado a polarizar el debate político en Cataluña (¿hasta perder el control?)’, Juan Rodríguez y Astrid Barrio defienden que la visión de que los partidos han ido a remolque de los ciudadanos indignados no se sostiene a tenor de lo que dicen los datos. Creen que ello es resultado de que en Catalunya los partidos escogieron la organización territorial como el eje principal en el que se disputa la competición política. En cambio, Jordi Muñoz opinó en ‘¿Élites o ciudadanos? Elige tu propia aventura’ que políticamente sólo es relevante por las implicaciones que algunos, interesadamente, derivan de una u otra postura.
En ‘La pregunta sí importa’, Xavier Arbós apuntaba que no se podrá votar si no es desde la legalidad, y ningún voto servirá si no se formula con las garantías que solamente la legalidad puede otorgar.
Una vez conocimos la fórmula para el proceso que hoy se lleva a cabo, pedimos a distintos expertos para que nos ayudaron a entender la propuesta. La opinión mayoritaria fue que una decisión de este tipo, tomada sin debate plural, no tenía las garantías democráticas suficientes.
Juan Rodríguez Teruel, en un artículo publicado conjuntamente en Agenda Pública y en Europp Blog de la London School of Economics, dibujaba el escenario político en Catalunya. Según él, si Junqueras o Mas no desisten ante el otro, se vislumbra un panorama donde la inestabilidad y la incertidumbre no dejarán de incrementarse.
Planteando un posible escenario a partir del 10-N, Oriol Bartomeus analizó la posibilidad de que se convoquen elecciones en Catalunya y que estas se presenten como unas plebiscitarias. Según él, el carácter plebiscitario de unos comicios viene dado por el encuadramiento de las diferentes fuerzas en dos bloques antagónicos. No sabemos si esto pasará en Catalunya, lo que sí sabemos es que si se habla de ello es debido al interés de algunas fuerzas políticas a dar a estas hipotéticas elecciones un carácter trascendental.
Estos dos años han puesto de manifiesto que sí se puede estar a favor de un referéndum sin ser independentista, sin embargo, sigue sin resolver el encaje de Catalunya en España o su desencaje final. Es necesario recordar, nuevamente, la frase de Alberto López Basaguren: “la política tiene que evitar el callejón sin salida”.
http://www.eldiario.es/agendapublica/reforma-constitucional/Camino_0_322318120.html