Cándido Marquesán Millán
Guy Standing
Las secuelas altamente perjudiciales para nuestra convivencia generadas por el neoliberalismo son múltiples. A algunas de ellas ya me he referido en artículos anteriores: la destrucción de la democracia o la expansión de un individualismo egoísta e insolidario, que imposibilita todo proyecto colectivo. Hoy quiero detenerme en la expansión de la precariedad laboral. Ya nos hemos acostumbrado a sueldos miserables con jornadas laborales interminables, contratos temporales y discontinuos. Hoy disponer de un puesto de trabajo digno y estable es una utopía para la gran mayoría, cuando debería ser un derecho. Esta situación es consecuencia [continuar leyendo …]