La opinión de Besteiro sobre los socialistas alemanes al inicio de la Gran Guerra
Julián Besteiro, en un artículo publicado en Renovación, el órgano de las Juventudes Socialistas, ofreció su opinión, claramente crítica, sobre los socialdemócratas alemanes en el inicio del conflicto. Nos interesa, además, por sus consideraciones sobre el comportamiento que debían tener los socialistas a la hora de analizar y tomar decisiones, hasta en los momentos de máxima tensión.
Besteiro resaltaba en su escrito que la decisión de la fracción socialista del Reichstag de votar los créditos de guerra el 4 de agosto de 1914 tenía una significación verdaderamente histórica porque había generado un problema harto complejo a la conciencia proletaria mundial, y que ejemplificaba las dificultades a las que estaba siendo sometida la clase obrera organizada, es decir, a los socialistas. Debemos recordar que el artículo se publicó en octubre de 1915, en pleno conflicto bélico.
La magnitud del asunto era tal que era imposible que no fuera juzgado en un día por una asamblea internacional.
Besteiro planteaba que era cierto que el temperamento de los individuos y las colectividades ejercía una gran influencia en las resoluciones. Pero Besteiro no concebía esa razón en su análisis de lo realizado por los socialdemócratas alemanes. Si se aceptaba esta causa sería una falta imperdonable en una organización compuesta por socialistas. El temperamento no podía influir, y si se defendía eso se caía en la simplicidad del pensamiento burgués, y en la aceptación de un criterio para juzgar los acontecimientos que excluía toda visión profunda de la realidad histórica, económica y política. En una palabra, Besteiro nos está diciendo que los socialistas solamente debían tomar decisiones después de un análisis riguroso de la situación, por eso, no olvidemos, apuntamos nosotros, que el marxismo era socialismo científico.
Independientemente de la responsabilidad contraída por los socialistas alemanes que en ese momento adoptaron resoluciones que habían de influir en la masas preparadas durante años para resistir la tentación guerrera, Besteiro quería resaltar que había habido, por lo tanto, en línea con su argumentación, una clara falta de previsión, una carencia de penetración sobre las graves cuestiones políticas del momento y de los factores secundarios que, en determinadas circunstancias, podían tener un valor decisivo. Además, los males resultantes de esta falta de previsión no se remediaban con la exclusión de unos cuantos. No se remediaban más que con el concurso del trabajo de muchos, de todos, también de los que servían a la “causa de la redención”, es decir, los socialistas.
Como vemos, Besteiro era muy crítico con los socialdemócratas alemanes por su falta de análisis, por no haber apreciado bien todos los factores del problema.
Para Besteiro el capitalismo en su fase imperialista estaba poniendo al mundo en trance de desaparecer, como ya habían previsto los precursores, en alusión evidente a Marx y Engels, y estaba exigiendo de los socialistas un trabajo gigantesco.
Podemos consultar el texto de Besteiro en el número extraordinario de Renovación dedicado al Congreso de Juventudes de octubre de 1915.