30/11/2018

Las declaraciones de Fernando de los Ríos en Zaragoza en 1930

Fernando de los Ríos (Fundación Pablo Iglesias)

A finales del mes de junio de 1930, Fernando de los Ríos viajó a Zaragoza por motivos personales, aunque aprovechó el viaje para visitar a los socialistas de la capital, como Bernardo Aladrén, Antonio Puyo y Mariano Serra. Además, realizó unas declaraciones que nos permiten conocer o completar más el conocimiento que tenemos de las ideas republicanas de Fernando de los Ríos dentro del PSOE en el intenso período que va desde el fin de Primo de Rivera y la llegada de la Segunda República, justo antes de la firma del Pacto de San Sebastián, y ante el debate interno sobre la participación o no del socialismo en la alianza con los republicanos.

Fernando de los Ríos fue entrevistado por un periodista del Heraldo de Aragón en relación con la situación política después de la dimisión de Primo de Rivera, y la posición política socialista.

El intelectual andaluz fue preguntado sobre la postura del PSOE ante un posible gobierno de izquierdas. De los Ríos consideraba que era imposible que hubiera un gobierno de izquierdas dentro de la Monarquía porque era no era factible su democratización, posicionándose al lado de Indalecio Prieto que había dado una conferencia reciente en el mismo sentido en el Ateneo en Madrid. La razón de la imposibilidad radicaría en que no era un órgano que se hiciere responsable, y eso constituía una contradicción en una democracia. Aprovechó para criticar a los republicanos posibilistas del pasado, como Martos y Castelar, pero también a los reformistas de Melquíades Álvarez. Recordemos que el político reformista asturiano había alcanzado la presidencia del Congreso de Diputados tras las elecciones generales de abril de 1923. Cuando Primo de Rivera dio el golpe, Álvarez acudió al monarca para recordarle su mandato constitucional, pero, como es bien sabido, su actuación no tuvo ningún éxito, ya que el rey optó por unir su destino al del dictador. La Dictadura y la salida de las principales figuras del Partido Reformista, obligaron a Melquiades Álvarez a disolverlo en 1924, por haber optado anteriormente por la postura accidentalista o posibilista de aceptar la fórmula monárquica, aparcando la solución republicana. Estaba claro que parecía imposible alcanzar la democracia en el seno de la Monarquía, como expresó Manuel Azaña, que abandonó el reformismo. Así pues, en otro lugar político, pero al igual que el político alcalaíno, De los Ríos consideraba que esa fórmula de contemporizar con la Monarquía había muerto en septiembre de 1923.

Democracia significaba en España, por lo tanto, República, y había que trabajar para que las “conciencias liberales” del país concentrasen su esfuerzo en conseguirla, y había que hacerlo creando un “órgano complejo”, formado por las fuerzas políticas que propugnaban ese objetivo. En realidad, parece prefigurar el Pacto de San Sebastián, en cuya cocina no estuvo el PSOE, dada las reticencias de parte del Partido -Besteiro y Largo Caballero- a esta fórmula republicana, aunque sí lo estuvo a título personal Indalecio Prieto. En todo caso, en el otoño de ese mismo año, ante el cambio de actitud de Largo Caballero, los socialistas se integrarían en la organización derivada del Pacto, y entre ellos, Fernando de los Ríos. En este sentido, no parece sumamente interesante esta entrevista dos meses antes de la firma del Pacto, porque De los Ríos confiaba en que el Partido Socialista ayudaría a conseguir este objetivo. Solamente sería imposible la colaboración del socialismo en un gobierno de concentración de izquierdas que respetase la fórmula monárquica.

Hemos consultado el número 6675 de El Socialista del 1 de julio de 1930. También conviene acercarse a la síntesis de Julián Casanova sobre este momento histórico en el volumen octavo de la Historia de España, dirigida por Josep Fontana y Ramón Villares, que se publicó en 2007 por Crítica.